Saga King's

CAPITULO 25

SEGUNDA PARTE

 

Y sobre Ryder y Lena, y Dallas y Tatiana muy pronto tendremos noticias.



 

HUNDIDO HASTA EL FONDO

(Ryder)

Ciertamente había momentos en los que podía asegurar que estaba volviéndose loco. Pasó una mano por su rubio cabello un poco más largo que de costumbre; sostuvo por unos segundos un mechón entre sus dedos y miró hacia la ventana de su fresca y silenciosa oficina. Descansó una mano en su cintura entrecerrando los ojos mientras observaba sin prestar atención al soleado día de cielo azul. Parecía que todo se había acumulado en su cabeza hasta el grado de casi enloquecerlo.

Descubrir que todo lo que alguna vez pensó de su padre no era verdad y que Erin había estado envenenando a él y a Panther sobre su padre los últimos veinte años era un impacto muy fuerte que aún lo mantenía sintiéndose incapaz de poder asimilar tantos años de esos desagradables sentimientos que siempre acompañaron al nombre de Frank King.

Aunque podría ser que su padre estuviera diciendo mentiras para que Abigail volviera con él, eso respaldaría la imagen que por años tenia de él. No lo creía capaz de ser el buen hombre que aveces mostraba al mundo.

Todo esa revoltura en su cabeza se unía al hecho de que Lena había desaparecido. La había buscado por días y nadie sabia en donde estaba, incluso preguntó a Dallas por su amiga, pero él tampoco quería saberlo y no se veía muy interesado en querer ayudarlo a localizarlas. Estaba seguro que aún le dolía que la rubia hubiera huido mientras cantaba una canción hecha exclusivamente para ella.

Después estaba la extraña desaparición de Lena Kuztnova. Algunas averiguaciones le llevaron a descubrir que Lena tenia triple nacionalidad. Francesa debido a que su padre había recibido la nacionalidad desde que pidió asilo en uno de sus continuos viajes para actuar en el país y Húngara por parte de su madre y americana por nacimiento; así que ella podría estar en cualquier lado. El mismo portero del edificio no sabia si volvería.

Todo eso aunado a lo quien descubrió acerca de su padre eran demasiado para él. El cumulo de sentimientos que se abrieron ante él lo llevaban a panoramas que no había visto antes. Simplemente se abrió a una realidad para la que no estaba preparado, o quizá muy dentro de sí sabia que ahí estaban pero no estaba preparado para aceptarlo.

Había sentimientos involucrados que poco a poco estaban tomando forma y lo llenaban de un pánico que le cerraba la posibilidad de siquiera decirlo en voz alta. Dejó que su mano soltara los mechones rubios resbalando por su rostro tenso hasta sus labios apretados que se negaban a darle un nombre.

Bajó la cabeza y dejó escapar un suspiro entrecortado. ¡Maldición! Parecía que el mismísimo demonio se estaba empeñando en atormentarlo buscando la manera de hacerlo perder la razón.

- ¡Mierda!

- ¡Oh! Parece que alguien no esta de buen humor esta mañana - la voz severa de Samara lo sobresaltó tomándolo por sorpresa -. Quizá se deba a que te hace falta una buena dosis de cafeína.

- Has llegado temprano el día de hoy - gruñó Ryder recomponiéndose antes de volver su rostro a ella.

- No puedo darme el lujo de perder ese jugoso sueldo - dijo entregándole una taza grande de café - que viene con mi nuevo puesto en la constructora. "Asistente de dirección".

- No hay posibilidad de que pierdas tu trabajo Samara.

- No lo sé, han pasado tantas cosas en este último mes que prefiero ser cautelosa.

Miró a su nuevo jefe estudiando su aspecto desgastado. No parecía aquel Ryder King de siempre, animado y de personalidad relajada y a veces picarona.

- ¿Estas bien Ryder? Te veo...

- No es nada - movió la cabeza sentándose en su sillón haciendo un esfuerzo casi sobrehumano para ocultar cualquier expresión que delatara lo jodido que se sentía. -. Estoy un poco cansado por el trabajo.

- Eso debe ser - lo miró preocupada -, no es bueno todo el tiempo que le dedicas a Construcciones King. Casi estoy segura de que te llevas trabajo a casa; deberías descansar, no es bueno para tu salud que estés pensando sólo en el trabajo...

- Samara, quiero las citas del día por favor - la interrumpió en seco -. Necesitó arreglar algunas cosas antes de salir a las obras este día.

Samara frunció los labios y apretó una mano en un puño asintiendo y sin decir nada más salió de la oficina sintiéndose algo herida por la actitud de su jefe. Buscó la tableta y tomó con algo de violencia los pequeños papeles que la recepcionista le dio cuando apenas entró e el edificio.

No le gustaba la forma en la que se comportaba Ryder, le preocupaba verlo trabajar hasta agotarse y perder ese brillo que le hacia único entre los King. Quería a esos idiotas. Sonrió apenas, los años que llevan trabajando para ellos le habían enseñado a ver a través de cada uno de ellos. Ryder y Panther eran como agua clara para ella, Dallas y Winona estaban un poco más en el fondo, pero podía notar en pequeños gestos y en su comportamiento lo que tenían dentro y Kaleb, bueno, ese niño era, todavía un pequeño enigma. Empero estaba segura que con el tiempo también llegaría a leerlo como un libro abierto en su mesita de noche.

Miró la puerta de cristal con el nombre en letras negras: Ryder King. Director y suspiró y fue hasta la oficina. Abrió la puerta y volvió a encontrarse a Ryder pensativo recargado en el respaldo del sillón cubriendo sus labios con una mano. Al sentirla levantó sus peculiares ojos hacia ella.

- Gracias Samara - su voz salió ronca antes de aclararla.

- Hay varios clientes que quieren reunirse contigo - dijo profesional ofreciéndole los papeles de la recepción -, dos de ellos...

- ¿Samara, qué sabes tú acerca de las otras mujeres de mi padre?

- ¿D-disculpa? - Samara casi se ahogó con sus palabras.

- Tú trabajaste para mi padre en aquella época, cuando mi padre se separó de Erin y Alvina se embarazó de Win.




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