Cap 2

Narrador omnisciente

Analee estuvo caminando un rato por el patio trasero el cual es un lugar de difícil acceso porque para entrar se debía de saltar una barda, cuando encuentra una puerta de madera vieja, se acerca a ella y la acaricia con la llama de los dedos llenándose de polvo.
Analee entra y busca palpando el interruptor de la luz, prendió la luz.
Era un cuarto pequeño casi vacío de no ser por unos cofres los cuales estaban llenos de objetos antiguos y un pasillo el cual la llevo a unas escaleras. Analee encontró un farol y después de prenderla empieza a subir las escaleras. Al llegar al final de las escaleras encontro otra puerta de madera negra la cual estaba cerrada con llave.

—Nunca había visto esta puerta —susurra.

*En otro lado*

—Aqui grupo 1, el blanco está en el primer piso, repito, el blanco está en el primer piso—dice un soldado.

—Grupo 2 vayan con el grupo 1 grupo 4 vayan al segundo piso  —dijo.

—Si, capitán —dijeron.

—Capitan, el comprador está aquí —dice uno de los chicos.

—Llegas tarde —dice el hombre de traje negro.

—¿Traes la mercancía? —pregunta el hombre de traje blanco.

El hombre de traje negro chasquea los dedos, uno de sus hombre se acerca y abre una de las cajas en la cual habían pistolas.

—Ahora usted cumpla con su parte del trato —dice el hombre de traje negro.

—Traiganla —dice y uno de sus hombres aparece jalando una niña.

—¡Padre! —grita la niña.

—¡Maddie! —dice el hombre de traje negro.

—Sueltenla —ordena el hombre de traje blanco. Sueltan a la niña y ella corre hacia el hombre de traje negro— vete y no digas nada sobre esto o no vuelves a ver a tu hija.

El hombre de traje negro asiente y se va junto a su hija y sus hombres.

—¡Entren ahora! —dice el capitán.

Los soldados entran rodeando al hombre de traje blanco.

—Serra queda detenido por trata de personas y tráfico de armas —dice el capitán.

Serra se voltea y le dispara a uno de los soldados. 
Los soldados se cubren tras las cajas y otros tras la paredes.

—Grupo 2 disparen —dice el capitan y desde el segundo piso los soldados empiezan a disparar, toda la bodega se llena de disparos, los hombres de Serra caen uno por uno hasta que todo el lugar queda en silencio.
Los hombres de Serra están tirados en el piso muertos mientras que Serra está arrastrándose hasta la salida.

—Aqui Alpha 1, el objetivo ha sido detenido—dice el capitán, un chico de cabello negro y ojos color miel.

(…)

—Han hecho un buen trabajo muchachos, Serra ya ha sido traslado y se le asignará más seguridad.

—Gracias coronel —dicen todos serios.

—Vayan a cambiarse, todavía debemos asistir al baile real —dice despidiéndose.

—¿Oyeron? Hicimos un gran trabajo —dice Greco mientras se arregla el cabello.

—Si, lo escuchamos Greco —responde vitale mientras se arregla la camisa— vamos ya se nos hizo tarde para el baile.

—Yo no voy —responde el capitán.

—Marukh tienes que ir, es nuestra oportunidad de conocer a una chica —responde otro de los soldados.

—No me interesa conocer a alguna chica —responde.

Los chicos se miraron entre ellos para después cargar a Marukh y obligarlo a cambiarse.

—Llegamos tarde, no pudimos conocer a la princesa Analee —dice Greco decepcionado.

—¿Y por qué tanto interés por conocer a esa niña mimada? —pregunta Marukh ganándose la mirada acusadora de los que los rodean.

—Lo siento, el no se refería a eso —se disculpan sus compañeros.

—¿Cómo hablas así de ella y en especial en un baile en su honor? —pregunta Santoro.

—Es la verdad, ahora con permiso —dice separándose de ellos y saliendo del castillo.

Camino un rato alrededor del castillo hasta que se encuentra con un portón el cual lleva al patio trasero pero la cual no se puede abrir.
Marukh mira la puerta la cual por más que intenta no logra abrirla así que rodea el castillo hasta llegar a la parte de atrás y trepa la barda que rodea al castillo.
Mira a su alrededor contemplando lo descuidado que está.

—Deberian arreglar este lugar —dice para despues detener su mirada sobre una puerta la cual está abierta—¿A dónde llevará esto? —pregunta adentrándose en el cuarto antiguo.

(…)

—Esto a dónde llevará... —dijo Analee.

Regresó a la entrada, empezó a buscar dentro de los cofres y objetos que habían pero no encontró nada hasta que vio que en la esquina inferior izquierda de las escaleras había un agujero de dónde sobresalia un pedazo de hoja.
Lo saca y lo mira, era un mapa del castillo y tenía marcado un caminó con color rojo, mira de nuevo dentro del agujero y ve que dentro hay una llave negra, la saca y vuelve a subir. Mete la llave en la cerradura de la puerta y esta al instante abre, iba a adrentrase a descubrir a donde llevaba esa puerta cuando escucha a alguien entrar. Cierra la puerta con llave y regresa a la entrada encontrándose con Marukh.

—¿Quien eres tu? —pregunta Analee.

Marukh la mira sin expresión alguna y mira alrededor suyo observando todas las cosas que hay dentro del cuarto hasta que ve el pasillo que lleva a las escaleras, cierra la puerta y empieza a caminar hacia las escaleras, Analee preocupada de que descubra las escaleras lo detiene.

—¿Qué haces aquí? ¡No podemos estar solos! —dice interponiendose en su camino.

—¿Por qué? Si ni siquiera estamos juntos —pregunta confuso.

—¡Si alguien nos ve aquí estaremos en problemas! —dice alarmada.

—¡Pero ni siquiera te conozco! —dice aún más confundido.

—Agh, no hace falta conocer a un idiota como tú —dice fingiendo molestia.

—Yo soy el mejor soldado del ejército del rey Tayden Benedetti, y tu solo eres una niña mimada que se creee el centro del universo —dice burlón.

—El mejor soldado del reino vecino nunca admitiría por el mismo que lo es, eso es muy... narcisista —dice entre molesta y burlona.