Seamos Dos

NECESITO PAZ

 

CAPITULO 20

 

No muy convencida, aun así tomo el celular de su mano, veo el nombre en la pantalla y no me alegra para nada, es mi madre, doy un suspiro, corto la llamada, luego marco a Elena para que sepa que estoy atrapada con una novia exigente y muy poco peculiar no le convence nada y he tenido que hacer un sinfín de cambios para que le parezca la idea para su boda, sin que nos afecte para que todo los detalles se lleven a cabo y no quedar mal. 

Le agradezco por el celular en un gesto, parece un poco decepcionado, intento ir por mi bolsa que deje en la mesa donde estaba, pero el hombre frente a mí, detiene mis pasos y alza su mano junto con mi bolso, le sonreí algo extraña ante su gesto, pero lo tome, no me respondía, llame varias veces, pero nada, desistí.  

La vista de Luis me seguía cada paso que daba en el pasillo de los baños 

-Gracias por el celular y la cartera – le digo viéndolos a los ojos – tus amigos ya decidieron  

-No lo creo, no le parece la idea a Astrid – suspiro – parece que...- no termina de decir su idea porque el grito de alguien lo detuvo   

-sí, si, si – grita alguien y yo creo que es la voz de Astrid  

-Creo que terminamos por hoy – le digo con un alivio, me ve con una sonrisa de pesar, pero igual tengo que ir a averiguar si es cierto lo que creo 

Dirijo mis pasos a la mesa y veo a la novia con mi agenda en manos y yo trago con fuerza, espero que solamente haya leído lo que a ella le interesa y por unos instantes siento que tiene mi diario personal. La persona que tiene mi agenda brinca de un lugar a otro y luego me ve. 

-gracias, gracias – grita – está bien todo lo que has planificado, este es el lugar que me gusta – juro que la que va a iniciar a brincar soy yo, siento un gran alivio, me pide nuevamente que le explique todo, parece que antes no era escuchada, suspiro y lo repito una novena vez, el novio solo me ve con una disculpa en sus ojos, yo lo que intento es hacer no perder los estribos con la persona dueña de la cuenta. 

Mi móvil suena, doy un suspiro sé que estoy en graves problemas por no responder a mi mamá, saco el móvil y veo que en efecto lo lamentare más tarde, veo la hora y son las nueve de la noche, rayos me van a matar en casa y mis hermanas también, trato de no mostrar lo preocupada que me encuentro por los regaños no porque sea una niña pequeña sino porque no debería de estar sola de noche en la calle. 

Lo revisan ellos solos en lo que salgo al jardín para llamar a mi mamá y a mis amigas para que no se preocupen por mí, me toman la llamada la primera a llamar es Elena, porque para eso si tengo fuerza. 

-hola, donde estas, ya es tarde, porque estamos preocupadas por ti 

-hola, estoy en un nuevo lugar lo encontramos por casualidad, también estoy estresado por eso de no estar en casa, pero llegare como en una hora, ya estamos terminando, aparte tengo una pelea pendiente  

-yo no estoy.... 

 -no, es con mi madre, pero ya la escucharas  

-ya que mencionas eso tu mama nos llamó y todo eso de que cualquier cosa que te pase o no le avisemos – suspiro ante eso, era de esperarlo 

-bueno, supongo que ahora las cosas se pondrán peor  

-supones bien 

Siento una mano en mi hombro y veo a Luis con mis cosas y me hace señales para que me avance en dirección a su auto, avanzo unos pocos pasos, pero cuando me doy cuenta de que aún no tengo los papeles del arreglo dirijo mis pies al local, pero soy detenido por Luis diciendo que me enviaran al correo y todo lo que corresponde, se lo agradezco y termino la llamada. 

Subo al auto y esta calientito lo agradezco porque pase mucho tiempo fuera hablando por teléfono, que vuelve a sonar y lo que menos quiero es que Luis nuevamente me escuche discutir con mi madre, pongo el móvil en silencio y lo ignoro por completo. 

-puedes contestar no me molesta 

-es bueno saberlo, pero si me incomoda a mí que escuche mis problemas – su risa me hace girar mi vista hacia donde él se encuentra 

-todas las familias tiene problemas 

-si, eso lo sé, solo que prefiero que mis clientes no se enteren de mis problemas – le sonrió al decir eso – ya tengo suficientes ridículos en su presencia, quisiera ahorrarme este  

-no me molestan para nada, es divertido 

-Es bueno saber que mi miseria lo divierte, eso no le suma para nada puntos  

-Quiere decir que estoy por buen camino – mi vocecita en mi cabeza se ríe acabo de dar una maldita pista quiero golpearme porque la veo bailar en mi cabeza  

-no, no – tartamudeo – no quise decir eso, yo no dije nada – él solo ríe – no lo puedo componer – le digo y me tapo la cara  

-no, no tiene compostura – dice y a mí me sale un suspiro, veo el reloj y casi con las diez de la noche no había sentido tanto estrés en planificar eventos, si lo estaba es porque tenía trabajos extras y estudios también, estoy estresada por que aún no tengo fecha de examen, tampoco han informado nada sobre la reunión de la segunda fase, siento que voy a estallar estos días, sumando a que tengo a un acosador respirándome el cuello, en definitiva no sé cómo sobreviviré a estos días. 

Saco la Tablet en lo que agendo todo lo avanzado, también lo paso a mi agenda, paso todo lo que puedo en limpio me concentro tanto en todo lo que hago que no me doy cuenta que me está hablando hasta que siento su mano sobre mi hombro y me sobresalto, me topo unos segundos con sus ojos que regresan a la carretera, tiene una sonrisa estampada en su rostro y yo tengo un revoloteo en mis entrañas por ver esa sonrisa, soy tonta, empujo a mis pensamientos calenturientos y luego pregunto. 

-¿Qué? - no me ve sigue centrado en el trayecto 

-Tengo que pasar a un lugar, antes de que sea más tarde – le hago un gesto de que es enserio, ríe a carcajadas pero asiente - más de lo que ya lo es y me sirve – no respondo solo asiento con la cabeza, avanza unas calles luego cruza otras se baja y casi quiero gritar, de frustración, de enojo y de lo irónica que es la vida, estamos en el mismo lugar donde tenemos la bodega de la boutique, pero trato de no demostrar mi sorpresa, estaciona el auto, luego de eso apaga el vehículo, se baja, invitándome a acompañarlo me niego, luego de eso veo que estamos justo a la par de su bodega, es la más grande del edificio, no entiendo cómo es que un tipo como ese tiene una bodega, si tiene una empresa constructora, regresa y sobre a la parte de atrás tres porta planos y otras cosas, que no conozco, se sube al auto agradeciendo mi paciencia, no digo nada porque temo decir una imprudencia. 



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En el texto hay: amor, amistad celos y lagrimas

Editado: 27.04.2021

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