— ¿De verdad son aterradores como dicen?
—Claro, sólo mira esas garras y dientes, de seguro hacen mucho daño.
Conversación entre Oliver (9) y Eleine (7) Mirianni
El sujeto, que ahora tenía nombre, rostro y ojos de un tono azul claro, permanecía durmiendo en su cama mientras ella lo analizaba con detalle. No estaba muy segura en que no fuera un cambiante. Y eso le incomodaba, por esa razón había vuelto a esposarlo a la cama.
Prácticamente no se podía saber si una persona era de esa otra raza hasta que se transformaba parcial o completamente, y hasta ese momento, Caleb, no lo había hecho.
Existían otras formas menos precisas de identificarlos, sus gestos y comportamientos arraigados desde el lado animal, el hecho de que siempre andaban acompañados de sus compañeros de clan y de que se demostraban territoriales. Pero Eleine estaba segura que ni Ricker Mountain, ni BlueCreek ni el pueblo de Addy estaban reclamados por esos animales.
Así que el sujeto podía ser humano.
Sintiéndose una acosadora terrible por ver a un hombre enfermo dormir esposado a su cama, Eleine decidió reanudar su trabajo de investigación. Se levantó de la mecedora y fue a la sala de estar.
Encendió su computadora y se hizo a la tarea de encontrar activo a Will Baker para saber qué datos había recogido.
La transmisión vía CamNex era de las más rápidas y de calidad que existía en la web, pero la antena satelital que le permitía algunas horas de conexión, no era muy potente como para tener una calidad considerable.
— ¡Eleine! ¡Qué bueno es verte!
El rostro de su investigador de campo tomó forma en la pantalla, Will tenía ojeras que se le notaban a pesar de los anteojos de lectura, el cabello marrón claro un poco revuelto y la barba más crecida de lo normal.
—Hola Will ¿cómo estás?
—Vivo, afortunadamente, tengo noticias y espero que estés sentada sobre algo.
Eleine acomodó la pantalla y ajustó el volumen.
—Hubo otro ataque hace tres días cerca de Paradise City, fue lobo contra lobo pero estoy seguro que el incidente es similar al de Salem.
— ¿Tienes registros?
—Intervinieron mis sistemas antes de que pudiera enviarlo a la red, tienen hackers muy poderosos.
Eleine se dejó caer sobre el espaldar del sillón, las noticias de Will eran sorprendentes, lo que necesitaba para dar la voz de alarma pero sin registros y pruebas no podía hacer nada.
Era frustrante, aun así, y si hubiera tenido los registros las autoridades habrían justificado el acto como un debate territorial entre cambiantes lobo. Y no podrían intervenir.
Las nuevas leyes eran claras.
—Paradise City está controlada por cambiantes ¿No es verdad?
—Sí, precisamente por los lobos Moon Fighters.
El solo hecho de escuchar sobre lobos le hacía estremecer, antes habría paralizado por el miedo, pero ahora solo despertaba el odio en su interior.
—Necesito que averigües sobre ese clan, tal vez sean ellos los que estén comenzando todo.
—Eso sólo significa peligro. —Will pasó una mano por su cabello—. Me agrada la idea, pero pienso que voy a terminar perseguido por un clan entero de hombres lobo.
— ¿Son poderosos?
—Tienen reputación, y buenas influencias, además de que no les gusta que se metan en sus asuntos.
—Will, a ninguno de esos le gusta, por eso arman tantas tapaderas cuando suceden cosas así. —Eleine se cruzó de brazos—. Pero aquí entramos nosotros para averiguar la verdad.
—Y yo voy a poner mi cuerpo entre las balas ¿No?
—Exacto Will, serás todo un héroe.
Su amigo sonrió, aun así se veía tenso. Él era un metiche extrovertido por naturaleza, perfecto para el trabajo de campo porque no le costaba mucho infiltrarse en cualquier lugar. Pero colarse dentro de un clan... Era algo distinto.
Eleine estaba arriesgando la vida de su amigo para sacar la verdad sobre esos ataques.
—Cambio de planes —dijo antes de que Will apagara la sesión—. Investiga pero mantente al margen de ellos, no quiero que te hagan daño.
—De acuerdo.
Will apagó la sesión, Eleine no podía asegurarse si iba a hacerle caso o iba a ir directo a la boca del lobo.
Literalmente.
Sin otra cosa que hacer, volvió a husmear entre los difusos archivos de los seis ataques que habían sucedido en los últimos seis meses. De algo podía estar segura era que todos involucraban a cambiantes lobos, no había registros de ataques de cualquier otro tipo.
Dos de esos ataques involucraron también a seres humanos que fueron mordidos por los lobos fuera de control, pero pasaron en diferentes partes del mundo, el primero en Rusia y el segundo en Argentina.
No tenían mucha conexión en cuestiones de tiempo, y sucedieron en localidades muy diferentes, las autoridades catalogaron los hechos como sucesos aislados y archivaron los casos.
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Editado: 09.12.2018