▪︎ Capítulo 3. ▪︎

Después de lo que paso ayer, no he ido al hospital hoy y creo que no lo haré durante unos días.

Por que se comporta así, no lo entiendo, si bien que lo amaba a Kookie hasta se peleaba conmigo para pasar más tiempo con él y ahora ya no quiere que piense en el.

Eso es algo idiota de su parte, como no quiere que piense en el si lo amo demasido, siento que si no lo menciono se me olvidará y es lo que menos quiero.

Se supone que uno de los dos tiene que ser fuerte para una relación ¿ o me estoy equivocando? Y todo lo que dijo Seok Jin será verdad. 
 

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– Olvídate de él, TaeHyung no seas idiota – mis ojos se abrieron, me quedé atónito antes las palabras de mi Hermano mayor. 
 

– El ya tiene una nueva vida, no puedes quedarte esperándolo siempre – me niego a ver la realidad de sus palabras, no creo que mi Kookie sea así. 
 

– El prometió estár conmigo – me duele mucho la cabeza, solo quiero salir de allí.

 

– Pues veo que el único que le creyó fuiste tu – no lo soporte más y empujó a Seok Jin, entes de hacer otro moviendo, una mano me detiene. 

 

– Taehyung te apreció mucho, pero si lo llegas a tocar te la veras conmigo – me dice NamJoon y solo caigo al suelo llorando ,deseando que el estuviera conmigo.

 

El sonido de la lluvia y de la puerta me indican que estoy sólo.
 

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Desde hace dos días no voy al hospital y cada noche me levanto llorando al recordar la pelea que tuve.

 

Por lo consecuente tampoco me han traído comida o eso creo tampoco me he asomado a la recepción del hotel donde estoy,  tengo que salir a comprar más cosas.
 

Por suerte tengo un poco de dinero, no se si Hyung me sigue depositando ya que tampoco me ha llamado, bueno tampoco le voy a estar rogando.

 

Tengo que conseguir trabajo para sobrevivir ya que no creo que el orgullo de Hyung me siga manteniendo. 
 

Me doy una rápida ducha y me pongo algo abrigado ya que el sol se estaba ocultando y la noche se estaba presentando. 
 

Me pongo un bufanda, y salgo de mi departamento veo un montón de  cartas en la puerta, se me es extraño, pero igual las recojo y las pongo adentro, más tarde que vuelva las veo.

 

Camino y la recepcionista me llama – Buenas tardes, ¿Usted es Taehyung verdad del departamento 26? – me dice – Claro con el mismo – le sonrió. 
 

– Me alegra, ayer vinieron a dejarle este sobre con este caja –  deja una pequeña caja colorida con un sobre en la mesa – Me dijeron que se lo de hoy en la noche – la quedo mirando.

 

Se me hace extraño ya que nunca he recibido cosas así, pero recordé que Seok Jin hace este tipos de cosas cuando estamos así de molestos.

 

– ¿Puedo saber quién lo envió? – le digo, ella sonríe – El remitente dijo que no era nesecario decirle que usted sabrá quien se lo envió – Me quedo sorprendido pero recojo las cosas – Buenas noches y gracias – le digo y subo otra vez a mi departamento. 

 

Abro la puerta y dejo esas cosas en la mesa, tengo curiosidad por ver que es pero tengo qué salir a comprar, así que me las aguanto y salgo por la misma.
 

En poco minutos ya me encuentro en las calles de Seoul, todas con diferentes luces con el brillo que la caracteriza, la gente riendo, otras con los niños jugando, realmente conmovedor el paisaje. 

 

Entro al Super y cojo un carrito para poner las compras,  la música sonando al fondo y niños corriendo lo típico.

 

Coloco lo nesecario, en el carrito listo para hacer fila, pero un niño se me cruza y se cae al piso. 
 

Asustado, rápidamente me agacho a verlo, el niño lloraba mucho así que lo levante y le di una paleta y mágicamente se calmo aunque sus ojitos estaban rojos igual que su nariz. 

 

El niño me mira y me quedo viéndolo con asombro, no se si estoy loco pero se parece bastante a mi,  tiene mis labios y mis ojos aunque los tiene un poco grande pero su forma de arrugar las cejas al verme es igual a la mía. 
 

Se parece a simple vista a mí, un mano me toma por sorpresa y de pontro el niño ya no estaba conmigo un señor aparece, viéndome mal. 
 

– Discúlpeme pero tenía a mi hijo – sacudo la cabeza y sonrió  ok nerviosismo ya que su mirada me aterraba – No, disculpe el niño tropezó con mi carrito y le estaba llorando – dije con una sonrisa aunque me estaba muerte del miedo.

 

Sus ojos me examinan – Cierto, el me dio una paleta mira – dijo el niño y mi alma volvió, cuando el lo miró y el pequeño movía contento su paleta, el lo beso en la cabeza y luego me miró – Bueno, gracias – y se dio la vuelta, el pequeño me miró y movió su manito en forma de despedida.

 

Y el corazón me latió con fuerza, pero algo en mi se sentía vacío, pagué todo lo del super y compre algo de ramen ya hecho mientras caminaba al departamento.

 

Guarde las cosas en sus lugares y me sirvo la comida tranquilamente, posterior a eso me cambio a una pijama, unos pantalones cortos com rayas azules y una camisa blanca. 
 

Dispuesto a irme a dormir, veo la caja, pero paso de largo, pero de nuevo salgo ya que la curiosidad es más grande.

 

Me siento en la sala, en la alfombra y pongo la caja en medio de mis piernas y la procedo abrir tiene un bonito papel de regalo que hasta me da pena romperlo.