Ander Norelis
Veo como el doctor cura y pone una venda sobre la pierna del general Robles, el cual está recostado en un mueble, mientras que la señora Lucia está en una esquina sentada con una manta que le di hace unos momentos. Me acerco al doctor que parece que ha terminado su trabajo.
-Se detuvo el sangrado y ya he saturado la herida, los primeros auxilios fueron hechos-dice mientras se quita los guantes blancos llenos de sangre y guarda sus cosas en un maletín.
Escucho la puerta del cuarto abrirse y por ella ingresa Nirvana sonriendo, sosteniendo un paquete lo cual supongo que son los papeles que necesitamos.
-He traído los papeles-anunció mientras camina hacia mí, entregándome el paquete a mis manos.
- ¿De qué papeles están hablando? -pregunta el general Robles con tono molesto.
-Lo siento, pero aún soy una estudiante de derecho, cualquier cosa pregúntele al abogado Norelis. Yo solo hago lo que me piden-sonrió fingiendo que no sabe nada, aún cuando ella fue quien redacto el documento.
-Es un acuerdo de divorcio de 250 páginas. Con una hora le será suficiente para que lo lea, ¿cierto? -respondo sacando los papeles del sobre y se los extiendo hacia su lugar.
Veo como el se acomoda en el mueble y dice.
-Soy yo quien fue apuñalado con un cuchillo por esa idiota, ¿Por qué debería divorciarme de ella? -dice, mientras una cínica sonrisa aparece en su rostro.
-Sin embargo, esta no ha sido la primera vez que usted golpea a su esposa-digo, para sacar las fotos que están en el sobre. Las extiendo por la mesa que esta enfrente de él, las cuales muestras a la señora Lucia golpeada en repetidas ocasiones.
-No intenten chantajearme, los enviare lejos y llamare a la policía, me encargare y haré que esa idiota pague por intento de homicidio-sentencia señalando a la señora Lucia.
-Adelante-digo-. ¿Qué? - susurra con incredulidad.
-Por favor, llame a la policía. Un general que dirige y se encarga de miles de soldados fue apuñalado por su esposa, y lo peor de todo es que ella es su subordinada, una coronel. Si no puede controlar a una persona, ¿Cómo se puede hacer cargo de miles? La gente escuchara esta historia y se lo van a comer vivo general-finalizo mientras veo como Nirvana sonríe con malicia hacia el general que ahora está tenso por lo que acaba de escuchar.
-Por favor, firme ahora los papeles. Si no, yo mismo llamare a la policía-anuncié dándole una pluma.
Emily Fairchild
Al fin estoy en la puerta de la gran mansión, puedo escuchar la música que hay en el patio trasero.
Me atienden las sirvientas y me recogen el saco blanco, lujosos pasillos me reciben en la que debería ser mi casa. Y me dirijo hacia el estudio donde debe estar ella, pero antes de entrar escucho que Enzo y ella están hablando.
-Señora, esta todo listo-dice.
Ella no responde, y escucho que van a salir así que me regreso unos cuantos pasos y pretendo apenas llegar. La veo salir siendo seguida por Enzo, al verla casi me siento intimidada por ella y el aura que desprende. Un vestido blanco de seda acentúa su figura y un maquillaje que la hace lucir fuerte. Me sonríe y comienza a caminar hacia un gran cuarto donde solo los VIP deben de estar, caminamos atrás de ella hasta llegar al lugar.
Desde la entrada puedo ver a Dominica con su vestido plateado y su cabello corto bien peinado tratando de saludar y ser amable con todos los VIP del lugar. De seguro al sabes que veníamos dejo a los invitados que están en el patio y se vino aquí. Ella tiene que asegurarse de ganarse a los presentes.
Al vernos su ceño se frunce y sus ojos parecen angustiados, tal vez porque no esperaba que saliera tan rápido de la cárcel. Mientras avanzamos por la sala vamos saludando a todos los presentes, al llegar a ella la saludo con una gran sonrisa, mientras que no sé cómo describir la expresión en su rostro. Dirigí a la señora que esta delante de mío hacia el alcalde de la cuidad y lo presente adecuadamente.
-Este es el presidente de la cuidad Roja, Enrique Figueroa-digo-Alcalde ella es Claudia Reinginald, presidenta de WWH la mayor compañía de construcciones de este país.
El alcalde toma su mano y la besa mientras que Claudia asiente. -Hola presidenta, he escuchado mucho sobre usted-responde un poco tímido.
-WWH esta preparado para hacer lo mejor para el futuro de la cuidad Roja-contestó con una falsa sonrisa.
-Muchas gracias, presidenta-responde el alcalde.
Claudia se va, siendo seguida por Enzo y yo me quedo con el alcalde Enrique, me acerco a él y digo.
-Alcalde, ¿puede hablar conmigo más tarde? -pregunto esperando su respuesta.
-Hagamos eso-respondió, así despidiéndonos.
Veo a Claudia hablar con otro señor, esperando a que yo lo presente. Así que avanzo hacia ellos.
-Este es el ministro de tierras, infraestructuras y transportes Antonio Fornue-hacen las formalidades y seguimos avanzando.
Discretamente le señalo al señor Julián Lewis, al cual ella voltea a ver y procedo a mencionar que es el jefe de la junta de auditoria e inspección y que él es el primero en ser designado como máxima autoridad de la zona económica libre de la nueva cuidad Roja. Se que Claudia los invito por que los necesitaba en su bolsillo, no por nada ella los invito.