Los demás regresaron al Instituto para llevar a Stella a la enfermería. La muy tonta se había hecho daño a ella misma al hacer que su poder se despertara, aunque sí había matado a la bestia, pero a pesar de todo no podría haber acabado con nosotros porque su poder solo se despertó por un lapso de poco tiempo.
Decidí irme al cementerio para acabar con la penitencia, porque estaba más que segura que los demás no volverían para siquiera iniciar a limpiar las tumbas. Me tomé mi tiempo para limpiarlas, de ese modo conseguiría calmarme. Mis nervios estaban por explotar, la última vez que había estado así de furiosa era cuando descubrí la nota de mi familia diciéndome que se habían ido.
Pronto el sol comenzaría a salir, y ya casi no faltaba nada para terminar de limpiar las tumbas. Luego regresaría al Instituto para darme una ducha y comer algo antes de dormir, porque no estaba dispuesta a ir a clases después de haber pasado despierta toda la noche con tanta tensión.
Cuando desperté eran las dos de la tarde, me levanté y me dirigí a la cocina donde encontré unos panecillos sobre una fuente, tomé dos y me fui a echar un vistazo a la enfermería, donde encontré a Stella descansando en una cama.
— ¿No se ha despertado aún? —le pregunté a la enfermera que le estaba cambiando las vendas del brazo.
—Está en estado de coma.
— ¿Cómo que en coma?, ¿eso quiere decir que no sabe cuándo se va a despertar?
—Su cuerpo ha sufrido graves daños debido al despertar de su poder, sin mencionar que su cabeza ha pasado por una conmoción muy fuerte.
—Pero su poder solo se ha despertado en el lapso de unos pocos minutos.
—Su poder es muy fuerte para que su cuerpo no capacitado pueda soportarlo, es por eso que está siempre dormido… hablando de eso, ¿sabes la razón por la que semejante poder hubiese despertado?
—No, no lo sé —mentí.
Así que el motivo por el que habían traído a Stella en el Instituto no era para entrenar a su cuerpo para que cuando su poder se despertara, ella pudiera controlarlo. El verdadero motivo había sido traerla para poder controlarla cuando eso sucediera. Ya decía yo que este Instituto se venía tramando algo raro.
Observé atentamente a Stella sintiendo una tristeza en el pecho, porque aunque pasara la vida entera entrenando como lo hacía todo el tiempo, jamás podría controlar su poder, porque este la mataría cuando se despertara por completo, porque lo que había pasado en el cementerio solo era la punta del iceberg. Lo mejor sería que me apartara de ella por un tiempo, además verla a ella en ese estado me hacía recordar a mi familia.
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Editado: 17.07.2022