Dios dio al pueblo Diez Mandamientos que incluyen adorarlo solo a Él, no hacer ídolos, no usar su nombre en vano, respetar el día de descanso, honrar a los padres, no matar, no cometer adulterio, no robar, no mentir sobre otros y no desear lo que otros tienen. Cuando el pueblo vio señales del cielo, tuvo miedo, pero Moisés les dijo que no temieran, que Dios los estaba probando y que debían obedecerlo para evitar el pecado. Dios pidió un altar simple de tierra para los sacrificios, sin escalones.