Un sudor frio recorrió mi espalda en ese instante, y mi piel se erizo al ver aquella letra.
-Si fuese mi padre quien lo escribe, ¿Por qué lo haría?¿Qué motivos tiene?- me pregunte para mis adentros. Agarre una hoja y le escondí entre mis ropas y salí rápidamente de la oficina.
Al salir me tope con Angelo y mi padre quienes de dirigían a la oficina
-¿Ya te vas?- Pregunto mi padre dirigiéndome una mirada sospechosa
-Si... tengo que hacer unas cosas, estoy ocupada, adiós- respondí rápidamente y me aleje con un paso apresurado
Sentí su mirada que apuñalaba mi espalda con sospechas pero no voltee a ver hacia atrás, di la vuelta a el pasillo y salí corriendo, en el camino me encontré Violetta fuera de los baños, la jale de la muñeca y las dos entramos en el baño.
-¿Qué sucede?- pregunto Violetta confundida
-¡Shhh! ¡Revisa que en los baños no haya nadie!- respondí alterada
Revisamos rápidamente los baños y se encontraban vacíos.
-¡Mira esto!-saque la hoja y se la acerque a Violetta
Violetta la toma y analizo un poco lo que decía.
-No entiendo muy bien- dijo moviendo la hoja al aire.
-La letra Violetta- susurre mientras me sacaba la ultima nota y se la mostraba comparando las hojas.
-¡¿Y de donde sacaste esto?!- mascullo
-En la oficina de mi padre, estaba sobre el escritorio, la reconocí al instante.
-¡¿Dices que tu padre mato a Penelope y es quien nos quiso atacar en el bosque?!- Respondió alterada.
-Shhh, baja la voz, que nos pueden escuchar y no te puedo responder eso, pero que más pruebas que esta- dije apuntando a la hoja- ¡Pero no se que hacer!¿Llamar a la policía?
-¡Ey!¡Tranquila Bella!- Respondió sacudiéndome por los hombros- ¡Imagínate que no fuese el y que la persona que esta tras de esto se entere de que lo estas investigando! Podrías terminar igual o peor que ella y la única prueba que tienes es una letra parecida, puede ser coincidencia.
Me la pensé por un par de segundos y analice sus palabras, tenia razón, pero no me quedaría tranquila, debo mantener los ojos abiertos, cubrir mis espaldas, por que quien fuese, estaba cerca, más cerca de lo que podría imaginar.
Nuestra conversación fue interrumpida en el momento que entro una de nuestra compañera en los baños. Violetta me tiro una mirada dándome a entender que saliéramos. Me separe de Violetta al salir del sanitario para poder pensar un poco las cosas.
Me dirigí a sentarme a un salón para reuniones, por suerte se encontraba vacío, me recosté sobre una mesa en forma de reposo y descanse por un momento
-Señorita Leonagdi, este no es lugar para dormir- Escuche la voz de Angelo al entrar.
Levante mi mirada y le vi a la cara- No, no dormía señor Angelo, solo descansaba un poco.
-Todo esto nos tiene desconcertados a todos, entiendo que te sientas así- Comento mientras se sentaba en el otro lado de la mesa- ¿Era tú amiga?
Me desconcertó un poco esa actitud suya, jamás habíamos conversado más que por clases aburridas.
-No éramos cercanas, pero como sabe esto a ocurrido en mi habitación.
-Es muy triste que quieran tomar el suicidio como una salida fácil- respondió
-¿Usted cree que se ha suicidado?
-No creo que exista otra razón ¿o tú si? -me cuestiono
-No, no para nada- Respondí toscamente.
-Muy bien- Asintió mientras se levantaba de la silla- Creo que será bueno para ti ir a despedirla, no veo que te hayas apuntado.
-Tal vez lo haga profesor-
-Muy bien, esperare a que te apuntes- termino la conversación mientras salía del salón
Tararee un poco mi cabeza hacia los costados y la golpee suavemente contra la mesa para pensar.
-Espere profesor- Respondí mientras corrí tras de el.
Volteo ligeramente para verme y arqueo una ceja en cuestión de duda
-Apúnteme por favor, quiero ir.
Angelo asintió con la cabeza y esbozo una sonrisa ligera.