Sara y el talismán del amor.

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Los tenues rayos del sol despertaron a Danila, quien presurosa hizo lo mismo con su hermano y con todos sus amigos, sabía que sería el día más importante para Sara y no quería dejarla sola ni un momento, ella, se dirigió hacia el salón principal, en donde la servidumbre, estaba ya arreglando el salón para esa noche, aquella noche marcaría la vida de todos para siempre, eso era lo que Danila sentía al respecto, todo el esfuerzo que logro junto con sus amigos no iba a ser en vano, presurosa y sin detenerse, tomo el pergamino entre sus manos y se lo dio a los sirvientes para que lo pusieran en el centro del salón, para que, justo cundo Sara entrase, lo viera.

Por otro lado, la joven princesa estaba más que nerviosa, pues el gran día había llegado más pronto de lo que ella esperaba, sin embargo, estaba lista, lista para enfrentar aquello que le atemorizaba y no la dejaba en paz ni un solo minuto.

En las calles de Carelle, toda la gente estaba preparándose para aquel día, todos parecían estar fuera de la realidad.
Los minutos pasaron lentamente uno a uno como aquellos granos de arena en un reloj, la tensión se podía sentir en el ambiente, la gran construcción del castillo tenia un aura agradable, las risas de los amigos de Sara resonaban por todo el palacio, en un abrir y cerrar de ojos la tarde noche estaba allá más cerca de lo esperado Sara estaba ya preparándose para su celebración en la habitación era joven se encontraba ella y su madre.

La madre de Sara llevaba un ligero vestido de color carmín qué le llegaba debajo del tobillo unas zapatillas color negro que hacen juego con su largo cabello que se encontraba atado a una coleta alta con un terreno de delineado en los ojos de color negro y labios color de rosa.

Sara lleva puesto un vestido rojo con pliegues de la cintura hacia abajo la costura del vestido solían estar al ras del suelo su cabello atado en un chongo con unos ligeros mechones que caían en su cara zapatillas de color rojo altas y quedaban al descubierto parte de sus pies en sus manos guantes largos color blanco con bordes dorados sus ojos resaltaban y estos estaban delineados por un suave color rosa y sus labios con la perfecta forma de un corazón pintados con rojo la siembra ella más hermosa de lo que ya era.

En alguna otra parte del gran castillo Danila, Shamara y Alexia se encontraban discutiendo por que vestido eleguir. Después de mucho tiempo de pensar cada quién eligió su atuendo Shamara eligió un sencillo vestido de color oro con guantes pequeños color blanco, su cabello lo dejo suelto sobre su hombro derecho y se maquilla perfectamente. Alexia por su parte eligió un bonito vestido color azul de dos piezas ella  recogió su largo cabello en una trenza como solía hacerlo siempre, sólo se delineó un poco y trazó una pequeña línea en sus labios de color rosa pastel, Danila eligió un vestido corto de dos piezas que consistía en una blusa sencilla de manga corta y una falda que le daba arriba de la rodilla con pliegues color negro, ella decidió dejar su cabello suelto cayendo por su espalda usó zapatillas al igual que sus compañeras.

Por otro lado los jóvenes amigos de la princesa No tardaron mucho en elegir sus atuendos pues lo que no era tan difícil sólo consistía en tomar un traje de los que ya tenían reservados para aquella noche y ponerlos en cada uno de ellos.

La noche estaba cada vez más cerca y toda la gente en el reino esperaba con ansias que el toque de las campanas anunciará la hora la hora para que la celebración que ya se había anunciado semanas atrás diera comienzo.

Los jóvenes varones estaban ansiosos por conocer el rostro de aquella mujer que les llenaba el corazón de alegría y que sólo habían escuchado maravillas sobre ella, todo lo que escuchaban de Sara les parecía maravilloso, la imaginaban tal y como una princesa Debería ser: hermosa, delicada, noble, bondadosa y sobre todo sería aquella mujer decidida y que siempre llevaba una sonrisa en su rostro, a decir verdad Sara era todo ello sin embargo a pesar de que ella pertenecía a la familia más poderosa siempre se comportaba de una manera humilde y compasiva ante sus semejantes y como no ante aquellos que no podían protegerse solos, así que su noble corazón tenía que permanecer intacto y la joven Danila se encargaría de ello ya que la chica que podía convertirse en Paloma Blanca había prometido cuidar de Sara así tuviese que arriesgar su propia vida, para Danila no había otra cosa más importante que ver a Sara sonreír, verla feliz en todos los aspectos Y si eso implicaba que ella tuviese que morir lo haría por ella, por  la vida por su amada Sara la chica a la cual quería como su hermana y no dejaría que nadie ni nada la lastimara, Y si defenderle implicaba matar lo haría.

La suave Brisa se sentía por todo el jardín del Castillo y las campanas anunciaron ya las 8 de la noche en el salón principal del Palacio las luces resplandeciente por cada Rincón de el, aquel  pergamino que Danila había dado a la servidumbre para que ésta le pusiera en medio del salón resaltaba y combinaba la perfección con la decoración que ahí había.

la gente comenzó a llegar en pequeños y grandes grupos mientras que los amigos de Sara los recibían con amabilidad, todos los presentes  quedaban asombrados con el gran pergamino que se encontraba en medio del salón, todos menos un  apuesto joven de cabello negro, ojos claros y cuerpo ,muy bien tonificado, al verlo Danila sintió una sensación que no pudo explicar ¿peligro?, ¿seguridad?, ¿satisfacción?, ¿felicidad?, no sabia a ciencia cierta  que es lo que había sentido, solamente  sabia que debería de estar pendiente de todas sus acciones y movimientos, una suave voz  masculina le saco de sus pensamientos.



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En el texto hay: amor y magia, amor eterno

Editado: 27.05.2018

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