Deuteronomio 21 establece normas para casos de homicidio no resueltos. Si se encuentra un cuerpo sin saber quién lo mató, los ancianos eligen una novilla y los sacerdotes hacen un ritual para purificar a la comunidad. También se habla sobre el matrimonio con prisioneras de guerra: si un hombre se casa con una, debe respetar sus derechos. Se mencionan reglas para la herencia y cómo tratar con un hijo rebelde. Si un hijo es terco y desobediente, los padres lo llevan a los ancianos y si es culpable de un delito grave, la comunidad lo ejecuta. Se instruye que si alguien es ejecutado y colgado en un madero, su cuerpo no debe quedarse colgado durante la noche.