SUCESOS INTERRUMPIDOS
- ¡Ryder tienes que hacer algo! - la desesperación de Samara hizo levantar la cabeza de Ryder de los nuevos planos que había estado estudiando.
Miró a su asistente que a su vez lo miraba ansiosa mientras sostenía en su mano una hoja blanca que estrujaba .
- ¿Qué pasa?
- ¡Esto! - le dio la hoja arrugada, Ryder la tomó y empezó a leerla, la primera frase después de a quien corresponda, terminó de arrugar la hoja y miró a su asistente -, me ha pedido que te entregué esto. No sé que es lo que se le ha metido a la cabeza.
-¿En dónde esta?
- En su oficina. Acabo de ir a verlo y esta guardando sus cosas en cajas - sostuvo sus manos entre su pecho -, ni quiere oír razones, no se que le pasa.
¡Mierda Panther!, gruñó para sí. Él sabia perfectamente que era lo que estaba pasando. Nunca fue su intención lastimar a su hermano al sacar a ese hombre de su casa. Al comprender lo que pasaba en realidad entre ellos fue una muy fuerte impresión, nunca en su más absoluta locura paso por su cabeza que Panther ocultara algo así. Habría jurado sobre cualquier cosa que era completamente hetero, su relación con Fredika por el ultimo año y medio lo decía todo para él.
Frunció los labios y volvió sus ojos hasta la arrugada carta de renuncia.
Se sentía herido por la falta de confianza de su hermano. Ambos habían vivido juntos muchos malos momentos, crecieron juntos con un padre al que los años habían alimentado en ellos una relación odio y amor. Siempre en completa confusión acerca del papel que jugaban ellos en la vida de Frank King. Un papel al que se habían acostumbrado.
La hizo una pequeña pelota en su mano y fue hasta la puerta directamente a las oficinas de la subdirección.
Se detuvo frente a la puerta de cristal entreabierta, se acercó y lo miró guardar un grupo de libros de arquitectura.
No lo veía desde el fin de semana, a pesar de pasar por su casa en varias ocasiones buscando la manera de poder hablar con él. Se veía cansado, con profundas ojeras y la piel pálida bajo el color oscuro claro de su piel y una barba de dos días que nunca había visto en él. Suspiró buscando tranquilizar el latir acelerado de su corazón antes de abrir la puerta.
La cerró firmemente tras él. Esperaba al manos con eso tener la mayor intimidad que las paredes de cristal del frente de la oficina pudieran proporcionarles.
- No tienes que hacer eso Panther - dijo recargándose en el umbral de la puerta -, lo que ha pasado nada tiene que ver con la empresa... Si quieres puedes dejar de dirigirme la palabra, yo no haré nada por evitarlo, aunque me gustaría que antes que eso pase podamos hablar acerca de aquello.
- Ni siquiera te atrevas a hablar - Panther levantó un brazo amenazante -, ahora mismo no quiero hablar contigo de lo que pasó el viernes.
- ¡Por Dios Panther! Yo no sabia... - fue hasta él molesto - ¡Cómo podía saber lo importante que él era para ti! Lo único que pensé fue que podría estar aprovechándose de ti después de lo que pasó, maldición. Un escándalo como aquel podría arruinarte como lo hizo con él. ¡La prensa...
- No tenias derecho - lo interrumpió entrecerrando los ojos mostrándose sumamente enojado -, él estaba en mi casa, mierda. No tenias que sacarlo, él...
Bajó la cabeza deteniéndose por unos segundos antes de volver a arrojar a la caja algunos libros más. Ryder lo miró, podía sentir que había algo más que su hermano no quería mostrar, pero ¿Qué? ¿Qué más podía querer esconderle a él? En ese momento no podía sorprenderse después de haber descubierto lo que aprecia ser su gran secreto. Además, había algo que le mantenía con una curiosidad de la que tenia ahora mismo tenia la oportunidad de saciar.
- ¿Por qué no saliste a buscarlo? - Inquirió serio sintiéndose triste por la manera en que se comportó aquella noche -, Tuviste la oportunidad, él no podía estar lejos de tu casa...
- ¡Pudrete Ryder! - gruñó dirigiéndole una mirada asesina cubriendo con la tapa su caja.
- ¿Por qué no lo hiciste? - demandó dando unos pasos enfrentándole -. Si sientes algo por ese hombre por que no lo hiciste. O lo único que estas sintiendo es una pataleta por que él se fue de tu casa impidiendo que te sintieras el héroe como acostumbras...
-- ¡Maldito hijo de perra! - gritó Panther arrojándose hacia él dispuesto a destrozarlo -. ¡No tenias derecho! No tenias derecho a inmiscuirte en mi vida privada.
Fue la primera vez que ambos hermanos estuvieron a punto de liarse a golpes. Panther estaba fuera de sí, Ryder intentaba detenerlo, no quería pelear y sin embargo para lograrlo tenia que sostener sus brazos consiente de la fuerza de su hermano, que a pesar de ser alto y delgado poseía una excelente condición y era bueno con los puños. Lo sintió temblar y En un movimiento aprovechándose de esa debilidad lo hizo girar y apresar sus brazos. Jadeante lo sostuvo con firmeza.
- ¡Basta Panther! - Gruñó Ryder intentando que en el forcejeo no fuera a zafarse de su agarre -, no tenemos que hacer algo de malo que nos arrepentiremos después.
- ¡Idiota, eres un maldito idiota! - vociferó rabioso -, ¡Lo dejaste ir! No tenias porque inmiscuirte en mis asuntos, no tenias porque hacer que se fuera, que me dejara.
- Lo siento hermano - musitó cerca de su oreja -, lo único en lo que pude pensar fue en que estaba aprovechándose de ti. Yo no sabia que él era tan importante... Si hubiera...
- ¡Maldita sea! - jadeo Panther bajando la cabeza en una expresión de derrota -, ¡Ese idiota puede estar haciendo cualquier cosa para huir de lo que le paso y yo...! ¡Joder!
Gritó entre un sollozo, Ryder aflojó un poco la fuerza con la que sostenía a su hermano.
- ¿Por qué no fuiste tras él? - Inquirió nuevamente pegando su frente a su cabello corto y rizado.
- No lo merezco - gimió adolorido -, no soy lo que él se merece..., pensé que podría engañar a la vida comportándome como un buen hombre...