Capítulo 14:
Rastros
Nick
—Dejar a Danna sola es una pésima idea —resongo mientras estaciono el auto, toco la bocina y espero a que mi madre y hermana salgan de la casa.
La primera noche que pase en casa de Danna, no percibi la presencia ni de su hermana ni de su sobrina, con lo reciente de sus muertes… En cambio, anoche pude confirmar la presencia de esa niña aunque no se hizo presente en ningún momento, perturbo no solo a los sobrinos de Danna, a mí también.
Esa pequeña niña que subio al coche y casi me provoca un accidente, tiene una cantidad de energía tan maligna que se puede convertir en un problema físico…
—No es mucho lo que podamos hacer en este momento —opina Thomas pensativo—. Esa casa tiene una invitada y no son ni la hermana ni la sobrina, es algo más. Lástima, no pude sacarle nada a Manuel mientras fuimos de paseo. Amaia se reusa a hablar sobre cualquier cosa que este relacionado con lo paranormal.
Para ella todo tiene una explicación, logica, científica…
—Me di cuenta. Ella te lo esta poniendo difícil —rio. Escuche su pequeña discusión en la cocina y esa chica no parece dispuesta a cambiar sus creencias, no será facíl dar su brazo a torcer—. ¿Qué le has dicho?
—No mucho, solo he sacado el tema en un par de ocasiones y he fracasado. Esa mujer es muy terca —dice como una queja, pero luego su optimismo regresa—, pero va a ceder. Ya verás como cambia de opinión.
—Seguro.
Vuelto a tocar la bocina. ¿Por qué se demoran tanto Ya deberían estar lista. ¿Para que tanta urgencia?
—Los niños anoche casi no pudieron dormir. Manuel dice que “Ella” es una niña. La vio un par de veces en casa de su madre, después de haber visitado a su abuela. Solo unos días antes de… Estoy seguro de que es la misma que Cristal vio cerca de Robert, y que subio a mi auto… Hablando de Robert, lo estuve siguiendo y termino yendo a casa de Danna. Tuve que sacarlo a golpes de allí.
—¿Por qué fue allá? —inquiere descconcertado.
A mi también me tomo desprevenido el cambio de dirección mientras lo seguía. Aparenntemente no hace nada fuera de lo ordinario… Pero sigo teniendo mis reservas, la guadaña nunca se equivoca, en algo muy malo anda metido ese chico, o alguien muy cercano a él.
Pero lo de Danna no tiene nada que ver.
—Esta encaprichado con Danna.
No me gusto para nada ver como la besaba. Si ella no se hubiera resistido mi reacción hubiera sido exgerada.
Me enfurecio tanto…
—Si que es persistente —murmura Thomas.
Mi madre sale de la casa junto a mi hermana. ¡Al fin!
Hace ademán para que me ponga en marcha una vez que cierra la puerta del auto. No volvemos a tocar el tema de Danna en todo el recorrido hacia Vargas, por el contraro, mi madre nos explica porque vamos allí.
Parece que unos jovencitos comenzaron a jugar con un libro de hechizos y sin saber lo que hacían han convocado una entidad desconocida que ha estado atormentando a los inquilinos de un edificio. Al principio eran cosas insignificantes, ruidos que incomodan pero que no lastiman a nadie, pero ayer una mujer fue lanzada por las escaleras. Como dice la negra, esa situación esta pasando de castaño claro a castaño oscuro.
Se creería que en grandes ciudades la existencia de fantasmas es una tontería, te sorprendería la candidad de muertos que no alcanza su descanso y se quedan a deambular cerca de sus familiares, o en el lugar donde murieron.
Al principio son solo almas en busca de resolver alg pendiente que han dejado en vida, otros se quedan para cuidar a alguien hasta cierto tiempo… tiempo, esa palabra es clave para la muerte. De hecho es una de las razones de que nosotros existamos, los hijos de la muerte estamos marcado por la sangre como guerreros de Azrael para cazar las almas que han tracendido en este plano terrenal para lastimar a los vivos.
Nuestro trabajo lo complican la carencia del bien en personas dedicadas al ocultismo, no quiero decir con esto que todos busquen hacer daño, pero si existen u alto porcentaje que se dedica a atar almas para sus propios beneficios y con el tiempo se desatan problemas que ni ellos mismo pueden erradicar.
—¿Nick y yo somos necesarios para eso? No parece ser un gran problema —dice Thomas.
—No, Cristal y yo podemos arreglárnoslas solas con lo que sea que hayan despertado esos muchachitos —. Responde mi madre un poco molesta.
Desde que papá murió ella intento abandonar este estilo de vida, se negó a ir al llamado de Maita y por ende del ángel de la muerte. No ha sido más que un intento fallido, siempre hay alguien que necesita de su ayuda y por más que se niegue al final se involucra.
Como ahora, como a sido todos estos años.
—¿Qué haremos nosotros mientras ustedes se divierten? —reduzco la velocidad, parqueo el coche frente al edificio.
—¿No tienen una amiga con una niña muerta acechándola? —me soprende un poco que mi madre este al tanto de los eventos paranormales de Danna cuando todavía no estamos muy seguros de lo en realidad ocurre con ella—. Aprovechen el tiempo y busquen información. No pueden hacer nada caminando a ciegas.