Cap 2: "El encapuchado"

Comencé a despertarme de a poco, abrí mis ojos sorprendiéndome en donde estaba, era una habitación muy hermosa, de colores café con blanco y muebles bastante modernos, esto tenía que ser un sueño… o tal vez una pesadilla; no supe ni cuando reaccionar cuando de pronto la puerta de aquella habitación se abrió dejando entrar a una chica casi de mi edad.

-Hola- me saludó, era una rubia que lucía casi de mi edad, se podría decir que uno o dos años mayor que yo, se mostraba alegre y tranquila cuando entró en mi habitación y dejó una pequeña bandeja con comida a lado de la cama en la que yo estaba, -Veo que dormiste bien- me dijo mientras que yo observaba su vestimenta, tenía una blusa de color amarillo pastel y unos jeans azul oscuro mientras que tenía su cabello amarrado en una cola que dejaba sueltos algunos mechones en su rostro, observe cada una de sus facciones, ojos grises, piel un poco bronceada, era alta, tendría unos centímetros más que yo, intenté levantarme pero al instante sentí un pequeño dolor en mi cuello y mi espalda, -Tranquila, no te muevas- me dijo la chica mientras que unos recuerdos comenzaban a llegar a mi mente, me espanté y volví a intentar levantarme, estaba preocupada ya que lo último que recordaba era desmayarme sobre los brazos de Brittany y estar con hombres lobo, al sentarme e intentar ponerme de pie sentí otro dolor pero esta vez en mi tobillo izquierdo, me volví a sentar pero estaba desesperada, quería saber dónde estaba y dónde estaba mi amiga, -Oye tranquila, todavía tienes que recuperarte del todo- me dijo la chica pero al instante escuche como la puerta era abierta otra vez, -¡Vivian!- escuche la voz de mi amiga alarmada, sentí como me envolvía en sus brazos y como su cuerpo temblaba por pánico.

-¿Estás bien?- me preguntó mi amiga que se mostraba un poco asustada, al instante y luego de que me preguntara eso me puse de pie, agarré a mi amiga del brazo y salí a ritmo apresurado de la habitación, pero al salir observe que en la sala habían cuatro hombres, uno estaba de pie mientras que los otros tres estaban sentados, me di cuenta de que uno de los que estaban sentados era quien me había atacado, rápidamente me dirigí a la puerta de aquel departamento para intentar salir de ahí pero otro hombre el cual se encontraba saliendo de una de las habitaciones me sostuvo de la muñeca, lastimándome debido al fuerte agarre, -Tú no te vas- dictó de manera firme y seria, por lo que me di cuenta rápido que aquel era el alfa, -Detente- escuche que chilló mi amiga mientras trataba de que aquel hombre me soltara, mientras yo trataba de zafar el agarre de mi muñeca me di cuenta que aquel hombre de cabello castaño oscuro cambiaba aquellos ojos amarillos intensos a unos de color miel mucho más suaves cuando escucho y miro a Bridy, sentí como el agarre que él tenía sobre mi muñeca se suavizo y eso me basto para zafarme, antes de que el hombre lobo intente acercarse a mi amiga yo me interpuse entre ellos dos poniéndome delante de Brittany,

-Sé que un lobo se pone como loco cuando ve a su mate pero no era necesario un intento de asesinato y secuestro- dije con ironía ya que casi me habían matado y no sabía dónde nos encontrábamos yo y Bridy, -Les daremos una explicación, pero por favor, no se vayan- escuche como habló nuevamente aquella rubia que me había atendido.

_Unos minutos después_

-¡Mi niña! ¡¿Tú y Brittany están bien?! ¡¿Dónde están?!- escuche como mi madre se encontraba desesperada del otro lado de la llamada por lo que decidí calmarla, -Mamá, estamos bien, Brittany está conmigo, no te preocupes..- dije de forma serena tratando de que ella se tranquilice un poco, -¡¿Cómo no me puedo preocupar, mi niña?! ¡Me llaman diciendo que mi hija y su mejor amiga ya no están con sus compañeros de graduación y ahora mi hija me dice que no me preocupe!- escuche como me reprochó mi madre, y desde su perspectiva, ella tenía mucha razón; pero no quería que le diera algún infarto por el susto que se estaba llevando, -Mamá, te pasare con alguien, ¿está bien? Él te explicara la situación…- le dije a mi madre ya que aquel hombre castaño estaba esperando, un poco impaciente, que le pase el teléfono para hablar con mi madre, observe como él recibió el celular y comenzó a hablar con ella, yo mire nuevamente a mi mejor amiga y la sujete de la mano mientras le sonreía, tratando de que ella también se calme ya que se le notaba un poco alterada por toda la situación.

Hasta ahora, lo único que nos habían explicado era que nos quedaríamos unas semanas junto a este grupo de hombres lobo, si solo hubiera sido eso me hubiera tranquilizado, pero lo que hizo que me alterara hasta el punto de pedir una llamada con mi madre era que únicamente me iba a ir yo, Bridy se quedaría desde ahora con ellos, era claro que yo no la abandonaría para poder regresar a mi vieja vida, mucho menos me escaparía sin ella; por lo que sabiendo que no lo aceptarían a la primera, pedí que llamaran a mi madre para hablar con ella, una vez que aquel castaño terminó de hablar con ella, él me devolvió el celular; -¿Mamá? ¿Sigues en la llamada?- pregunté ya que se escuchó un ruido de fondo que parecía como si algo se hubiera caído, -Hija, no digas nada, ¿está bien?, iremos por ustedes y las traeremos de regreso tan pronto como se pueda- apenas escuche aquello otro ruido se escuchó y sentí como se cortaba la llamada, -¿Mamá? ¡¿Mamá?!- marque otra vez cuando ella no me respondió pero un rubio me arrebato el celular de las manos, como si con eso diera por terminado aquella llamada.

-No más llamadas- fue lo único que mencionó aquel rubio mientras se retiraba y salía del lujoso departamento, el hombre castaño se arrodillo solo nos observó a ambas y se mostro un poco más amable –Se quedaran aquí un par de semanas… y no se preocupen, se sentirán como en casa- mencionó mientras al igual que el rubio, se dirigía a la salida del departamento, dejándonos en compañía de la misma rubia de antes.