Andrés de la vega
Bonita noche había pasado, sin poder pegar los ojos. No dejaba de pensar en la suerte que tenía la vendida, anoche que la eché del coche ordene al chofer se camuflara unas cuadras adelante, solo deseaba que la pordiosera caminara para luego subirla de nuevo.
Pero eso no paso, resulta que pasa el señor migajas (Roberto) en su carruaje. Fue cuestión de segundos para que ella subiera al coche del imbécil tranquilamente, es tan confiada no le teme a la humanidad.
¡Maldita sea! Camino por la casa, pero para mí desgracia papá me intercepta para encerrarme en la oficina lanzándome injurias y maltratos por haber hecho un circo en la cena. Después de desheredarme y escuchar su letanía pasamos a la terraza donde nos sentamos frente a la alberca, yo buscaba con los ojos a la arribista sin lograr dar con ella, de pronto aparece frente a nosotros para servirnos el almuerzo.
Ahí estaba tan simplona vistiendo su pobre ropa desteñida y esos viejos zapatos desgastados e insípidos “insisto es mejor si le proporcionamos uno de los uniformes de la servidumbre”
A pesar de estar en el papel de criada, parecía feliz, mostrándose como si actuara en una comedia de Chaplin papá sonreía victorioso, yo solo veía una lambe botas.
Me sofoca que muestre esa actitud altiva, contengo el insulto que quiere salir de mis labios y trato de quedarme tranquilo. Al menos frente a papá. Observo sus ojos y ella evita la mía en todo momento.
Toma asiento Alejandra deja que las muchachas continúen sirviendo.- le ordena papá
-¡Pero Papá! Permitirás que se siente con nosotros. La mesa es zona VIP- al parecer mi comentario les importo una mierda, al contrario papá tomo el papel del jefe comenzando a darnos las indicaciones de nuestra estúpida boda.- no puedo pasar alimento pareciera que un nudo me impide tragar de manera que solo bebo el jugo naranja.
-En un par de días anunciaremos el compromiso para la boda debido a exceso de trabajo estaré más de un mes fuera del país y mi viaje es en 15 días, así que tienen menos de dos semanas para arreglar todo.
Hice una rabieta aventando los cubiertos sobre la mesa al escuchar la locura de mi padre, que fácil era para todos hablar de matrimonio ¡No podía creerlo en solo 15 días! Cubro mi rostro con ambas manos mientras mi respiración cambiaba, sentía que me recorría un fuego por las venas
-¿Cómo puede ser todo tan rápido? ¡Recapacita padre!- Expulse la servilleta a la mesa mientras caminaba sin dirección -Deberías ser tú papá quien te casaras con ella. Eres viudo puedes cumplir mejor la promesa a tus antepasados.
-Calla cretino- mi padre copio mi acción camino a lado contrario del mío, señalándome con su dedo mientras su voz subía de tono.- Todo el dinero que gozas es de tu abuelo. Activa ese coeficiente tan alto que tienes que no sabes usarlo, eres un vago irresponsable. ¡Ha! Y Prepárate para ir a la oficina, te lo advierto no tolerare ni una falta de respeto de nuevo.-ahora él hacia la rabieta expulsando la silla y dejándonos solos.
El futuro junto a ella me parecía ineludible. No podía apreciar ninguna cualidad en ella, me parecían poco atractiva sin embargo había algo en ella que me atraía como imán era ese olor sutil que destilaba.
Salió andando con pasos ni rápidos ni lentos y una leve sonrisa que yo sentía como burla, deseaba alcanzarla esa cara inocente a mí no podía engañarme ella solo utiliza un disfraz. ¿Dónde demonios te has metido Eleny? pareciera que la tierra se la había tragado.
Alejandra Valverde
Hospital
Peino tu cabello con mis dedos, me encanta verte cuando estás a mi lado, pareciera que descifraras cada uno de mis parpadeos quizá por esa razón me miras a los ojos por largo rato, nos entendemos con la mirada sin hablarnos, amo tu sonrisa, tus pequeñas pecas y esa canción que escuchas cuando estas triste, me dominas cuando tu cabeza descansa en mis piernas descansa, dejo escapar un suave suspiro.
Observo cada pequeño detalle del cuarto del hospital es realmente grande, cuanta comodidad se puede comprar con dinero y pensar que ese “Tal Andrés” no valora todo lo que tiene, y no solo dinero también tiene lo algo tan importante como la salud.
Recorro con la vista cada rincón, es increíble cuenta con aparatos médicos de última tecnología, JL levanta su rostro para besarme en la mejilla, su mirada es limpia y llena de ilusión y un nudo se me atravesó en la garganta- Pronto podrás tomar el tratamiento y volverás a caminar.
-Debe ser muy caro ¿Lograremos pagarlo?
-Eso déjamelo a mí, veras que en poco tiempo será realidad la operación, solo ten paciencia.
Nos abrazamos fuertemente, sólo nos tenemos el uno al otro. Me recuerdo a mí misma, habría dado mi vida por él, y sé que él también lo habría hecho por mí, eso era el verdadero amor, cada ofensa del junior valdría la pena con solo volver a ver caminar a J.L.
-Paciencia es la que me has tenido tu.- unas lágrimas resbalaron por su rostro, rápidamente las limpie antes de que cayeran al suelo, apreté mis labios conteniendo mis deseos de echarme a llorar junto a él.- Desde el accidente he sido solo una carga inservible para ti Alejandra.