Saga El ángel

Capítulo 8: “La marca (segunda parte)”

 

Jenna

 

Suelto un suspiro que mantenía en mi interior. Me siento un profundo dolor en mi pecho y no me doy cuenta de lo que es. Quizás es por haber llegado tarde o porque él la eligió a ella y no a mí, tal vez es porque nunca me dan una oportunidad o porque a las personas que yo elijo no están para mí después (nunca tendré la respuesta que estoy buscando).

Quiero respirar profundo y olvidar por completo mi pasado, aunque dudo mucho que eso pueda suceder. Desde ahora tomaré mi puesto de Anticristo y eso es lo que seré, ya no hay vuelta atrás. No puedo dejar que me sigan atosigando.

Yo deseaba ser una persona nueva, alguien que tenga propósitos en la vida, pero al parecer solo podré tener uno en la mía. Ya no quiero ser lo que no soy, debo aceptar que no va a haber vuelta atrás, seré lo que todos quieren que yo sea: el Anticristo.

¿Por qué me pasan estas cosas a mí?, ¿Algún día lograré ser feliz?

Tengo muchas luchas internas, pero eso tiene que terminar y debo llevarlas a la realidad. Tengo que luchar con seres para dejar en claro que mi vida es importante también.

No entiendo las razones por las que yo siempre tengo que ser la mala de la historia, ¿no me podía tocar al menos una vez ser la protagonista?

Estoy tratando de luchar por mis derechos, pero es imposible. Quiero ganar una batalla y creerme la invencible, aunque sé que no lo soy.

No puedo ser un ser tan idiota como para creer que soy inmortal, ni siquiera Dios es inmortal. En algún momento llegara el fin para todos, y con todos también me refiero a mí.

Nunca conocí a nadie que me ayuda, me quiera y me brinde un poco de cuidado. ¿Eso es tan complicado de pedir? Quiero ser alguien amado.

Siempre me mantuve alejada de las multitudes, pero también tengo mis talentos, solo que no puedo mostrarle al mundo. Hay reglas y yo debo ser la mala de la película.

Tengo millones de preguntas al respecto, quiero saber qué hacer con todas, pero no puedo hacer nada y simplemente aceptar lo hay.

Observo a Rubby con delicadeza, espero que ella no note mi presencia. No quiero escuchar su tono de voz aburrido y petulante de mocosa malcriada. Quiero verla hasta que se pudra.

Lastima que no tengo poderes para pudrir a la gente, eso sería estupendo. Deseo muchas cosas que no tengo, pero quiero usar algo que la asesine y que Luke se pueda quedar conmigo.

Creo que podría tener algo para llevar a cabo lo que quiero, solo que me va a costar más de lo que podría imaginar.

Me gustaría cantar para un público que no termine muerto, crear mi pequeño grupo de fans, pero que no tenga que ver con la religión.

Muy en el fondo, siento que todo lo que pido no es tan difícil, pero para un ser como yo lo es. Sin embargo, para los mundanos todo eso debe ser más sencillo de lo que ellos se imaginan.

Hay personas que me dicen que debo respirar hondo para tratar de aguantar la ira que crece dentro de mí. No sé por qué guardo tanto, no entiendo el dolor que siento y el que hago sentir.

Noto que Rubby ni sabe que estoy aquí. Espero que eso siga así, no tengo ganas de hacer nada, solo de verla y pensar en qué hacerle.

Deseo que ella desaparezca de la Tierra, pero… ¿Cómo voy a lograr eso?

Tiene que haber algo que hacer para intentar terminarla, quiero verla en el pozo más oscuro que su alma pueda crear.

Un pequeño infierno personal, eso no estaría nada mal.

—Hola, maldita —murmuro con el ceño completamente fruncido al verla dormir tan cómodamente.

Agarro el mentón de la joven Rubby para observar con detenimiento aquella marca que el primer Nefilim había hecho anteriormente, no es posible, no puede ser cierto… no es más que una estúpida mentira.

No logro comprender la razón por la cual yo no podría ser la dueña de aquella marca tan perfecta y esperada por tanto tiempo.

Eso debía ser mío, Luke tiene que ser mío. Ya no soporto el hecho de que nada salga como yo lo deseo. No es justo y todo eso se va a terminar hoy.

Rubby se da la vuelta y sigue durmiendo felizmente, al darme cuenta de tal atrocidad niego con la cabeza y simplemente regreso a mi mundo sin dejar de pensar acerca de la marca de aquel primogénito de Lucifer.

Sin darme cuenta, ya había llegado dos segundos tarde y eso me asesinaba lentamente por dentro.

Esa nefilim hibrida del Infierno la va a pagar muy caro por intervenir entre el siguiente Rey del Infierno y yo, El anticristo.

Jamás podré olvidar la primera vez que vi a Luke, el primer hijo de Lucifer. El ser más fuerte de todos, claro no tan fuerte que Dios o su hermana, pero sin duda es el siguiente.

Lucifer está muerto y eso quiere decir que ahora Luke es el Rey del Infierno. Todo lo que hay en ese lugar le pertenece, pero eso no es todo, hay muchas otras cosas que son de su autoría de ahora en más.

Luke es el único que manda en el Vacío, no hay nadie más. Él y el mismísimo Vacío. Después de tantos años escondido entre las sombras él no sabe lo que le corresponde por tener la sangre de su padre en sus manos y corriendo por sus venas.

Hace varios años, una mujer me dijo que iba a venir otro hijo de Lucifer, pero que nadie iba a recordar al primogénito de aquel arcángel. Así que no sé lo que le va a suceder a Luke, pero creo que nada bueno.

Solo hay un par de razones por las que nadie se va a acordar de aquel nefilim, puede que muera, que lo borren de la existencia o que regrese el tiempo hacia atrás con alguna clase de hechizo mágico de Dios.

Espero que no suceda nada de eso y que aquella señora se hubiera equivocado, sí, eso sería lo mejor que nos pueda suceder. Nadie quiere que lo que me dijo se haga realidad.

Sin embargo, lo que me gustaría es que el destino de Luke se le vaya a Rubby. Creo que ese es un buen plan, ya que nadie se lo vería venir. Podría llevarlo a cabo, pero será muy complicado.



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En el texto hay: angeles y magia, dios, oscuridad y luz

Editado: 24.05.2021

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