Capítulo 7: ¿novedades?

-¿porque todo tiene que ser tan difícil?- le preguntaba Makoto

-porque así lo decidiste-, el le decía mientras daba vueltas por la habitación

-tu lo decidiste por mí-, le murmuro muy bajito, -si hubieras querido me hubieras dejado tirada-.

Akemi ya no contesto, sabía que las palabras de Makoto eran ciertas, pero no le hizo caso y le lanzó un puñetazo a la cabeza, esta vez los vio la madre de Akemi, estaba impactada por lo sucedido, su madre lo miro muy enojada agarro a Makoto y antes de salir le murmuro al oído:

-Akemi no pensé que te volverías como tu padre, ella jamás te lo perdonara-, y dicho esto las dos salieron de la habitación.

Esa noche había una fiesta en el pueblo, no era una fiesta muy grande pero aun así Osamu la llevo para que se distrajera, pues él sabía lo que pasaba entre Akemi y ella, le invitó una cerveza, y recorrieron el lugar platicando con extraños y desconocidos, pero se detuvieron muy cerca de unas personas que escuchaban música del agrado de Makoto.

-Osamu, ¿podemos quedarnos a platicar con ellos?- le preguntó Makoto

-Claro no veo porque no-, él solo quería que se distrajera ya que mas que una amante, o una novia la veía como una hermana mayor, que se quebraba día con día a lado de esa  persona que ella juraba amar en el fondo.

Estuvieron toda la noche con esas personas, pero alguien le llamo la atención de la hermosura de Makoto, pero el notó que estaba quebrada, pero muy en el fondo sabía que ella era loca y rara, pero durante toda la noche no le dirigió la palabra, ni ella a él, pero no la dejaba de mirar; todo parecía marchar bien esa noche, parecía que Makoto ya no recordaba lo sucedido hasta que...

Akemi apareció a unos metros de ellos, Makoto no se había dado cuenta:

-Makoto, deberíamos irnos-, le dijo Osamu

-¿que? no ¿porque? estoy muy agusto-, le suplicó, no soportaba la cara de Makoto en ese estado

-Makoto, por favor vayámonos, no necesitamos estar aquí-, le imploró Osamu, pero Makoto volteó a donde estaba Akemi.

-Maldición, ¿Que hace aquí?-, se dijo en voz baja

-Makotooo, llevo buscándote toda la noche y al fiiiiin te encuentro-, sonrió perspizasmente

-Vete no te quiero ver-, le dijo mientras se daba la vuelta

-Vamos finjamos que la estamos pasando de maravilla-, le dijo Akemi

-Quiero irme a casa-, dicho esto Makoto empezó a caminar en dirección a su casa, Akemi la siguió detrás, Osamu no sabía si seguirlos o quedarse, y el chico misterioso observaba todo por encima de la lata de su cerveza y volteó hacía otro lado.