La idea de esperar no le gustaba para nada. Ahora tenía pruebas, datos, ahora la información estaba en sus manos pero le faltaba más, Ava quería mas. Necesitaba los detalles precisos.
Aún cuando la oleada de frustración azotaba su cuerpo, sentía que estaba cerca de cumplir su objetivo, lo único que le desagradaba era que para lograrlo debía confiar a medias en alguien tan manipulador como lo era Ember Kage. Tan solo recordar su cara le hacía fruncir el ceño, y esa sonrisa de suficiencia despertaba un gruñido violento. Parecía que Ember siempre sabía algo que Ava no y se jactaba de eso.
—¿Tú que opinas? —La firme voz de Patrick la devolvió al presente.
El alfa había relajado sus musculosos hombros ahora que los mercenarios se marcharon, a pesar de eso, Ava sabía por el diminuto auricular escondido en su oreja bajo la masa de cabello, que estaba haciendo un seguimiento de cada uno de sus pasos mientras los tres se retiraban del territorio. Patrick no podía dejar nada librado al azar, así que era de esperar que los escoltas llevasen micrófonos ocultos.
—Tiene sentido —Marshall respondió, su voz suave con un borde ronco, acarició los sentidos de Ava de una forma que le aterraba y al mismo tiempo le fascinaba, removiendo la inquietud que tenía sobre la posibilidad de que Dima y Jason pudiesen estar en peligro—. No pudimos encontrar nada sospechoso en la empresa minera Mirianni, su nombre mismo representa la unión de las dos primeras letras de los nombres de pila de los cuatro socios fundadores. —Torciendo los labios hacia un costado, el lugarteniente se cruzó de brazos, la mirada fija en el alfa—. Su nombre figuraba en el primer lugar de la lista que tenía el ex alcalde de posibles compradores.
—Hmmm..., así que no estamos seguros de que haya una conexión directa con la persona que mencionó Ember.
Marshall confirmó.
—Pero la empresa en sí era joven.
—La persona pudo haber propiciado su creación —Ava razonó—. Hay muchas formas de influir en algo sin que tu nombre quede relacionado de forma directa.
Cuando Marshall la buscó con la mirada, Ava notó una chispa de puro placer que invadió sus ojos haciendo más vívida la mezcla de colores. La tensión se incrementó en su vientre al igual que la velocidad de sus latidos.
—¿Crees que podemos usar esto para llegar al fondo del complot que sufrimos?
Aunque la pregunta de Patrick iba dirigida hacia Marshall, sus ojos verdes se centraron en ella durante un breve instante. Estaba siendo cuidadoso, pero ella sabía que era necesario hablar sobre las acciones de Nolan.
«Está bien» se dijo «Habíamos acordado que lo enfrentaríamos» el pelaje de su tigresa se movió bajo la piel, una sencilla muestra de apoyo.
—Sería más sencillo si Nolan no hubiera quemado todas sus cosas —Ava murmuró.
Después de que fuera tomado como prisionero por los osos polares, Byron y Kenny revisaron su habitación y encontraron un balde de metal liso lleno de escombros calcinados y cenizas. Con una inspección más profunda de los restos, se llegó a la conclusión de que había incinerado sus aparatos electrónicos. Joey no fue capaz de encontrar ninguna dirección o cuenta personal en el único aparato que sobrevivió, un anotador digital que era propiedad de Gold Pride, Nolan había pedido permiso para sacarlo de la sala de comunicaciones tres días antes del atentado.
—No dejó huellas —Patrick respondió chasqueando la lengua en un brusco sonido de frustración. Nolan había sido un amigo cercano para él, incluso había pensado en nombrarlo lugarteniente. Su traición había dejado una herida dentro de Patrick que le resultaba difícil cerrar—. Debemos aprender a vivir con estas incógnitas.
El alfa se llevó una mano a la cabeza, la luz le dio directo a su alianza de matrimonio y la hizo brillar, el león comenzó a ir y venir por la oficina.
—No me agrada esto —Gruñó sacudiendo la cabeza—. La idea de estar obligados a cooperar... —Un sonido más animal y furioso surgió de su boca, cuando volteó hacia ella sus ojos destellaban con una ira aplastante—. Tú lo conociste ¿Kage es confiable?
Ava se obligó a recordar lo poco que tenía sobre él, el curso de iniciación que dictó cuando ella era era una aspirante a agente fue brutal, psicológicamente. Ember había proyectado imágenes de los casos más estremecedores resueltos por los agentes veteranos, y los más crueles tenían su huella de principio a fin.
—Quiero que vean en lo que se convertirán cuando se certifiquen —había dicho con un brillo sanguinario en los ojos que se tornaron rojos durante todo el curso—. Somos depredadores de depredadores, el terror de esas mierdas que se hacen llamar humanos. Si después de esto todavía tienen las agallas para continuar queriendo ser un agente, prepárense para desatar su lado más violento, lo necesitarán para sobrevivir en el bajo mundo.
La forma en que había dicho eso le arrancó un escalofrío a Ava, Ember le había mirado directo a los ojos mientras hablaba, como si tuviera pleno conocimiento de la violencia que vivía dentro de ella.
—Ember es despiadado —admitió luego de sacudir esos recuerdos—. Su prioridad es el bienestar de los cambiantes, no haría nada para lastimar a personas inocentes pero es la clase de hombre que usaría a civiles si con eso logra capturar a sus presas.
Sus métodos eran en su mayoría extremos, pero no fue la crueldad excesiva para con sus capturas lo que le puso en la mira de la comisión directiva de la ACC, sino que fue involucrar a personas ajenas para lograr sus objetivos. Los civiles jamás debían ser puestos en riesgo, era una de las reglas principales de la asociación.
—Esa fue una de las razones por las que se ganó sanciones de la comisión directiva cuando era agente, poco después renunció.
El razonamiento de Marshall fue más preciso cuando agregó:
—Se convirtió en mercenario para no seguir reglas.
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Editado: 08.08.2022