En Levítico 12, la Biblia habla sobre las reglas para la purificación de una mujer después de dar a luz. Si tiene un niño, es impura por 7 días y luego espera 33 días para purificarse. Si es una niña, es impura por 14 días y espera 66 días. Al final del periodo, debe llevar ofrendas al sacerdote para purificarse. Si no puede permitirse un cordero, puede llevar dos palomas o tórtolas.