Capítulo 21: ¡Cayendo en la oscuridad!
Layla Nestro pocas veces tiene buenos sueños, ya que siempre tiene pesadillas extrañas donde ella se suicida, pero se ve muy mayor. Ahora no quiere pensar en ese tipo de cosas y abrió lentamente los ojos para mostrarle una gran sonrisa amable llena de dientes al niño que se encuentra al lado de la cama, sentado y viéndola detenidamente.
Kijiro decidió sentarse al lado de Layla para que cuando despertara darle una buena explicación y así no haya problemas de ningún tipo; no lo mires como un niño de seis años o a ella una niña orgullosa de ocho años de edad, porque en realidad tiene una mentalidad muy madura y no se diga del mismo Kijiro.
Saliendo de sus pensamientos problemáticos, visualizó los hermosos ojos abiertos de la niña y además una hermosa sonrisa de dientes. Sabe que no está molesta y decide hablar. —Layla, lo que viste fue que es el cumpleaños de Sofía y por ello la llevé a los barcos; también le regalé ese cambio de ropa. Espero que entiendas que no hay ningún tipo de sentimientos de ella. Me gusta Sofía, pero únicamente me ve como un niño y amigo —dijo con calma y cuando observó la atmósfera aburrida decidió continuar hablando. —Sabes, ella tiene once años y apenas tengo seis años, además ira a la academia imperial para ser una cazadora de demonios y no volveremos a vernos muy seguido o hasta dentro de siete años. Espero que entiendas mis sentimientos, señorita Layla —dijo con respeto y sinceridad. Realmente no quería ocultar las cosas y le dijo que le gusta Sofía, pero esta solo lo ve como un niño pequeño.
Layla escuchó la sinceridad en las palabras de Kijiro y rápidamente se quedó pensando seriamente en que no hay ningún tipo de competencia por el amor de Kijiro, después de todo esa Sofía tiene once años y es muy seguro decir que conocerá a algún noble en esa academia donde se casará y se olvidará de Kijiro. Con una sonrisa más grande que la de un ninja rubio, habló —Kijiro, está bien que hables con ella. No tengo dudas de que encontrará un buen noble en esa academia y será una esposa; solamente debes de mirar su hermosa cara y belleza —dijo sin enojo o envidia, pero para Kijiro escuchar estas cosas escandalosas sintió un fuerte golpe en el área del corazón y rápidamente habló: —En realidad crees esas cosas y si por alguna razón inexplicable en el futuro Sofía no tiene novio y le gustó. Se detuvo unos momentos y continuó hablando, pero esta vez fue una pregunta: —¿Estará bien que seamos una pareja? —lo dijo con voz seria y viendo directamente los ojos hermosos de la niña que al escuchar estas palabras serías de Kijiro se sintió avergonzada y extraña. Pero respondió: Sí, por alguna razón ese tipo de cosas sucede. Yo, la señorita Layla Nessro, permitiré que seas su pareja, pero no debes de olvidarme y siempre serás mi mayordomo personal —dijo con la voz seria, pero lastimosamente para ella Kijiro es un reencarnado y pudo distinguir la tristeza oculta en las palabras arrogantes de la niña…
*Kijiro sintió un poco de vergüenza al tener que revelar todas estas cosas a una niña de solo ocho años de edad y que está enamorada de su persona, pero es mejor que lo entienda ahora y no más adelante. Después de todo, Sofía tiene una personalidad muy amable, delicada, tímida y atenta, algo que le encantó mucho al conocerla en este lapso de tiempo; sinceramente no quería que fuera a la academia imperial porque sospechaba de que habría mucho acoso por parte de esos nobles arrogantes al enterarse de los orígenes de Sofía, pero como un idiota se mordió el corazón y le entregó el dinero para que logre estudiar, aunque cada año le regalara dinero.
Saliendo de los pensamientos, habló: —Layla, sé que en este mismo día también cumples años y también tengo un regalo para ti, espero te agrade mucho —dijo con calma, pero por dentro estaba maldiciendo por no acordarse de que Layla cumple años el mismo día que Sofía. Eso fue lo que se vio en la novela y ahora recordó, pero aún más importante, que le va a regalar, no lo sabe.
Layla escuchó a Kijiro mencionar lo de su cumpleaños y sintió una fuerte sensación de calidez sorprendente. Vio directamente a los ojos únicos del niño bajo y pálido que actuaba muy tímido al sentir la mirada escrutadora y le sonrió con calidez.
Kijiro sintió la mirada escrutadora de Layla y rápidamente volteó a verla, solamente para quedarse congelado al ver esa hermosa sonrisa llena de calidez como el sol, y sin tener más negaciones decidió regalar algo que le gustara mucho. Esforzándose en tratar de controlar el poder de la habilidad despertada, logró hacerlo para que la forma de un Venex pequeño apareciera enfrente de Layla, pero lo curioso de este Venex es que mide menos de veinte centímetros y tiene un color oscuro como la noche; además, también parece una especie de peluche hecho de humo que se puede tocar con las manos. Layla vio todo este proceso de creación muy mágica y habló. —Kijiro, esto es hermoso, eres genial —decía con admiración al ver que un niño de seis años logró despertar y controlarlo como un estudiante de academia, pero lo que más la sorprendió fueron las siguientes palabras del niño.
Kijiro, al escuchar los elogios y ver la admiración en el rostro de Layla, habló: —Layla, este es tu regalo; lo creé con muchísimo amor y esfuerzo. Mientras me encuentre con vida no desaparecerá este Venex —dijo con los ojos suaves, pero al no tener pupilas se notaban fríos y muy escalofriantes, sumado a su apariencia salvaje con ese cabello largo hasta los hombros en forma de erizo color negro, piel pálida y cejas pequeñas; además se notaba el gran físico fuerte por la misma habilidad que tiene. Por esa razón podía remar con peso extra dejando atrás su pequeña edad.
Layla Nessro se sintió muy conmovida por el hermoso gesto de Kijiro y tomó el extraño regalo de un monstruo oscuro; lo abrazó contra su pecho fuertemente y sonrió con una hermosa sonrisa angelical llena de inocencia, algo que contagió a Kijiro que también sonrió débilmente.
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Editado: 04.09.2024