Sabana-
—¿Papá?.
Dejó el bolso en la entrada.
Respiro profundo. Esta difícil encontrar una manera de contarle a tu papá sobre tu pequeño allanamiento y robo.
Al menos Ben no está aquí.
—¿Papá? —camino hacia la cocina.
Me detengo en la sala en seco al ver la espalda de mi novio.
—¡Ben! —exclamó corriendo hacia él y lanzandome en sus brazos.
Al abrazarlo olvide por completo mis dudas.
—Me alegra muchísimo que estés bien —me abraza fuertemente —. No se porque estaba tan preocupado.
—Es que Lucinda esta totalmente loca, que bueno que no has tenido el placer de conocerla.
Me separó y acarició su rostro. Es tan guapo, soy tan feliz a su lado.
—Bueno, estaba tan preocupado que vine lo más rápido que pude esperando encontrarte y la vi saliendo de la casa. No pude evitar recordar su encuentro con Clove en el Festival.
—Si, yo tampoco he podido olvidarlo. Pero los lunáticos actúan así.
—Sabana —reprende papá.
—Es la verdad —me acerco a él a darle un abrazó.
—¿En dónde estabas? —me estruja en sus brazos.
El momento de la verdad llegó.
—Fui con Aiden a la casa de Lucinda a recoger ropa de Clove.
—¿Lucinda sabía de eso?.
—No realmente, si entramos por la puerta principal pero aún así podría considerarse allanamiento de morada —murmuro lo último.
Se separa de mi rápidamente y me mira fijamente.
—Sabana... ¿Qué dijiste? —sonrió fingiendo inocencia —. ¿Qué paso después?.
—Estábamos recolectando sus cosas cuando entró la señora de la limpieza, bajamos por una ventana y luego...
—Se fueron rápidamente —suspira.
—No... Nos aprovechamos de la situación y, en pocas palabras, le robamos a Lucinda.
Me observa con los ojos muy abiertos.
—Le robaste a Lucinda —repite procesando lo que dije.
—Solo fue poco dinero —intento que suene menos malo pero es imposible.
—¡Asi hubiera sido un centavo, Sabana! —exclama —. La cantidad no es problema, la mera acción lo es.
—Solo quería ayudar a Clove...
—Convirtiendote en ladrona.
—Papá, deja que te explique —me observa con rudeza —. Si, se que lo que hice fue malo, muy malo, pero Clove tiene que empezar de nuevo por su cuenta y con ese dinero tiene como empezar.
—¡Yo tengo muchísimo dinero! ¡Tanto como para comprarle una mansión ya equipada a cada una y me sobra dinero para que ninguna trabaje el resto de su vida! ¡¿Por qué crees que Lucinda no se quiere separar de mí?!.
—Porque esta loca —digo sin pensar.
—Aparte de eso —se sienta a masajear su cabeza.
Le hecho una mirada a Ben quien me mira con reproche.
¡Genial! Nadie está de mi lado.
La puerta principal se abre rompiendo el silencio. Aiden y Clove a aparecen agarrados de las manos.
Al menos son felices en este momento.
—¿Qué sucede? ¿Ocurrio algo malo? —Clove nos detalla.
—Tu hermana le robó a tu madre y estoy pensando como resolver este problema.
—¿¡Qué hiciste qué?!.
Suspiro. No van a parar los regaños.
—Charles, yo asumo toda la responsabilidad de ello —Aiden da un paso adelante —. Si Lucinda toma alguna venganza me haré cargo.
—Hijo, gracias de verdad, pero eso no le quita a Sabana culpa por sus actos.
—Además, no te dejaré asumir la culpa por mí, intentaste detenerme pero soy muy testaruda cuando se me mete una idea en la cabeza —camino hacia el pasillo y agarro los bolsos que traje —. Fuimos a buscar algunas de tus cosas a casa de tu madre —le entregó el bolso llenó de ropa —, y aquí está algo de dinero para ti —se doy.
Clove abre el bolso rápidamente y tapa la boca con sus manos.
—¡Aquí hay más de diez mil en efectivo!.
—¡Cielos! Me va a dar un infarto —papá soba su pecho —. ¿Qué vas hacer cuando descubra que fuiste tú? Viste lo que le hizo a Clove, y es su hija, no tendrá misericordia contigo.
—Tengo un plan —Benjamín habla por primera vez desde que empezó la disputa —. Pero antes, tengo una pregunta. ¿Cómo una mujer que no trabaja y a sido mantenida toda su vida puede tener tanto dinero en efectivo?.
—Buena pregunta —murmura Aiden perdido en sus pensamientos.
—Ella hace algunos años intento abrir una peluquería pero no se concretó —menciona papá.
—Hace algunos meses fue una mujer a la casa, va cada cierto tiempo y le estaba hablando a mamá sobre las finanzas de la peluquería. ¿Cómo un negocio que nunca abrió puede tener finanzas?.
—Lavado de dinero —concluye Ben —. Es justo lo que necesitamos —sonríe con malicia.
—Sabana sonrió de esa manera cuando se le ocurrió su plan macabro —comenta Aiden, aguanto una carcajada.
—Charles, supongo que tienes conexiones como para investigar el posible lavado de dinero —ignora el comentario de Aiden.
—Por supuesto.
—Perfecto, ese será nuestro golpe de gracia. Mientras tanto, si Lucinda busca una forma de vengarse de Sabana y Aiden vamos a usar el incidente de Clove como nuestro seguro —se fija en Clove —. Espero que no te importe.
—No, esta bien. Ella es obsesiva con la reputación, le molestaba que hablaran de ella a sus espaldas, por eso me golpeaba cuando Sabana me superaba —agita la cabeza como dispersando recuerdos —. En eso puedo ayudarlos, tengo evidencia. He tomado fotos de mis moretones por años y algunos videos de las peleas que tuvimos, no podremos extorsionarla sin pruebas.
—También esta el doctor que atendió a Clove, podría testificar si la situación pasa a mayores —acotó.
—Me cuesta creer que un grupo de jóvenes haya planeado un allanamiento, un robo, este considerando una extorsión e investigar a alguien —dice incrédulo.
—Papá, es la única forma en que tu y Clove se podrán liberar de ella —sostengo su mano.