Rules

Reglas (Epílogo)

[Dos años después]

-¿Puedes dejar de ver esa fotografía como una pendeja y ponerle atención a tu mejor amiga, pelirroja?- Bianca llevaba alrededor de una hora intentando que le prestara atención pero mi mente estaba del otro lado del mundo.

-Ya, ya, tienes toda mi atención B, ¿qué decías?- le respondí  a Bianca dejando la fotografía de Chloe y mía de lado un momento.

-Si no fueras mi mejor amiga estarías más que despedida como planificadora de bodas- me dijo Bianca ordenando algunos papeles.

Reí por lo bajo al escuchar sus palabras y recordar cómo había cambiado todo en cuestión de dos años.

-Venga, que ni siquiera es tu boda, hasta Totty está más calmado que tu y es su boda- le dije a Bianca revisando algunos centros de mesa.

-Eso es porque no lo has visto escoger el traje- me dijo Noah a mis espaldas, avanzando hasta Bianca y dándole un beso rápido. -¿Alguna noticia de Chloe?- me preguntó el pelinegro tomando una galleta.

Negué con la cabeza algo desanimada y seguí revisando centros buscando distraerme.

Llevaba dos meses sin saber absolutamente nada de ella. Era frustrante saber que solo faltaron dos meses para lograrlo, a la par que sumamente preocupante no saber nada de nada.

Noah se acercó a mí y me dio un abrazo por la espalda, intentando reconfortarme.

-Este, definitivamente este- me dijo señalando uno de los diseños de centros de mesa que estaba viendo.

Realmente me gustaba, así que le dí vuelta para que Bianca nos diera su opinión. Miró sorprendida y rió por lo bajo.

-Hasta gusto para esto tienes, no dejas de sorprenderme cariño, ven ayúdanos con las decoraciones- le dijo a Noah lanzandole un beso, él acercó una silla para ayudarnos.

-¿Podría ayudar para nuestra boda?- dijo Noah con ilusión a lo que Bianca soltó una risa un poco burlista.

-Ni en tus sueños mi vida, eso es cosa de Helena y yo- dijo Bianca dándole un beso en la mejilla.

Las tardes con la parejita feliz eran realmente entretenidas, eran la pareja más funcional que conocía pasando por encima de miles de casados.

-B, ¿Crees que la boda quedará mejor que la de Raven y Taylor?- le pregunté en modo de broma a Bianca haciéndola soltar una carcajada sonora en medio café.

-¡Obviamente quedará mejor!, nuestra novia no tiene una panza de seis meses de embarazo y si quiere al novio- dijo la morena acomodándose en  su silla.

-¿Hablan de nosotros?- dijo Carla entrando a la cafetería con Renné de la mano, ambos sonriendo a más no poder. Los saludamos y les enseñamos las elecciones más recientes para su boda. 

 Renné ya trabajaba pues su carrera era sumamente corta,  y Carla aún tenía algunos años de carrera por delante.

A nadie le importa que estén muy jóvenes para casarse, ni siquiera a ellos y son los únicos que deben preocuparse por eso. Dicen que antes de tener hijos van a viajar por todo el mundo. A mi me suena a un gran plan a decir verdad.

El planeamiento se alargó hasta mi apartamento, que seguía siendo el mismo de siempre, pero con algunas remodelaciones.

Estaba en la cocina preparando algo de beber para todos cuando escuché un grito alargado por parte de mi mejor amiga.

Corrí a la sala asustada, buscando el motivo por el que Bianca había gritado de esa manera. Cuando llegué a la sala Bianca se mordía los labios llena de emoción.

-¿Todo está bien por aquí?- pregunté extrañada.

-Si, todo perfecto, puedes seguir en lo tuyo Lena- dijo Noah con un tono de tranquilidad algo falso.

Le hice caso, siguiendo con lo mío algo seria, o mejor dicho pensativa. Me intrigaba el por qué Chloe había desaparecido de la nada, sin decir palabra. Simplemente había dejado de recibir mis mensajes.

Saqué una fotografía que siempre llevaba conmigo de nosotras dos, pensaba en qué estaría haciendo, si tuvo un buen día o si necesitaba una noche de películas para sentirse mejor. Me preguntaba qué canción estaba escuchando, qué tipo de café estaba tomando, si había comido y dormido bien si recordaba mi nombre mientras caminaba...

Sin darme cuenta boté el vaso que tenía en mi mano, haciendo que se quebrara contra el suelo. Mientras juntaba los vidrios y sin premeditarlo empecé a llorar.  Era algo que hacía mucho últimamente.

Renné entró en la cocina preocupado y al verme en el suelo con los vidrios rotos en mis manos se acercó asustado.

-Venga, tranquila, que todo va a estar bien- me dijo abrazándome por la espalda  con cuidado. 

Yo no quería hablar, no me apetecía en lo más mínimo en ese momento pero realmente necesitaba sacarlo.

-Se que la quieres muchísimo Helena, todos sabemos eso muy bien- Totty se me adelantó y empezó a hablar. -Y mientras esperas que vuelva, nosotros de ayudaremos a  que esa espera sea menos tediosa- el moreno tomó los vidrios de mis manos y los dejó en la basura para luego darme un abrazo.

-Gracias Totty, por siempre hacerme sonreír- le dije a mi mejor amigo abrazándome a su cintura. Fuimos con los demás, y seguimos planeando la boda entre risas y canciones.



#47007 en Novela romántica

En el texto hay: amistad, lgbt, amor

Editado: 26.11.2018

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