Me despierto confusa, no se donde estoy, ni como he llegado aquí, estoy tumbada en una cama, la habitación es sencilla y elegante, no tiene cuadros, solo un armario y una cómoda, todo en color gris, se ve todo frio y triste. Entonces abren la puerta de la habitación y entra el chico que me salvo en el callejón, creo que ya son dos veces que me salva, estoy segura que en mi accidente morí y él no se como, me devolvió a la vida.
Se acerca a la cama, y me deja en una mesita un vaso de agua.
—Ya te has despertado, como te encuentras? — Me pregunta con voz amable pero preocupada. Yo con desconfío le respondo.
— Que ha pasado? Donde estoy? — digo asustada, aunque en el fondo se que no corro peligro con él, aunque parezca raro, es una sensación que tengo desde que lo vi por primera vez.
—Después del ataque que sufriste, te desmayaste del susto y te traje aquí, a mi casa.—dice con voz sincera, o eso me parece a mi.
—Pero porque no me llevaste al hospital a que me viera un medico?— Le digo con todavía desconfianza.
—Rubí, no podía llevarte al hospital, si te hicieran pruebas, descubrirían la magia que llevas y seria peligroso para ti y todas las criaturas mágicas. — Dice muy seguro de si mismo. No había caído en eso, pero aun así, no se que pensar.
—Vale, pero porque parece que me conozcas de toda la vida, si te vi por primera vez hace 2 días, cuando tuve el accidente.— digo un poco mas relajada.
—Te acuerdas? Que raro, no deberías de recordarlo, normalmente si alguien muere y vuelve a la vida, no se acuerda de nada durante esos minutos.—dice extrañado de que lo recuerde. Entonces tenia razón, el me devolvió a la vida y entonces me doy cuenta que en todo el rato que estoy con él, no le e escuchado ni un pensamiento, es muy raro, pero a la vez, siento calma no escuchar lo que piensa alguien, como si fuera normal como antes de la magia y toda esa locura.
—Pues si, me acuerdo y también del sueño de la otra noche, te llamabas Dylan, verdad? Y que quisiste decir con que me estabas esperando toda la vida? —digo con ganas de saber mas cosas de él. Cuando se disponía a contestar me empieza a vibrar el móvil, lo cojo y veo que tengo diez llamadas de mis amigas y cinco mensajes de texto.
“Rubí donde estas?” “ Te falta mucho?” “ En serio nos estamos preocupando, porque no contestas?”
Son algunos de los mensajes que tengo de ellas, me fijo y son las 12 de la mañana, llevo 2 horas dormida. Me levanto de golpe y me da un pequeño mareo, vuelvo a sentarme en la cama y respiro hondo.
— Despacio mujer, después del control mental del vampiro te quedaste muy débil, tienes que levantarte despacio, sin prisas.— dice con voz preocupado. Me vuelvo a levantar, pero esta vez lentamente.
—Muchas gracias, pero me tengo que ir, mis amigas están esperándome muy preocupadas. — digo dirigiéndome a la puerta para abrirla. Pero en ese momento, viene hacia a mi con una súper velocidad, se pone entre la puerta y yo, me asusto de la sorpresa, y entonces recuerdo, que el también tiene habilidades sobrehumanas.
— Que eres?? Eres un vampi…. — digo con voz temblorosa, pero me corta y termina él la frase.
—Vampiro?, no, no lo soy, soy una sombra, me convertí en sombra por ti, hace 18 años. —dice mientras se mete la mano en el bolsillo para sacar algo. Que se convirtió en sombra por mi? hace 18 años, cuando yo nací, no entiendo nada.
—Que quieres decir con eso?? Quien eres?? —le digo ya harta de tantos rodeos.
—Yo era un ángel guardián, el tuyo específicamente, hace 18 años baje del cielo para darte mi gracia y hacerte el ser mas poderoso de todos los tiempos, pero me tuve que quedar para protegerte, porque hasta que cumplieras tus 18 cumpleaños, eras vulnerable, y si morías, antes de cumplirlos, no desarrollarías tus habilidades mágicas. —sigue diciéndome mientras me da lo que se ha sacado antes del bolsillo.
—Y quería darte este collar de plata, la piedra que lleva es un rubí mágico contra los vampiros, si lo llevas puesto nunca podrán controlarte.—dice mirándome a los ojos. Cada vez que me mira así, se me acelera el corazón, me pongo muy nerviosa, nunca me había pasado con nadie. Cojo el colgante y me lo pongo.
—Muchas gracias, pero me tengo que ir, mis amigas estarán súper preocupadas.—digo con prisa de marcharme de allí, no solo por haber quedado. Abro la puerta, y salgo corriendo hacia la calle, miro para ver si conozco la zona donde estoy, vale, solo estoy a dos calles de donde había quedado con mis amigas, saco el móvil del bolso y llamo a Amy.
— Amy? Estáis todavía en la cafetería? Si, tranquila, estoy bien, cuando llegue os cuento, hasta ahora.—Le digo con voz cansada de ir andando rápido, cuelgo y vuelvo a meterlo en el bolso.
En cuanto giro la esquina, veo la cafetería, abro la puerta y entro, las veo en nuestro sitio de siempre, la última mesa del final.
— Hasta que das señales de vida!!!— suelta Kayla en cuanto me ve aparecer.
—Perdonar chicas, pero no sabéis lo que me ha pasado.—Les digo, contestando a Kayla.
—Tranquila cariño, cuéntanos que ha pasado?—Dice Amy con voz preocupada.
—Pues mirar, esta mañana he salido de mi casa 20 minutos antes, para ir a la biblioteca, a buscar información sobre la magia, después he salido para venir hacia aquí, por un callejón, y de repente a aparecido una niebla y he empezado a escuchar susurros, he visto unas sombras a lo lejos y cuando se han acercado un poco mas he empezado a oír claramente sus voces, eran vampiros!!!— les digo nerviosa todavía del susto.
—En serio??? Pero estas bien???—Me dicen las 3 a la vez. A veces pienso que son trillizas, porque casi siempre dicen las cosas a la vez.
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Editado: 03.08.2024