Era la noche más esperada por todos los niños y adolescentes. Amaban ir a pedir dulces, disfrazarse de sus personajes favoritos, ir a fiestas, contar historias de terror. Pero la pareja de amigos no deseaban salir hoy de sus casas, preferían quedarse a ver peliculas, bueno, eso quería Taehyung.
El joven de cabellos rubio estaba recostado en el sofá mientras escuchaba las suplicas de parte de su ami Jungkook para ir a la casa del terror.
─ Hyung, por favor ─ Tomó el brazo de Taehyung y lo movía de un lado al otro para que le hiciera caso, al menos que le mirara ─ ¡Hyung! El año pasado sucedió lo mismo.
─ Basta, no me gusta salir a esta hora.
─ Eso no lo dijiste cuando la fiesta de graduación ─ Su amigo rubio lo miró mal y asintió un par de veces causándole una sonrisa a el pelinegro ─ ¡Bien! Traeré tu disfraz.
─¿Ya lo habías comprado?
─ Sabía que ibas a decir que si vendrías conmigo a oa casa del terror, así que lo compre por adelantado ─ El menor sonrió corriendo por las escaleras las cuales conducían al segundo piso, y Taehyung sonrió al ver a su amigo feliz.
Unos minutos después, jungkook llegó nuevamente con su mejor amigo con el disfraz en sus manos, y este combinaba perfectamente con su disfraz. El disfraz que usaría el rubio era de diablo y el de Jungkook era de un angel.
─ ¿Son disfraces de pareja? ─ Preguntó de repente el rubio y el pelinegro se sonrojo, obviamente eran disfraces de pareja, pero Jungkook se dejó llevar por el amot al ver los disfraces en la tienda.
─ ¿E-eh? Claro que no, solo quería que combinar nuestros disfraces ─ El menor mostro una débil sonrisa y rápidamente le lanzó el disfraz a su amigo.
[...]
El exterior de aquellas casa era algo espeluznante, era muy espeluznante, todo decorado con telarañas y tumbas alrededor, no olvidemos los esqueletos y los animatrónicos de payasos. No había nadie en el interior ni en el exterior de la casa, nadie se atrevía a entrar. Las personas que pasaban cerca se alejaban rápidamente de la casa embrujada. Pero Jungkook siempre fue muy aventurero y no le tenía miedo a nada, o eso pensaba el.
Al entrar en aquella casa, la puerta se cerró sola de un portazo, lo cual susto al rubio.
─ Jungkook... Deberíamos irnos...
─ Pero si acabamos de entrar, anda, no tengas miedo.
La luz del pasillo que el cual conducía a varias habitaciones, parpadeba sin parar. Una de las puertas de la habitación se abrió fuertemente, causándole escalofríos a ambos chicos. Jungkook volteo para ver a su amigo, pero el ya no estaba.
─ ¿Taehyung? ─ No obtuvo respuesta, miro a todos lados intentando localizar a su amigo, pero no estaba, ¿no se habrá ido? El no había escuchado pasos, hace unos segundos el estaba a su lado y simplemente se esfumó ─ ¿Taehyung? ¿Esto es una broma? ─ Seguía sin respuesta. Y Jungkook si le tenía miedo a algo, y ese miedo era perder a Taehyung.
Em menor se asustó cuando el lugar se quedó completamente sin luz, y más cuándo vio dos puntos rojos al final del pasillo. Jungkook volteo y corrió hacia la salida, la cuál se hacía más pequeña mientras corría, es como si fuera un pasillo sin fin. Volteó para ver si aquella cosa lo seguí siguiendo, y aquellos puntos rojos estaban justo delante de el. Las luces volvieron a parpadear, y el pelinegro se quedó estático al ver que era Taehyung... O eso pensaba el, en su exterior era su amigo al que tanto quería, pero en su interior era alguien completamente diferente.
La boca más grande y cocida a hilo por ambos lados dejando expuestos sus labios y sus ojos eran completamente rojos. Cuando "Taehyung" sonrió, le causó un escalofrío a Jungkook dejando sus bellos a flor de piel. Era... Escalofriante.
¿Que le había sucedido? Eso no lo sabía, ¿era una broma? Taehyung nunca jugaría haci con Jungkook. Taehyung tomo en sus manos el rostro de Jungkook y acercó lentamente sus labios a los del pelinegro. Jungkook quería escapar, por que sabía que ese no era Taehyung, además que el nunca haría eso.
El menor golpeó el pecho del rubio para intentar escapar, pero no tenía demasiada fuerza. Taehyung sólo sonreía malicioso y de un momento a otro sus labios fueron estampados junto a los del pelinegro.
Jungkook abrió sus ojos sintiendo como sudaba por todo el cuerpo. Notó que estaba estaba recostado en el sofá con la cabeza recostada en unas piernas, y vio que era Taehyung, el era normal, ¿había sido todo un sueño? No lo sabía, pero si sabía que estaba temblando de el miedo a que se haga realidad.
─Kookie ¿Estás bien?─El rubio tocó la frente de su amigo, el cuál estaba algo caliente y sudaba.
─Si─suspiro con pesadez─Solo... ¿Cuándo me quedé dormido?
─Bueno, habíamos decidido no salir a pedir dulces ya que era muy noche y nos quedamos viendo películas─Explicaba Taehyung y Jungkook le prestaba atención, Jungkook se le había quedado mirando directamente a los ojos, formando un contacto visual que no lo rompería el mas mínimo ruido─Kook... ─cuándo Taehyung recupero algo la conciencia, aun así sin separar la vista, se dio cuenta que estaba a escasos centímetros de los labios de Jungkook, y esa distancia se cortó cuándo Jungkook decidió arriesgarse a besarlo.
Estuvieron así unos pocos segundos, hasta que ambos comenzaron a mover lentamente sus labios hasta que el aire era necesario en sus pulmones. Ambos tenían un ligero sonrojo en sus mejillas y Jungkook sonrió volviendo a besarlo pero rápidamente.