Respiro profundo, ya van tres veces que me dicen superficial, no me parece muy lindo, pero igual me afecta «A vos y a tu ego… el cual soy yo»
¿Osea que yo hablo con mi ego?
Wow, cada vez estoy más loco…
Necesito psiquiatra «omitamos a la psiquiatra y vamos directo a un manicomio» Sacudo mi cabeza para así terminar de secar uno de los vasos de cristal que acabo de lavar.
La música se hace más fuerte y así mi dolor de cabeza aumenta, me quejo de una manera que ni yo me entiendo y solo sigo con mi trabajo. Es lunes, un lunes infernal, un lunes aburrido, ¡agh! Odio los lunes, y aunque suene cliché, es cierto, los lunes son horribles, y para colmo me toco mi primer día de trabajo un lunes, suspiro.
-¡Hey! Chico…- me giro en dirección a la voz femenina que me está llamando encontrándome con una chica de cabello corto, lacio y negro, pero negro, de un tono oscuro, azabache para ser precisos, o bueno, estamos dentro de un club nocturno, su cabello junto con las luces moradas y azules se ve más oscuro- ¡Hey!- dice sacándome de mis pensamientos mientras agita su mano de un lado a otro frente a mi cara- ¿me podes dar una cerveza?- yo asiento y comienzo a servir su cerveza en un vaso especial para este tipo de bebida.
Y si… se sobre esto, por algo trabajo acá, no solo vine a trabajar para acá para ver a lindas chicas con vestidos ajustados, no, en realidad, vine a trabajar para acá, porque mi padre, y mi madre, mi queridísima madre «Nótese el sarcasmo» no me quieren ayudar a pagar la universidad, solo me pagaron la inscripción y el primer semestre, y lo demás me toca a mí, no me quejo solo…
-Gracias- me dice con una sonrisa mientras se aleja de la barra, una sonrisa coqueta se forma en mi rostro y muy alegremente sigo sirviendo tragos a más chicas, muy pocos hombres se acercaban a mí para pedirme una bebida, preferían pedirle a Manila, y si mi compañera de trabajo se llama Manila, como la capital, y me imagino que se preguntaran como es Manila, pues, es linda. Rubia, pero teñida, flaca, con figura, alta, casi de mi altura, y yo mido 1.80m, y muy, muy seria.
-¡Ey genio! tenes un descanso de cinco minutos- dice Manila y yo asiento muy alegremente, me seco las manos con una toalla que estaba sobre la barra y salgo de allí para luego entrar por una puerta que tiene en letras mayúsculas “Solo personal autorizado” y para colmo, las letras son rojas, me imagino que para que las personas entiendan hasta ebrias, me siento en una de las bancas que están a los lados de los casilleros pegadas contra la pared y me recuesto contra, bueno, la pared cerrando mis ojos con cansancio…
Llevo ya seis horas acá, con la música a volúmenes que solo los perros oyen y chicos y chicas ebrias a mas no poder, una chica morena me empezó a coquetear pero como no me gustan morenas, me sentí incomodo y le dije a Manila que la atendiera, luego un hombre como de unos treinta años comenzó a insultarme, pero obviamente con ese tono de ebrio que siempre se escucha en estos lugares, y yo como buen chico comencé a estresarme y no lo insulto porque Manila dice que siempre tengo que ser condescendiente con esta gente… pero ¡Agh!
Abro mis ojos…
Necesito ayuda para salir de ac…- My love ya lo tienes de hace rato salgamo', que dejé prendido el auto… na, na, nanana…- tararea en voz baja una chica rubia de flequillo mientras pasa frente a mí, a unos cuantos metros de distancia mientras se tambalea de un lado al otro, frunzo el ceño.
-Eh… ¿chica? Este no es un sitio donde pueda estar- digo mientras me levanto de la banca «Wow, eso fue… o bueno, sonó, muy maduro para haberlo dicho tu»
-¿Um?- pregunta sin voltear a verme, como si estuviera buscándome por toda la habitación con su mirada- Solo quería saber dónde estaba el bañ…- se queda en silencio al voltear y ver mi cara de confusión- Эй, ты такой милый мальчик, ¿да?...- frunzo el ceño, ella comienza a acercarse lentamente a mí y yo como buen Mark, me quedo quieto esperando con curiosidad que me va a decir aunque no lo entienda, ya que esta en un idioma que ni siquiera sé cómo se llama- Мне нравятся твои глаза и твой рот...- sigue hablando en un idioma inentendible para mí para luego acercarse a mí y halarme de la camisa negra que llevo puesta para así darme un gran e intenso beso en los labios…
«Ok… esto es raro, pero a mí, osea tu ego, me gusta»
Con tristeza la separo de mí y esta me regala una sonrisa de oreja a oreja que me hace sonreír a mí de una forma un tanto coqueta quedando ahí durante unos veinte segundos, con la misma sonrisa, sacudo levemente mi cabeza al darme cuenta de que la chica ya se fue…
«¡Hey! Galán, el nombre, no le preguntaste su nombre»
Salgo rápidamente de la habitación de descanso para empleados y comienzo a buscar a la chica que me acaba de dejar parado con una sonrisa boba.
-¡Hey! Genio, faltan dos minutos para que termine tu descanso y comience el mío- escucho decir a Manila desde la barra, volteo en su dirección y la encuentro sirviéndole un Martini a una chica de cabello castaño y lacio, asiento y... ¡Espera! ¡Dos minutos para que termine mi descanso! Solo dos minutos para encontrar a la chica de idioma extraño y sonrisa amplia…
La cual me dio un beso muy ri… «Concentráte» cierto, cierto, comienzo caminar con rapidez entre la gente pero nada, no la veo por ningún lado - ¡Agh!- me regreso a la barra y tomo la pequeña toalla que había dejado manila sobre la barra al ver que me acercaba.
-Ok genio, dos horas y te vas a tu casa- me dice mientras pasa a mi lado, suspiro y asiento…
-.-.-.-.-.-.-
Dure las últimas dos horas de mi turno esperando a que la chica se acercara a la barra pero no lo hizo.
Estoy triste, porque la chica no se apareció, y a la vez confundido, esa chica me dijo algo en… en, vaya a saber usted en que idioma lo dijo, lo que sé es que lo que dijo, lo dijo de una manera muy coqueta…