20 años después....
BAEL
–Es todo lo que tienes, cyam–alentó en forma burlona jadenando por él cansancio.
–Pues yo no te veo del todo bien –murmuró cyam tumbado en él suelo.
Solté una carcajada sin poder evitarlo, como adoraba ganar una apuesta.
–Bueno amigo al menos gané la bendita apuesta–me burle, esto voy a disfrutarlo.
Le tendí la mano para ayudarlo a levantarse, nunca aprenderá ya olvide él sin número de veces que perdió una lucha cuerpo a cuerpo con migo.
–Maldito príncipe de pacotilla, te odió –dice con fingido rencor, para después suspirar con resignación, él sabe lo que se viene.
–Vamos cyam animate, esta vez harás algo diferente –ya era hora de un buen corte de cabello para él, sonreí con maldad.
–Yo conozco esa sonrisa–su cara de terror, solo me alentó–Ni siquiera se te ocurra..
–Ni siquiera sabes, lo que pediré es enserio.
Enarco una ceja, por su exageración.
–Debo temer por mi dignidad estúpido, es lógico –responde con una mueca–Despues de la última vez no se ni que esperar....
Iba a responder, qué entonces dejará de apostar, pero a él le entraba por un oído y le salía por él otro, no tenía remedió...
–Príncipe–llamó un guardia del castillo, giré levemente mi cabeza para que continuará–Su padre lo espera en la sala de reuniones. General también lo esperan a usted, con su permiso.
Asentí en afirmación, maldición lo había olvidado por completo, mi padre estará molestó.
–Esto es tu culpa Bael–soltó burlón cyam, ahora mismo iba a romperle la cara por burlarce, pero nos requerían en la reunión.
–Bueno ambos estamos en problemas, idiota que no escuchaste, anda vamos.
Nos encaminados hacia la sala común.
Esta era una reunión sería se darían noticias actuales y a como iban las cosas no esperaba nada bueno.
–Si me bajan de cargo por esto, te culparé por él resto de tus días para qué vivas con cargo de consciencia–dijo cyam lloriqueando fingidamente, rodé los ojos, me fue inevitable sonreír.
–Tienes que exagerarlo todo siempre, amigo por eso las chicas escapan de ti.
Y era totalmente cierto, cyam parecía la mujer en una relación, llegaba a dudar de su sexualidad, debo admitirlo.
–Lo dice él virgen–susurro, lo mató.
Iba a propinarle una golpiza por lengua larga, pero llegamos al punto de encuentro, así que nos pusimos lo mas serios posibles.
¿Qué?, en momentos serios, siempre tendía a reírme no podía controlarlo.
Saludamos a todos por respeto a los demás líderes de las distintas razas, para después acomodarnos, evité mirar a mi padre sabia estaría un tanto molestó.
–Llegas tarde Bael–susurró mi padre con un toqué de molestia.
–Lo sé–Murmuré en tono cómplice, mi padre soltó un suspiró resignado.
–Qué haré con tigo–dijo frotando su cíen, si padre soy tu mayor dolor de cabeza, lo se–Muy bien, informes.
Así es como empezó la reunión.
–Me temo que estamos en alerta mi rey–informo él viejo fauno–En la última batalla perdimos a muchos hombres de todas la razas, no contamos con él suficiente apoyó, esta guerra nos consumió demasiado, necesitamos mas guerreros, mas magia.
La preocupación me invadió repentinamente, esta guerra había surgido desde antes de mi nacimiento, hasta ahora ya había pasado mucho tiempo, era de esperarse él cansancio.
Pero aún prevalecemos, mi tío aún con sus constantes ataques, no a logrado tomar él reino a pesar de tener de su parte a mas clanes, incluyendo los magos.
Había llegado a luchar en varias batallas y llevado a la victoria junto con cyam su mano derecha, sabían que otra batalla mas no durarían.
–No duraremos un ataqué más mi rey, no recibimos mas atentados gracias al príncipe bael que hirió a su primo en la ultima batalla–anuncio él fenix–Sabemos qué Vulcano no atacará, no al menos hasta qué su hijo mejoré.
–Y sabemos que sólo es cuestión de tiempo y muy poco a decir verdad, los magos pueden curarlo rápidamente–dijo él líder de los elfos–Perdemos cada vez más territorios, no seria mejor desistir de la guerra.
Esa sugerencia lo tomó por sorpresa y no era él único que lo tomaba así.
–¿Hablas de rendirse?–preguntó mi padre.
–Exacto–dijo sin mas, iba a protestar por su estupidez, las consecuencias eran muy grandes y lo tomaba así a la ligera.
–No vamos a rendirnos, no después de tantos años de lucha, se juega la vida de todos en él reinó e incluso la desaparición–exclamó él líder de los Enios.