Se necesita un Padre

Capitulo 18

 

MIRANDA

                                                                                        

 

Al llegar a la casa luego de trabajar, lo primero que hice fue ir a cambiarme con rapidez, Alejandra vino conmigo porque la chica tiene maquillaje de sobra y quiere maquillarme como se debe, le tengo mucha confianza que me dejara bien, sin embargo lo que me preocupa es que mi tía le pedí que me cuidara a Chase mientras yo iba a la fiesta, mi deseo era llevarlo pero Alejandra me dijo que sin duda iba a ver mucho escándalo en el cual le afectaría a mi Chase, por eso tuve que llamar a mi tía quien acepto pero no ha venido y me preocupa que no lo haga.

-Bien, siéntate – me ordena Alejandra cuando ya me encuentro vestida, volteo a ver a Chase que está en su coche jugando con una juguete, me acerco a dónde está mi amiga y dejo que ella se encargue de mi cabello - ¿quieres cabello suelto o todo amarrado?

-Mejor un poco suelto para que no se vea mi espalda que esta desnuda – respondo cuando ella agarra mi cabeza para ponerla firme y hacer que solo observa al frente.

-Bien, te lo hare – dice cuándo empieza a peinarme, cierro los ojos disfrutando de que me toquen el cabello, siempre he sido de esas chicas que le gustan que le toquen el cabello porque se empiezan a dormir, pues me relaja hasta cierto punto, en seguida me voy profundizando en mis pensamientos – bien, ya quedo, ahora a maquillarte – dice ahora acercándose en frente de mí, agarra una brocha de la mesa que está a su lado y empieza a mezclar polvos que ni se cómo se hace.

Observo a mi hijo mientras dejo que Alejandra haga lo suyo, solo me concentro en el mientras me coloca polvo, luego se va con mis ojos para después añadirle algo a mis pestañas, luego de haber hecho eso, se va con mis labios, que me hace un gesto para que los una y los saboree para que se mezcle entre el de arriba y el de abajo.

-Listo – exclama sonriendo cuando me pasa el espejo que tiene en la mesa, lo pone en frente de mí para que yo pueda verme.

-¡Carajo! – Exclamo de lo sorprendida que estoy, pues me veo muy bien - ¿Cómo lo hiciste?

-Amiga no necesitas de tanto maquillaje, con dos granitos ya te mirabas perfecta – dice sonriendo cuando se acerca y me quita algo de la cara – en los ojos como ves te puse un color café no tan parecido a tu piel, sin embargo se te ve fantástico.

-Waoo de verdad muchas gracias Alejandra – respondo de lo tan agradecida y emocionada que me encuentro pues es verdad, no necesitaba tanto maquillaje pero se ve perfecto – eres la mejor, deberías de trabajar en este talento que tienes.

-No, solo es un hobby para mí – responde cuando guarda las brochas en su caja – amo donde trabajo, y más cuando tengo a dos guapos jefes.

-Claro – digo riéndome sin ponerle mucha importancia lo que dice – mi tía no viene y ya llegara la hora de que Thomas venga.

-¿Ya la llamaste? – Pregunta enarcando una ceja, en seguida niego cuando me levanto y agarro el celular de mi sofá – deberías de hacerlo.

-Sí, eso hare – respondo cuando marco el número de teléfono de mi tía, en ese momento se escucha el celular hasta que de repente veo que se abre la puerta donde aparece mi tía ya contestando mi llamada – viniste…

-Claro que vine – responde cuando baja el celular de su oído – tenía que ver cómo te miras de hermosa.

-¿Qué le parece su nueva sobrina? – pregunta Alejandra a mi tía, le volteo a ver con una mirada desafiante por lo que acaba de decir, ella solo ríe.

-Me parece muy bella – dice mi tía alagándome, cosa que me hace sentir bien de parte de ella, casi no recibía ninguna buena respuesta de ella pero parece que está cambiando – más con ese vestido que te queda muy hermoso.

-Gracias… - le digo cuando corto la voz, ya que se escucha la bocina de un auto – ya está aquí – digo en seguida cuando me doy la vuelta y agarro la cartera que me llevare, luego me acerco a Chase para darle un casto beso en cada mejilla – me voy, gracias Alejandra por ayudarme, tía ahí en la cocina están los dos biberones ya con leche sobre la encimera, la pijama se encuentra en mi cama y cuando tenga sueño por favor hay que estar pendiente de que duerma boca arriba para que no se asfixie…

-Si Miranda, yo sé de eso, puedes irte – dice mi tía riéndose cuando pone su mano en mi hombro – puedes irte tranquila y diviértete con tu jefe.

-¡Tía! – Exclamo cuando no aguanto la risa y la dejo salir, me encamino a la salida volteándolas a ver – adiós.

-¡Suerte! – exclaman las dos, cierro la puerta al estar afuera y cómo puedo bajo las escaleras, no por la clase de vestido, sino de los nervios que tengo en este momento.

Cuando ya me encuentro afuera del edificio puedo ver a Thomas vestido muy formal, me observa de arriba abajo con una sonrisa, cuando me voy acercando agarra mi mano entre la suya.

-Te ves hermosa – confiesa, con el cual no puedo evitar ruborizarme.

-Gracias, tu también te ves muy bien – digo con sinceridad ya que es verdad, sonríe a medias cuando me abre la puerta del copiloto, en seguida me adentro en este cuando Thomas cierra la puerta, se da la vuelta y rodea el auto, en ese momento me dio la necesidad de mirar arriba de mi edificio, ahí en la ventana observe a Alejandra y mi tía quienes me están haciendo gestos emocionadas, no pude evitar sacar una chispa de mi risa.

-¿Sucede algo? – Pregunta Thomas a mi lado al estar ya en el asiento, niego mordiéndome todo el labio – bien entonces vamos a la fiesta, mi hermana te quiere conocer.

-Yo igual a ella – respondo sonriéndole, cuando enciende el motor del auto y conduce sin dejar de mirar al frente, estoy emocionada al saber que pasara sin embargo también me pregunto qué tipo de personas se encontraran, sin duda muchas amigas de Ana, en el cual deben ser de clase alta.




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