Estaba agotado, su cuerpo estaba tan cansado, había trabajado más horas de las que su cuerpo podía manejar, pero su jefe le necesitaba por la pasarela de primavera y todos los preparativos, pese a ser domingo y el día que debía ser su descanso. Llego a su departamento, chico y solo, se sintió mal, su pecho se oprimió y recordó esos brazos abrazándole, como apoyaba su cabeza en pecho de este mientras le susurraba cosas lindas al oído.
Débil tomo su teléfono y fue al contacto de él.
«Harry, soy Niall. Sé que ya tiene mucho que nos vemos, se que tal vez ya me hayas olvidad, o que ni siquiera me recuerdes perro quiero que sepas que te amo, lo sigo haciendo, porque simplemente fuiste lo mejor que me paso, yo nunca me acosté con Liam, no sé porque te dijo eso, pero no lo hice, solo estaba dolido porque me engañaste y te lo afirme, cuando yo no lo hice, porque te amo tanto como para hacer eso.»
Lo leyó, sin más lo borro y eso sucedió unas veces más, hasta que dejo su teléfono en la mesa y se sentó en la sala, llevo sus manos a la cara y lloro.
Enviar eso no serbia para nada más que reabrir a herida que mucho le había costado cerrar, y el jamás había hecho nada pare llegar a él, para regresar, entonces tomo su teléfono y guardo el mensaje como borrador y elimino el numero.
…
Había llegado el verano y la pasarela había tenido tantos problemas, empezando por las modelos que llegaron a subir unos kilos y los vestuarios necesitaban ajustes de último momento, uno de los fotógrafos no había llegado junto con el diseñador y la pasarela era en menos de una hora.
Uno de los modelos masculinos no llego.
—Vistan a Niall, el es perfecto ¡pero ya! —hablo su jefe.
—Pero —articulo mientras una de las chicas le daba unas prendas.
—Yo te pago, solo por esta vez Niall —hablo, no podía negarse, además de que necesitaba el dinero, podría despedirlo ya que era una orden directa, asintió y fue a vestirse.
Se dejo maquillar, el no sabía de modelaje por lo que los modelos reales le enseñaron en los escasos minutos que tenían, y luego empezó, siguió las indicaciones y logro soportar las miradas, los flashes y la presión de estar modelando algo que jamás podría pagar.
La pasarela termino y todos estaban alistándose para la fiesta de celebración, ay que todo había salido al final muy bien, fue al baño en donde se cambio sintiéndose mas cómodo, volvió a donde había dejado su cartera, la tomo junto a su teléfono, lo encendió.
Dos mensajes nuevos y una llamada perdida, vio el numero y su respiración se acelero: era Harry.