QUIZÁ APRENDA...
- Ahora si, ¿Vas a decirme que diablos te pasa?
Panther gruñó apenas entraron a la sala.
Rosa miró con sorpresa a ambos hermanos. Dejó de regar las plantas y discretamente salió de la sala aunque se quedó en la puerta del cuarto de lavado. Parecía que iba a haber problemas con los hermanos. "Esto es interesante" pensó cubriendo su boca con su regordeta mano. Se recargó en la pared para escuchar.
- Ya te hablado de ello maldición, ya no tengo porque dar explicaciones - dijo molesto por ser tratado de aquella manera -, lo que haga en mi vida es cosa mía.
- Mientras no dañes a otras personas - le dirigió una mirada enojada -, Lena no se merecía lo que has hecho con ella. No es como las otras mujeres a las que estas acostumbrado a tratar.
- Pareces muy interesado en ella - reclamó en un tono amargo sintiéndose molesto por el inesperado interés de su hermano por su ex empleada-. ¿Qué pasa con tu fría novia Fredika? Estoy seguro que a pesar de ser un tempano de hielo no le gustaría saber que su amado novio esta interesado en otra mujer.
- Esto no tiene nada que ver conmigo Ry - se molesto apartándose de él -. Tú eres el idiota que lastimo a una mujer que no ha hecho nada excepto ser la mejor empleada que tendrás en un muy largo tiempo. No entiendo el hecho de que ella tuviera un pasado del que tú no sabias nada haya repercutido en la manera en la que te has comportado toda esta semana.
- ¡Ya te lo he dicho, no es tu maldito asunto!
Panther posó sus ojos irritados en él mirándolo por un largo rato. Ryder cruzó los brazos sobre su pecho, ¡Maldición! No estaba arrepentido de lo que había hecho esa mañana, ¡Había sido un maldito beso! Panther parecía furioso, como si hubiera hecho algo más con ella, ¡Demonios! ¿Quién hacia un alboroto por semejante acción? No había abusado de ella, ¡Solo había sido un maldito beso! Enfrentó la mirada azul de su hermano demostrándole que él no se sentía culpable por lo sucedido, quizá al principio quizá y por eso fue hasta el departamento de ella a pedir disculpas por haberse tomado el atrevimiento de pasar la linea con ella, pero por el beso, por ese beso no pensaba pedir perdón.
Todavía podía sentir los labios femeninos aturdidos ante sus caricias. Al principio sintió que estaba besando a una mujer inexperta, pero lo descartó de inmediato; las mujeres del siglo XXI no eran inexpertas en nada. Las mujeres vírgenes de más de veinte años estaban en serio peligro de extinción.
Bajó la mirada y se dejó caer en el sillón como si todo aquello estuviera agotándolo.
- Me gustaría que dejaras esto en paz - dijo tallando sus ojos con los dedos -, no creo que esto del maldito beso vaya a más de lo que realmente es. Sólo un beso.
Panther miró el libro que estaba sobre la mesita de centro cerca de donde estaba él. Lo tomó y arrancó una hoja. Ryder se incorporó asombrado ante el movimiento de su hermano, lanzó una exclamación al ver que estaba arruinando el libro que aún no terminaba de leer. Lo vio arrugar la hoja entre su gran mano morena, abrió la mano y con ayuda de su mano izquierda buscó la manera de volverla a alisar, Ryder sentado aún en la orilla del sillón no podía apartar la mirada de la acción que se libraba entre las manos de su hermano.
- ¿Qué demonios haces?
Su pregunta volvió a su atención a Ryder; Panther volvió a sostener el libro y la hoja, lo miró por un rato sin decir nada o mostrar un gesto y de repente le arrojó el libro y la hoja.
- Intenta poner la hoja en su lugar - le dijo sin ninguna expresión en su voz -, quita las arrugas y entonces cierra el libro. Estoy seguro que aunque jamás lo vuelvas a abrir la hoja seguirá desprendida y arrugada. No podrás hacer nada. Es lo mismo que has hecho con Lena Kuztnikova, no hay manera de que arregles lo que has hecho Ry. Ella no es una mujer como cualquiera de las otras que han pasado por tu vida. No te acerques a ella, no es para ti. Eres mi hermano pero estoy consciente de que no la mereces Ry, ella es demasiado para ti.
Dicho eso dio media vuelta y salió de su casa silencioso.
Ryder miró la hoja y el libro sobre su regazo. El libro se había abierto en el lugar en donde su hermano rompió la hoja. Su mano tomó la hoja y la volvió a arrugar arrojándola al piso. ¡Mierda! ¿Cuándo dejaría el maldito Panther de abrir la boca?
- ¡Mierda... Joder!
Se levantó y arrojó el libro hasta el otro extremo de la sala.
*
Llego a casa, la puerta se cerró detrás de él. El camino de la casa de Ryder a la suya le había bajado un poco el enojo, más que nada sobre la actitud de su hermano, sabia muy bien que Ry era muy conocido por cambiar continuamente de mujeres, no podría llamar a alguna de ellas "novia", su hermano no tenia novias, él simplemente salia con mujeres por unos cuantos días hasta que se aburría de ellas; la única que todas ellas que siempre volvía de alguna forma a la vida de su hermano era Mandy.
La pequeña Mandy, era la ahijada de una de las viejas amigas de la madre de Ryder. El anzuelo que la señora Green acercaba a el mayor de los King. No era un secreto que la mujer quería que él la tomara por esposa, no para su padre Frank King, para él o para sus hermanos que hacían bromas al respecto. Ryder hacia caso omiso a cualquier comentario, sabia muy bien que él no tomaba en serio a la atractiva joven. Ryder no tomaba en serio a nadie. Él, quizá era igual que su padre. Un hombre de muchas mujeres. Por esa razón era necesario que se mantuviera alejado de Lena, ella no se merecía el trato que su hermano le daba a las mujeres que pasaban por su vida.
Panther se terminó el líquido ámbar que se sirvió de un sólo trago. Miró hacia el solitario salón y entonces se dio cuenta de lo que él estaba haciendo con su propia vida. También se estaba comportando como todo un bastardo. ¡No! Negó con la cabeza buscando excusarse con la mucha diferencia entre él y Ryder, pero muy dentro de sí sabia que al final la sangre de los King parecía estar ganando y lo hacia seguir sus instintos.