Al momento de estar en la cocina preparándole un desayuno a mamá con su pastel favorito, el cual Edgar tuvo que pedirle a alguien que se lo comprará en la tienda de mamá.
Estamos a instantes de ir a su cuarto cuando escuchamos unos pasos.
-¿Qué hacen niños?-Me paralizó por la voz de mujer marimacha que ha sonado, pero luego recuerdo que es Axel.
-Eres un idiota.-Digo volteando para darle un golpe con el mantel mientras él ríe.-cállate, se levantarán por tu risa del perro patán.
-Hubiras visto tu cara mujer.
-Eres un idiota, Axel.
Damos los últimos toques y vamos al cuarto de mamá, según Edgar está durmiendo así que entramos sin tocar y rápidamente hay gritos de horror de parte de los jóvenes.
-Iugh, separense, estamos aquí.
-Que asco papá.
-MIS OJOS SE HAN CONTAGIADO DE SIDA, NOOO.
La primera que hablo fui yo, luego Tomi y al final el exagerado de Axel.
Mamá y Edgar se estaban besando.
-SONRÍAN.-Esa es Ale sacándole su primera foto del día.
Y así fue como iniciamos la mañana del cumpleaños.
***
A la hora de almuerzo fue llegando gente, habían de todo tipo de personas, desde las más amorosa hasta las personas antipaticamente intolerable.
En este caso Sofía y Luz que lo único que hacían es tirar mierdas de su gran bocota, me estaba conteniendo solo por mamá.
Estaba sirviendo los platos de almuerzo, ya que éramos los "dueños" de la casa y Rafaela no podía hacer las cosas sola. El único que se salvaba era Tomi que andaba jugando con unos primos y Mar.
Y así pasó el tiempo sirviendo a cada invitado que había venido a ver a mi madre. Hasta que Gisell una chica que me tenía hasta las narices de su voz chichona me volcó un vaso de bebida sin querer en mi vestido.
Y el idiota de Lucas la defendió, de tanto alboroto que he tenido en el día mejor fui a cambiarme sin decir nada.
No quería escuchar a nunguno de los dos.
Subí por otra ropa y me quede un momento ahí en mi cuarto en paz.
***
Luego de unos minutos escuche desde mi cuarto la risita idiota de Gisell desde la parte de al lado de la casa. Fui a mirar y estaba junto a Lucas y otro primo más.
Esta gente quería matarme.
Baje a la primera planta para ayudar a Rafaela y estar con mi abuela.
La casa estaba llena de familiares cercanos y lejanos, aquellos que venían solo por la comida y cuyas familias eran más de seis por casa. Y por otro lado estaban los que venían por el cariño de mamá.
Mamá estaba feliz de la vida disfrutando a sus invitados, mientras bebía una bebida que Edgar preparaba para todas las fiestas. Era la perdición de mamá, una vez que lo probaba no paraba hasta que viera burros volando. No es que sea una alcohólica oculta, sólo bebía en ocasiones especiales, en este caso su cumpleaños. No todo los días cumples 45 años.
Según mamá había llegado a la mitad del promedio de vida que daban los especialistas. Y para ella era un logro, algo loco viniendo de su parte, pero así era mamá.
Amaba a mí familia y la familia de Edgar, en estos cinco años con nosotros, nos acogieron de buena forma.
-Es tan idiota el tío Edgar, estar con una mujer que ni siquiera tiene un título.-Habló Sofía a su hermana menor Luz.
Bueno, habían excepción, como en toda familia.
Sofía, una de las sobrinas de Edgar siempre andaba lanzando veneno por mi familia. Desde que Axel, mi hermano, no quiso nada con ella hace 3 años.
Ni siquiera la soportaba por las cosas sin sentido que hablaba en ese entonces.
Aunque Luz tampoco era santa de nuestra devoción, las dos eran dos personas intolerable.
Ni con agua las podías pasar.
-Pues no sé puede esperar nada de esta familia.-Respondió Luz mirando con desprecio la sala.
-Les pido que tengan respetó, no están en su casa o en la calle, y no me cuesta nada sacarlas a patadas de aquí. Recuerden que no les tengo tolerancia y no soy mi madre para andar aguantando sus mierdas sin sentido.-Digo posicionándome frente a ellas.
-Uh llegó la niña protectora.-Habló Sofía cruzando sus brazos sobre sus pechos y levantando una ceja delgada.
-No me colmes la paciencia, Sofía. Me interesa una mierda que tengas un puto título de abogada defensora en la puta corte del condado. Mis golpes serán muy bienvenidos a tu cara. Recuerda que no soy Axel y te podré golpear.
Editado: 08.09.2018