La luz del sol que destellaba del concreto, los alambrados y el acero bañaba la cara de Zander con su calor. El cálido aire le acariciaba el rostro y despeinaba su cabello. Escuchó los ruidos de los autos, el cantar de las aves, el sonido de una canción distante en la radio. Zander se detuvo, entonces, Louis, quien caminaba a su lado se detuvo espontáneamente.
-¿sucede algo?- cuestionó Louis observando a Zander, con esa mirada que se encontraba pérdida vagando en pensamientos irreconocibles.
-No la he visto...- dijo con una voz apenas perceptible.
-¿a quién?
-A Hallie...- de pronto Zander observó a Louis recuperando la noción de cada una de sus palabras y rodó los ojos -. Tú que vas a saber.
-¿Hallie?... ¿Hallie Wenzel?
Zander se sorprendió, no contaba con la noticia de que Hallie y Louis fuesen conocidos.
-¿la conoces?
-Claro -Sonrió -. En la fiesta de anoche, se encontraba sola aún a pesar de la gente, comenzamos a platicar y me retiré por un momento.
-Hoy no fue a clases.
-¿Hay algo con eso?
-Si... Bueno... Hallie no es una chica desobligada, le enfada faltar a clases...
Louis no comprendía las descripciones de Zander, eran como balbuceos escogidos al azar. Sabía que algo andaba mal y no eran solamente las des obligaciones que rondaban.
-Y bueno... Resaca... Cansancio. No lo sé. Y te aseguro que ella no es la única.
Zander giró la cabeza de un lado a otro lentamente, en tono de negación. No quería aceptar el hecho de que todo podía transcurrir mal.
-Vuestro corazón habéis de seguir mí querido caminante. Es un largo camino que no has de perder, o vuestros pensamientos vagarán en un bosque interminable. - comentó Louis con un tono bastante icónico. Antes de decir otra palabra se fue adentrándose en la Universidad. Ignorando cualquier palabra y movimiento que Zander estaría por decir. Zander no tenía un buen presentimiento, no podía ignorar lo que sentía o pensaba. No hasta asegurarse de que todo marchase bien, y debía actuar.
Las clases habían comenzado, ya habían pasado más de 10 minutos, escuchando los balbuceos del profesor Anson. Quien impartía la clase de literatura, siempre con su mirada reveladora por encima de sus anteojos y un aspecto formal (que estaba lejos de serlo). Mr. Anson no hacía más que hablar al azar de temas sin importancia alguna (Por lo menos eso pensaba Zander, imaginando algún momento en el que pudiese ser libre sin ningún tipo de obligación, no hacía nada en lo absoluto. Pero quería vivir con la mentalidad de «Fuera reglas»)
-Joven Lee Ray.- mencionó el profesor Anson, provocando que todos esos pensamientos se esfumasen.
-Profesor Anson- dijo Zander sin ganas y observando a otro lugar, mientras jugueteaba con el plumón que emanaba un molesto sonido.
-¿Podría dejar de hacer eso?
-¿hacer...? ¿Que?
-Zander Lee Ray. Ponga atención a la clase o me veré con la obligación de quitarle 2 puntos de su calificación.
-¿quitarme puntos?... Profesor Anson, siquiera los tengo- algunas pequeñas risas sonaban al fondo del salón, el Profesor notaba el tono desafiante de su alumno, sabiendo que no era la primera vez que contestaba de esa manera. Zander se levantó de su lugar llevándose su pequeña y liviana mochila. Mr. Anson lo observaba con una mirada confundida y molesta -. Tranquilo, profesor. Solo iré a la oficina del director... ¿O no era lo que usted quería?
-Joven Ray. Le prohíbo pasar esa puerta. Y ya que no puso ni una pizca de atención es porque sabe perfectamente el tema, así que pase al frente a explicar la clase - Mr. Anson ya se notaba bastante molesto, a punto de perder la cordura y la poca paciencia que tenía hacia Zander.
-bien, Mr. Anson quiere que de la clase, pues doy la clase. - sin más pasó junto al pizarrón, mostrando una delicada sonrisa haciendo que el profesor Anson tuviese una pizca de esperanza ante el conocimiento de Zander -. Perfecto, ahora que yo estoy al control de la clase...
-No fue lo que quise decir. Ray.
-¡Les doy la clase libre!
Todo el salón se llenó de gritos alabadores y risas. La mayoría de la clase comenzaba a guardar sus pertenencias para salir del odioso salón (incluyendo a Mr. Anson).
-¡Todos deténganse!- grito Anson, todo el grupo se detuvo haciendo que reinase un completo silencio -. ¡Zander esto es el colmo! Te asignaré un tutor a lo largo de este semestre. Por lo pronto quiero que entregues las actividad de éste día o estarás severamente castigado.
-¿Entonces ya no doy la clase?
-¡Vete a tu lugar!- Zander se encogió de hombros caminando a su asiento, no había otro ruido, pero las miradas de todos parecían con ganas de reír fuertemente. Él estaba satisfecho.
En todo el día, Zander solo llenaba su cuaderno con lo que le había asignado Anson. Sin ningún tipo de ganas. Ya había recibido varias respuestas alabadoras por la gran astucia que tenía al enfrentar a Anson de esa manera.
Momentos después, un grupo de chicos comenzó a hablar. Algo que llamo completamente la atención en Zander.