Jane.
Bajé las escaleras y pregunté quién antes de abrir la puerta, claro está que ya había visto quien era desde mi ventana pero hay que disimular que no estábamos como viejas chismosas.
-¿Quién?- pregunté estando ya a lado de la puerta.
-El amor de tu vida- me dice el muy idiota.
-No te voy a abrir hasta que me digas tu nombre- lo escucho suspirar antes de hablar.
-Thomas- y ahí por fin abro la puerta.
Nunca me voy a acostumbrar de sus ojos son tan hermosos, pero claro el efecto se perdió cuando vi que tenía su estupida sonrisa.
-Ya me estaba haciendo viejo esperando- me dice mientras pasa sin haberle dicho nada.
-Exagerado- murmuro pero es seguro que alcanzó a escuchar.
Me ignora claro está mientras observa todo.
-Tu casa ha cambiado mucho desde la última vez que vine- dice mirándome.
-Pues la última vez que viniste fue hace más de 10 años- le respondo evitando su mirada.
-¿Y que vamos a hacer?- me pregunta y me quedo unos segundos en blanco sin entender pero él sigue -¿ver películas?, ¿conversar?- hasta que por fin capto a lo que se refiere.
-Cualquier cosa está bien- ya que él es el invitado pues que decida ni modo.
-Conversemos entonces- me sonríe mientras se sienta en el sofá, acción que yo sigo ya que hago lo mismo.
Y me senté en el sofá diagonal al de él.
-¿Para que viniste hoy a mi casa?- se que suena muy grosero de mi parte preguntar eso pero quiero saber el porq.
Él me observa fijamente antes de hablar.
-Para volver a nuestras costumbres de la infancia de ir a la casa del otro una vez o dos veces por semana.
-¿Porq- iba a preguntar otra cosa pero él me interrumpió.
-Mi turno, tú ya preguntaste me toca- hace como si pensara y pregunta -¿Tienes pareja?- su pregunta me sorprende claro está.
-Eso no te importa- porq no pregunta cosas normales.
-Solo es una pregunta, responde.
-No te importa- recalco cada palabra para ver si así capta.
En un segundo tiene mi celular en sus manos, sí me lo quitó y yo me intenté levantar a quitárselo pero claro está que ni brincando lo alcanzo.
-Dámelo- le digo mientras vuelvo a saltar intentando quitarle mi celular pero él es demasiado alto comparado conmigo.
-No hasta que respondas.
Y ahí empezó la pelea por mi celular, intenté quitárselo cosa que no logré, pero justo en ese instante llega una llamada de mi mejor amiga y él se toma la molestia de contestar y poner en altavoz.
-JANEEE- grita la loca de Grace.
-Devuelvemelo- le digo mientras él tiene una sonrisa maléfica en la cara.
-¿Jane?- vuelve a decir Grace ya que nadie responde.
-Hola amiga de Jane- dice el idiota de Thomas mientras me detiene cuando le intento quitar de nuevo el celular.
-¿Hola chico desconocido?- pregunta con cierta duda antes de decir -EYYYY eres el chico que iba a ir a la casa de Jane- recordando lo que le dije en la mañana.
-¿Te habló de mi?- Le pregunta
-DEVUELVEME EL CELULARRRR- grito para que mi amiga entienda un poco la situación y me ayude.
Pero claro está que a ella nunca se le pasó por la mente ayudarme ya que me ignora.
-Claro que me habló de ti- dice ella con una risita.
-¿Jane tiene pareja?- se lo pregunta tan normal mientras yo ya me rendí el quitarle mi celular.
Vuelvo a decir, pensaba que mi amiga me apoyaba y por fin le iba a decir que me devuelva el celular, pero ella en vez respondiendo todo lo que él preguntaba. ES QUE YO LA MATO es lo único en lo que pienso.
-No, si quieres te ayudo con ella- AHORA SI QUE LA MATO intento gritar de nuevo pero en un movimiento rápido me tapó la boca con su mano y me pegó de espaldas a su pecho.
Él estaba con una sonrisa de idiota y yo queriendolos matar a los dos. Y aparte asustada porq en segundos pasé a que él me tenga contra su pecho y estoy nerviosa. No confiar en nadie me recuerda mi mente.
-Necesito saber algo- dice el idiota de Thomas mientras una de sus manos está tapando mi boca.
-Dime que yo tengo todas las respuestas- cita las palabras del programa de adivinas que tanto le gusta.
-¿Porq es tan gruñona? Es que antes no era así- dice mientras no puedo evitar rodar mis ojos esperando que por fin mi amiga tenga cerebro y no le diga.
-Es que después de lo de Dylan - iba a seguir hablando ya que a veces se le olvida la palabra discreción y esa era una de esas ocasiones.
Rápidamente alcanzo a quitar su mano de mi boca y en un movimiento rápido le quito el celular y cuelgo la llamada.
Y así señoras y señores es como se actúa por sobrevivencia.