Sálvame y te salvaré

14. Recuerdos dolorosos

El salió del hospital y un viento caluroso le recibió. Era Abril y la ropa empezaba a sobrarle. Sacó el papel que había metido en el bolsillo del pantalón y lo abrió por última vez antes de tirarlo a la basura. La letra cursiva de James sobresalía sobre el papel blanco.

Este es mi número

689 42 98 75

James

Él no sabía quién era James pero se aseguró de que Grace no había visto el papel antes de cogerlo de encima de la cama. Arrugó la hoja y la tiró a la basura antes de coger la moto e irse a casa.

[...]

-Ya sabes dónde está todo-habló Anne después de bajar las escaleras ya arreglada-. Si necesitas algo no dudes en llamarme, estaré cerca.

Grace echó una mirada a su tía y su cara de asombro no tardó en dejarse ver. La mujer llevaba un vestido negro adherido a su cuerpo hasta la cintura que caía en un solo volante hasta unos dedos por encima de las rodillas. Este era de media manga y a los bordes de estas, igual que al borde del volante, llevaba un bordado blanco que le daba algo de luz al vestido. Al cuello llevaba un delicado collar de perlas y en su mano derecha un reloj dorado bastante fino. En los pies llevaba unas plataformas negras que le hacían ser unos centímetros más alta. En su mano derecha llevaba una cartera negra con detalles dorados y no había nada de maquillaje en su cara. Su pelo, que caía en suaves ondas hechas expresamente, le llegaban hasta media espalda.

-Estás preciosa tía-Grace pegó un silvido al aire mientras la mujer daba una vuelta sobre si misma.

Anne le dio un beso en la frente a su sobrina y le dijo un simple ''cuidate'' antes de salir de casa.

La chica volvió al sofá y siguió pasando los canales uno por uno hasta que algo de su interés llegó a sus oídos. Sus ojos se abrieron de par en par y las manos empezaron a temblarle, igual que todo su cuerpo. Sus ojos se volvieron llororsos en cuestión de segundos y tuvo la necesidad de apagar la tele, pero su cuerpo no quería responder a las órdenes de su cerebro.

''Lo último que se sabe de los terroristas que bombardearon el Aeropuerto el siete de enero es que intentaron volver a poner varias bombas en la Avenida de la Reina, colocando un total de siete, las cuales fueron desactivadas con éxito por el cuerpo de artificieros.''

Los recuerdos de aquel día llegaron a su mente como si hubiese pasado ayer. El reconocimiento de víctimas, el entierro de lo que quedaba de los cuerpos de su familia, las siguientes semanas... 

Grace llevó las manos a su cara y empezó a llorar sin consuelo. Echaba de menos a sus padres, a su hermano pequeño. Echaba de menos ver sus caras por la mañana y que su madre la regañase por llegar siempre tarde al instituto. La risa de Evan cuando su padre le hacía cosquillas, incluso echaba de menos el hecho de que su padre les decía que eran adoptados. 

Sus sollozos llenaron la casa dejando el silencio a un lado. La tele apenas se escuchaba ya, lo único que podía ver entre las lágrimas era la cara de dos de los terroristas que habían sido atrapados. Sintió asco y odio hacia esas personas. Parecían personas completamente normales, cualquiera podría tener una familia o ser el padre de alguna ex amiga suya.

Su cuerpo no dejaba de temblar y por un momento pensó en llamar a su tía, pero desistió. No era justo interrumpir su cena, ella se merecía rehacer su vida y no era quien para impedirlo. 

Apagó la tele, ahora furiosa, y subió las escaeras de dos en dos. Entró en su habitación y bajó las persianas obteniendo así la total oscuridad, después se tiró a la cama para ponerse a dormir.

Total, no tenía apetito alguno. 

[...]

El chico sentía que le iba a explotar la cabeza. Acercó las manos a sus sienes y empezó a hacer un masaje en círculos en varios puntos estratégicos. Abrió los ojos poco a poco y lo primero que vio fue el cielo estrellado que se cernía sobre su cabeza.

¿Dónde se encontraba?

Con algo de dificultad se levantó del césped sobre el cual estaba tumbado y observó la mochila, que estaba puesta debajo de su cabeza a modo de almohada. Miró a su alrededor y divisó unos cuantos bancos rodeados de árboles. Estaba en el parque cerca de su casa. 

¿Qué hacía ahí?

Recogió la mochila del suelo y buscó su móvil en sus bolsillo. Lo encontró en el bolsillo trasero del pantalón y encendió la pantalla, viendo que eran las ocho y media ya. Sus ojos se abrieron como platos al divisar unas cuantas llamadas perdidas de su madre y de sus amigos. Aunque en quién primero pensó fue en Grace, ya que no había ido a verla.

¿Qué había hecho todo el día?

Se colgó la mochila del hombro y caminó hacia su casa, la cual quedaba a unos cinco minutos. En el camino llamó a Kyle y luego a Louis. Les explicó que no tenía ni idea de qué había pasado y que al siguiente día les detallaría todo lo que podría recordar. Después de colgar picó a la puerta dado que no encontraba las llaves y una Emma entre furiosa y preocupada abrió la puerta.



#12011 en Joven Adulto

En el texto hay: amor, liberacion

Editado: 22.05.2019

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