Capítulo 5: Maita

Capítulo 5:

Maita

Nick

La señora Tomasa coloca una cadena de plata con la estrella de David en mi cuello. Se usa para protección, y desde hace unos días ha sugerido que debería llevar una. Me gustaría saber que se traen entre manos ella y mi hermana. 

La estrella cae por debajo de mi clavícula, sobre el dije de una diminuta guadaña que presenta al angel de la muerte, de plata también, que mi madre me ha hecho llevar desde niño. Un símbolo de quienes somos y a lo que nos dedicamos. 

—Se vienen tiempos difíciles para la familia, Nick Augusto Sanabria Penott —dice mi nombre completo porque sabe que lo odio. completo solo lo escuchaba en el colegio, la universidad, y de la boca de la

—¿No me dira que tramas con mi hermana? —lo intento, ella solo sonríe y niega.

—Lo único que te dire es que mi niña y yo estamos trabajando en algo delicado, y si las cosas se complican entonces, y solo entonces, te involucraremos en el asunto. ¿Te parece? —como si tuviera mas opciones.  

Estas mujeres me van a volver loco. 

—Lo que digas, negra —acepto. 

No tengo abuelos. Ellos murieron tiempo después que la hermana de mi madre muriera. Mamá muy poco habla de ellos, y en cuanto a la familia de mi padre tampoco los conoci. Así que Tomasa es lo más cercano a una abuela. Siempre se preocupa por Crital y por mi, y yo por ella. 

—Ese es mi muchacho —me da una palmada en la mejilla. 

Su mirada se funde con la mia, en momentos como esto se que observa a mi padre a través de mi. La nostalgia hace decaer sus parpados, y en muy pocas ocasiones se cristalizan sus ojos. 

—Te pareces tanto a él. Lo único diferente son los ojos. Estoy preocupada Nick. Veo cosas y son confusas. 

—¿Sobre que? 

Su pecho se eleva al toar aire, y luego se relaja al soltarlo. 

—No estoy segura. Por esa razón los han solicitado.  

Hoy, Thomas y yo tenemos una visita por hacer, algo inesperado, han solicitado mi presencia y la de Thomas, pero no la de mi hermana. 

—Thomas, apurate que no tienen todo el día —grita la señora con autoridad—. ¿Llevas tu athame? 

—Sí, señora.

Nos esperan un par de horas de carretera. Por alguna razón que desconozco, Maita quiere vernos. Hace mucho que no voy a su encuentro. 

—Ya estoy listo abuela —dice Thomas una vez que sale por el pasillo. La negra lo intercepta con otra cadena y lo hace inclinarse para ponérsela. 

—Muy bien, regresen temprano que manejar de noche es peligroso —Tomasa le da un beso a su nieto en la mejilla, y casi que lo saca de la casa. Me despido de ella. 

Viajaremos en la camioneta de mi madre.  Dentro de dos horas habremos dejado la ruidosa ciudad de Caracas para internarnos en un boscaje mitico. 

—¿Quién le dio mi número a Amaia? —mantengo la vista en la carretera, el tráfico es un poco pesado a esta hora.

En la mañana estuvimos haciendo unas compras en el mercado, y nos encontramos con la chica por la que suspiera Thomas. Mi hermana consiguió el número de la chica para él, pero no tuvo el valor de escribirle. A ese ritmo otro llegará y se la quitará. De verdad que nunca lo había visto tan inseguro con una chica, le gusta y mucho. 

—Yo lo hice. 

—¿Porque? —se detiene a mirar la pantalla de su celular de nuevo. 

—Deberias agradecerme, te estoy ayudando —tomo el siguiente desvio para intentar evitar quedar atrapado en el tráfico. Las vías principales siempre están repletas de vehículos, hay que probar con las carreteras de poco acceso—. Si por ti fuera, todavía estarías planificando como presentarte. 

—¿Así de patético estoy?

—Ella esta muy interesaa en ti. No lo arruines, e invitala a salir. 

—Gracias amigo —me golpea el hombro con su puño y sigue pendiente de su celular. 

Apenas y he cruzado un par de palabras con Amaia y, me ha caído muy bien. Es una chica determinada a conseguir lo que quiere. No es alguien que se rinda con facilidad, ella dará la pelea. Además, es bonita,  
simpática...  

Su amiga también es linda. No sé porque su imagen viene a mi mente. Cuando mi hermana fue por las rosas ella estaba tan sorprendida de ver a Cristal, que su amiga prácticamente hizo todo. No puedo evitar pensar en ella. 

Danna, no sé mucho sobre ella. Estudia con mi hermana, no son amigas aun cuando tienen toda una carrera juntas, yo nunca la había notado. Tiene una tienda que heredo de una tía y vive sola. Encontre información sobre una hermana y sobrinos, pero nada con respecto a su madre o algún otro familiar. Lo que parece un poco extraño, y la hace ser un misterio.  

No es una chica que se dedique mucho a sus redes sociales. Comienzo a obsercionarme con saber más de ella, de hecho, mi interés en esa chica comenzó con Cristal. Otro misterio por resolver, mi hermana y lo que no me dice. 

Voy a descubrir que hay destrás de esos bonitos ojos miel. 

Tomo un desvio de tierra con hileras de alta hierba y delgados árboles que nos engullen en la una boca selvática. Despuás de treinta minutos reduzco la velocidad.