Ismaíl
Han pasado cerca de tres semanas desde el suceso de la persecución por parte de Taína, me quedé en cama casi una semana, pero Taína se encargó de cuidarme, estar conmigo, hacerme compañía, admito que tal vez si fue impulsivo de mi parte, amenazar al camarero, no sólo con perder su trabajo, si no también lanzarlo del crucero, no estuvo bien, pero la solo idea de que Taína saliera con él me molestó, he empezado a notar que soy bastante posesivo con ella, y a pesar que no quiero decirlo en voz alta tal vez veo a Taína más que una amiga, al menos eso me dijeron lo chicos que parecía, temo que sea verdad, que me guste Taína, no quiero arruinar nuestra amistad, nunca he tenido una amiga como ella, sin saberlo ella logró sacarme de mí mal estado de ánimo, Por qué soy consciente que desde que maté a mi mejor amigo no fui más el mismo, ¿pero como regresar a serlo? , si la culpa me consume día a día, yo soy el único culpable de su muerte, ella logró hacerme sonreír, disfrutar, divertirme, ella me a hecho volver hacer el que era antes de convertirme en el asesino de mi mejor amigo.
- Ismaíl nos estas escuchando - levanté mi mirada negando, Taína me miró con extrañeza, acercándose a mi lentamente, estamos en la piscina y por su baja estatura el agua le llega a la altura de los hombros, dificultando el caminar rápido, para cuando llegó más cerca de mí note que el agua ahora le llegaba a él cuello, estire mi brazo tomándola de la mano la jale pegándole a mi cuerpo, ella se sujetó rápidamente de mi hombros, para evitar ahogarse
- Ismaíl sucede algo, te noto muy pensativo y apartado, no has querido jugar al voleyball hoy, la verdad desde ayer por la noche estás así, ¿pasó algo? -
- Una vez me dijiste, que los recuerdos y la mente pueden ser nuestros mayores enemigos, tienes mucha razón -
- ¿Yo dije eso? -
- Estabas ebria, me lo dijiste después de que te persiguiera por la mitad del crucero -
- No lo recuerdo, pero porque dices eso, que te atormenta Demián -
- Los recuerdos pequeña -
- Puedo saber que recuerdos - negué rápidamente, con temor
- ¡No! Lo último que quisiera es que te decepcionarás de mi, o que me rechazaras, eso sería demasiado doloroso - colocó una mano sobre mi mejilla, involuntariamente incliné aún más mi rostro, desea recibir su caricia
- Cariño nunca voy a estar decepcionada de ti, mucho menos te rechazaría, en un mes te has convertido en alguien demasiado importante para mí -
- Tú también eres muy importante, nada de esto sería lo mismo sin ti -
- No te obligare a que me cuentes que perturba tus pensamientos, pero quiero que sepas que sea lo que sea yo siempre voy a estar aquí, cuando necesites desahogarte solo dímelo sí - asentí, la abrace con fuerza cerrando los ojos mientras ella acariciaba mi cabello
- Gracias Taína -
El resto de la tarde fue tranquila, ahora intentaba conciliar el sueño pero me era imposible, en cuanto cerraba mis ojos recordaba mis manos llenarse de su sangre, despertaba de inmediato, con la respiración agitada y el corazón latiendo fuertemente en mi pecho, suspiré ya era la cuarta vez que me pasaba, mire la hora eran ya las diez de la noche, lo medite un segundo pero al final me levanté, toque suavemente la puerta
- Taína estas despierta - después de tocar por cuarta vez Taína abrió la puerta adormilada
- Demián estás bien - Me miró sorprendida
- La verdad no, ¿puedo hablar contigo? -
- Claro cariño pasa - me adentre en su habitación dejándome caer en su cama, sentí su peso a mi lado cuando se sentó
- Yo no solía ser así sabes -
- ¿Ser cómo Ismaíl? -
- Así amargado, solía ser divertido, alegré, vivía la vida con colores como dices tú, pero esa noche todo cambió, ya no sonreía, vivir ya no me emocionaba, me refugio en mi trabajo para olvidar, pero te soy honesto jamás lo olvide, esa noche cambió mi vida, me cambió a mi, me convirtió en como me conociste -
- Demián todos tenemos un pasado que nos pesa, y tal vez sea hipócrita de mi parte aconsejarte, cuando yo no sigo mis propios consejos, pero guardar lo que sientes, no es la solución, sigues acomulando todo y algún día todo eso va a explotar, jamás vas a olvidar, pero solo existen dos soluciones en vida, dejar que todos los recuerdos y frustraciones te consuman y acaben contigo o tomar todo ese dolor y convertirlo en algo bueno, aprender de nuestros errores y seguir adelante -
- También llevas un dolor contigo verdad - pregunté observándola, ella posó su mira en algún punto perdido de la habitación
- Si, en mi vida tenía a alguien muy especial, era quien me acompaña a en cada locura, en cada tristeza, en cada alegría, siempre estaba para mi, sin importar la situación, pero ya no está en este mundo y eso me duele cada segundo -
- Se lo que se siente perder a alguien especial - los dos guardamos silencio, perdiéndonos en nuestras recuerdos
- Gracias por escucharme, necesita a hablar con alguien -
- No tienes que agradecerme, me gusta hablar contigo, sabes que te quiero - levanté una ceja en su dirección