Capítulo 2

El cuadrado de la longitud de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de…

—En serio, estoy a punto de morir de aburrimiento —murmura Lexy detrás de mí.

—Yo estoy desde hace media hora en mi funeral —le respondí.

—Aún no sé cómo es que Jayden no se duerme.

Reí. ¿Quién no iba a mantenerse despierto teniendo juegos en su nuevo Nokia 3210[1] detrás del libro de matemáticas perfectamente acomodado para pasar desapercibido?

—Cinco minutos y todo habrá acabado —anuncia Amanda a mi lado.

— ¿Olvidas que día es hoy? —Le pregunto con sarcasmo.

— ¿Lunes? —Amanda me ve confundida.

—Exacto. Por lo tanto, hay doble período de matemática.

—Esto apesta —dice Lexy hundiéndose en su escritorio.

—Bienvenida al club.

Si añadimos tres triángulos iguales al cuadrado del lado c…

***

Después de clases, Alden llega a recogerme por encargo de mi madre seguramente.

Mientras avanzo hacia él, me divierto mentalmente sobre su característica pose de modelo de portada que siempre usa recargándose al auto con los brazos cruzados y la pierna levantada tocando la puerta del piloto con su suela.

—Hola hermanita. Al menos podrías fingir que te alegra verme —dice en tono burlón.

—Créeme. Esta es mi mejor cara.

— ¿Mal día?

— ¿Acaso hay un buen día en la escuela? —respondí rodeando el auto para acomodarme en el asiento del copiloto.

—Si le buscaras el color a las cosas todo sería mucho más fácil. ¿Ya pensaste en usar algo rosa?

El auto empieza a caminar.

—Ni en tus sueños amigo.

Alden sonríe y cambia de tema.

—Papá y mamá estarán fuera durante dos semanas. Así que será mejor que vayamos pensando en algo que hacer mientras.

— ¿Cuándo se van?

—Ya lo hicieron.

Le miro. — ¿Qué?

—Era algo urgente de la compañía y necesitaban ir los dos. Se fueron muy preocupados por ti.

Se nota, pensé.

—Ya estoy bien. Tan solo fue un rasguño sin importancia, ya se los dije.

—Ali, hablamos de una caída de más de cinco metros. Eso no es un simple rasguño, y todos lo sabemos.

Es verdad. Yo mejor que nadie sabe lo que se siente caer al vacío desde esa altura. Lo que pasa es que no quiero aceptar el hecho de haber visto alucinaciones en medio de semejante caída. Lo último que me falta es enloquecer.

—Rosa o salmón. Cualquiera de los dos estaría bien para mí.

— ¿Piensas pintar tu auto de rosa o salmón? —me burlé de él.

—No. Habló de una blusa color rosa o salmón para ti. Hay una nueva tienda a pocas cuadras de aquí y pensaba…

Reí. — ¿En verdad quieres morir? Ni loca me pondría algo tan pussy[2] en mi vida.

—Vamos Ali, un pequeño cambio de vez en cuando tal vez sea lo que tu vida escolar necesita.

—No. Mi vida escolar lo que necesita es un cambio radical de pensum con profesores incluidos.

Suspiró. —De acuerdo. ¿Qué te parece si vamos por algunas prendas negras, moradas, azules…?

—Mejor algo de gris y vino tinto que ya buena falta me está haciendo.

—De acuerdo.

—Ah, y algunas botas de cintas.

— ¿No quieres un bolso que combine? —lo dijo en tono sarcástico.

—Seguro. Lo suficientemente grande como para ocultar un cadáver.

Se hecho una gran carcajada.

[1] Fue un teléfono muy popular, lanzado en 1999. El público a quien se dirigió fueron los jóvenes, por primera vez en la industria de la telefonía móvil. La inclusión de 3 juegos, y un precio competitivo consiguieron que tuviera una gran popularidad en jóvenes de entre 15 y 25 años.

[2] Expresión usada para referirse a algo tierno.