Saga El ángel

Capítulo 22: “El principio del final"

 

 

 

Rubby

 

Mi madre luego de unos segundos al recibir la noticia de que mi padre había fallecido toma asiento en un sofá del comedor, cierra sus ojos y comienza a hablar sola o al menos eso es lo que yo pienso en ese momento. De la nada misma aparece Luke y me abraza por detrás.

No comprendo nada de lo que está pasando, es más, me imagino que nada de esto es lo que pensamos pero, muy en el fondo, eso es lo que quiero creer. Quiero creer que nada es real. No me puedo imaginar mi vida sin uno de ellos, es mucho para mí.

Sé que no conozco del todo a Castiel, pero no quiero que muera. Él es un buen ángel y no merece acabar mal. No comprendo la razón por la que Dios no desea ayudarlo en momentos como este. Quizás él tiene un plan mejor y ya lo está planificando.

Espero que sea eso. No quiero pensar que mi padre ha muerto y yo todavía no lo conozco del todo como para saber el ser que Castiel era.

—Lo siento… —Hago que me suelte y lo miro a los ojos.

No sé qué es lo que tengo que responderle, pero trato de hacer que nada me importa realmente. Sin embargo, me importa y mucho. Ya no puedo seguir ocultando que no es así, pero no quiero demostrar que siento dolor en mi interior.

¿Por qué no quiero mostrar que algo me duele? ¿Por qué no puedo ser simple y aceptar que las cosas son como son y me destrozan el corazón? ¿Realmente sentir me hace ser débil o cuál es la razón?

Despertar de una realidad suele ser demasiado atosigante, pero ahora siento que ni siquiera puedo respirar. Me duele saber que ya no volveré a ver a Castiel, sin duda, su muerte me ha afectado más de lo que me había imaginado.

Luego de unos segundos pensando en el dolor, me doy cuenta de que no he respondido las palabras de Luke, pero todavía no sé qué decirle, así que solo dejo que mi alma hable.

—Yo no… —Sonrío tratando de hacerme la fuerte.

Muerdo las uñas de mi mano izquierda, luego acaricio mi brazo para brindarme apoyo, muerdo levemente mi labio inferior y observo a otro lado, mis ojos me pican y, luego de unos segundos, no tardo en ponerme a llorar como cuando era una pequeña.

No entiendo la razón de mis actos, me he dejado dominar por mis sentimientos y siento que eso está mal. Sé que no debería haber hecho eso, pero no puedo negar que sacarlo de mi interior se siente, realmente, genial. Es una sensación mágica de descarga emocional, que seguro no muchos conoces y que pocos son capaces de llevar a cabo. Creo que, por primera vez en mucho tiempo, me estoy comportando como una mundana.

Hace unos meses atrás, pensaba que eso era, creía que era una simple persona que estaba volviéndose loca con una vida miserable y un… que se encontraba en un mundo diseñado solo para ser feliz, pero luego rompí la barrera y ahora estoy en el mundo real. Estoy caminando, el mundo sigue siendo el mismo, pero la que ha cambiado soy yo. Ahora soy la hija de la Oscuridad y un ángel del Señor.

Nunca he sido un ser humano real, solo me comportaba como uno para poder seguir viviendo en las sombras. Para no saber lo que se oculta detrás del telón de la realidad. Supongo que no deseaba descubrir que los seres sobrenaturales son verdaderos y que la vida es tan peculiar que los seres casi ni se pueden despedir al morir.

Ya he perdido el rumbo de la realidad y de la mentir, pero… ahora que lo pienso, ¿y si… y si mi padre sigue vivo?

—Hey, tranquila. —Me abraza con fuerza.

Niego con la cabeza más de una vez al sentirme tan débil entre sus brazos.

—Yo… no soy así. —Sonrío escondiendo mi cara en el hueco que se forma en su cuello.

Miro a la nada y pienso en todas las posibilidades que Castiel ha tenido para sobrevivir, quizás ya no hay oportunidad, o tal vez sí.

—Tranquila… —Sonríe.

Lo suelto con cuidado y asiento con la cabeza tan solo una vez.

—Ven aquí…

Comenta Luke acercándome con fuerza a él, lleva una de sus manos a mi cuello y con la yema de su pulgar limpia las pequeñas lágrimas que se escurren por mi rostro en este preciso momento.

—Basta.

Me alejo de él y tomo asiento mirando hacia el ventanal de mi habitación.

—Él estará bien, haremos lo posible…

—Sí, eso haré… llego la hora, Luke. —Digo con el ceño completamente fruncido—. Iremos por Jenna.

—Recuéstate.

Me acuesto en la cama, extiendo mi brazo y espero que Luke saque la suficiente sangre de mi cuerpo.

—Luke, gracias… —Susurro acercándome a sus labios.

—No… —Se aleja con rapidez.

Sonrío levemente, rasco mi nuca con cuidado. Los nervios me carcomen por lo sucedido y simplemente asiento con la cabeza tan solo una vez.

—Claro… me equivoqué…

Comento y me vuelvo a recostar cómodamente sobre la cama.

—Duerme bien.

Asiento tapándome con la manta, cierro mis ojos para luego ver el mensaje que Castiel me envía, lo logro ver. Castiel está con vida, mi padre sigue vivo. No comprendo por qué mi madre dice lo contrario.

¿Será un plan? ¿Por qué no me lo dijeron cuando sucedió? ¿No soy parte de ese plan?

No sé qué pensar al respecto de todo lo que viví en estos días, no entiendo la razón de toda esta locura de la que soy parte. Siento que no debería ser yo parte de todo esto, no soy la persona que todos esperan. Yo no soy nadie importante para esto, simplemente tengo un propósito en esta vida y ahora que lo sé… ahora que lo sé, solo queda aceptar el destino que ya está escrito.

¿Debo aceptar? ¿Todo el mundo es más importante que yo?

Si no hago lo que debo, todo el mundo acabara, todo lo que una vez fue, lo que sería y lo que es.

No quiero morir y tampoco quiero dejar que la humanidad se pierda por mi culpa. Todo es… Todo es más de lo que me podía imaginar en un momento. No quiero y quiero, pero todo es muy complicado y no sé que hacer.



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En el texto hay: angeles y magia, dios, oscuridad y luz

Editado: 24.05.2021

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