Sangre Maldita. Más allá de la Muerte 1

Capítulo 18: Enfrentamiento

Capítulo 18:

Enfrentamiento 

 

Danna 

Nick está al volante, vamos rumbo a la oficina de la abogada. Después de lo sucedido anoche ninguno de mis amigos quiere dejarme sola ni un instante, a pesar de que me opuse hasta más no poder para venir sola. Pero ellos dijeron: —es mejor no correr riesgos— y con eso la decisión ya estaba tomada. Mientras Amaia y Thomas se encargaron de Manuel, Cristal y Alexis fueron a ver que dice la lectura de cartas sobre mi vida. Nick me acompañará todo el día hasta que nos reunamos para ir a casa de mi madre.  

No hemos hablado desde que salimos de casa, pero me gustaría saber lo que significó ese beso para él. ¿Le gustaré tanto como él a mí? o ¿sólo sería el impulso de lo ocurrido la noche anterior? Quiero preguntar, pero, cuando las palabras están en la punta de mi lengua, me acobardo y las hago desaparecer. No soy del tipo de persona abierta que puede expresar sus sentimientos con facilidad.  

Toda la vida me he dedicado a ignorar a los chicos, me he centrado sólo en estudiar. Desde que comenzaron los problemas en casa, los insultos, los gritos y las insatisfacciones de mi madre con respecto a mí, mi vida ha girado exclusivamente en torno al estudio.  

Encontré en los estudios una vía de escape, mi meta,  
si quería lograr algo en la vida, dejando de lado todo lo demás. Y ahora que Nick me gusta tanto, no sé si llegaré a ser algo más que su amiga, porque no me veo siendo yo la que dé el primer paso. Además ¿y si me rechaza? ¿o estoy equivocada y no siente nada por mí? Prefiero mil veces quedarme con lo seguro, ser su amiga, que arriesgarme a no ser nada. 

Una razón más que demuestra lo cobarde que soy y no solamente para el tema de lo sobrenatural, para lo cual, según veo, tengo más valor. 

Al llegar a nuestro destino, caminamos directo a la oficina de Flavia; estoy nerviosa y un poco incómoda por el silencio. Vamos uno al lado del otro, lo veo disimuladamente y está igual que yo, perdido en sus pensamientos; volteo nuevamente antes que se dé de cuenta que lo estoy observando. 

Cuando entramos a la oficina de Flavia el cuerpo se me estremece del frío; soy muy friolenta razón por la cual no tengo aire en mi recámara, duermo con un simple ventilador, para mí es más que suficiente. Ambos nos sentamos frente al escritorio. 

—¿Cómo has estado querida? —me saluda Flavia. 

—Estresada por todo esto —digo con cansancio en la voz. 

—Bueno, tranquila, el padre de los niños accedió a venir el viernes a las 8:30 de la mañana. Él se esta asesorando con el Concejo de Protección del Niño y el Adolescente —Flavia se ve muy segura de lo que dice, y es cuando logro tranquilizarme —no tienes nada de qué preocuparte. 

—Bien —digo más calmada. 

—Lo más seguro es que a partir de mañana esté recibiendo una visita social por alguien del Concejo de Protección del Niño y el Adolescente, lo más seguro es que sea algún psicólogo. Lo mismo debe estar ocurriendo con el padre de los niños, ya que tiene a Nina en su casa. 

—Okey, entonces, tendré una visitadora social en mi casa —la idea no me grada en nada. 

—No hay de qué preocuparse, Manuel ya está grande y lo más seguro es que quiera hablar con él sobre su padre, y ver cómo se encuentra psicológicamente con todo lo que está ocurriendo: la muerte de su madre, de su hermana y ahora la aparición repentina de su padre. Son demasiadas emociones y es necesario que lo evalúen. Danna, lo más razonable es que los niños permanezcan a tu lado y a él se le de unos días para compartir con los niños. ¿Esta bien? 

Asiento con la cabeza. Aunque no me sigue gustando la idea de tener un trabajador social en mi casa. 

—Eso significa que no me traerá a la niña, ¿todavia? 

—Estoy en contacto con la abogada del Concejo de Protección, lo más seguro es que para la noche la este llevando de regreso a tu casa. Evita tener cualquier discusión con él, lo que queremos es llegar a un acuerdo. No que esto trascienda a un juicio. 

Osea, me tengo que morder la lengua frente a ese idiota. 

El centro comercial está cerca, así que nos dirigimos allí para comer algo antes de tomar carretera. Llegamos a la feria, recorremos los diferentes puestos de comida, Nick me pone a elegir lo que comeremos y me antojo, cual embarazada, de comer shawarma. La boca se me hizo agua de sólo acercarme a la tienda de comida árabe. 

—Cristal dice que pasa por nosotros en una hora —dice Nick dejando su teléfono en la mesa y mordiendo su shawarma. 

—¿Y mi auto? —pregunto con la boca llena, tengo tanta hambre que me comería un elefante. 

—Thomas vendrá por el auto, iremos en la camioneta de mi madre, es más grande y cómoda. 

—¿Y para qué necesitamos un auto grande? 

—Por si acaso tenemos que dormir en la vía o, que se yo, se presente cualquier cosa. 

Medité sus palabras y tenía razón. Termino de comer mucho antes que él. 

—Cuentame algo de ti. 

Él se limpia con una servilleta. Me mira duditativo. 

—¿Qué quieres saber? 

—Todo —su sonrisa se expande hasta mostrar los dientes—. No sé nada de ti, y sabes más de mí que yo misma. 



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En el texto hay: posesion, brujeria magia, fantasmas y maldiciones

Editado: 09.09.2020

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