Demian
Siento como si un tractor me hubiera pasado por encima, el dolor de cabeza es algo de otro mundo, tome un par de pastillas para intentar rebajar el dolor, pero no logro concentrarme en los documentos sobre mi escritorio, mi mente está en otro lugar, ¿en qué momento se me ocurrió aceptar semejante propuesta? pero es una gran estrategia comercial, podremos expandir el bufete con mayor cantidad de abogados experimentados, es una estrategia complicada pero efectiva, además qué más puedo hacer si ya he dado mi palabra, además de firmar el contrato, tal vez debí pensar mejor las cosas antes de firmar, ya no tengo marcha atrás, tenía esa sensación en mi pecho que me anunciaba que había cometido un gran error, más ya no había nada que hacer, además para qué cambiarlo si de por sí no tenía nada porque luchar o perder, suspiré intranquilo levantándome de mi asiento
- Señor ¿a dónde va? -
Esta es la segunda secretaria que contrató desde mi regreso, ninguna a sido capaz de impresionarme, todas son poco eficientes e incapaces de limitarse a realizar su trabajo, observo a la mujer sentada frente a mi con irritación, no recuerdo su nombre pero tampoco es algo importante para mi
- Ya me voy, cancela todo lo que tenía planeado para hoy y reprogramalo para el transcurso de esta semana -
- Pero es muy complicado señor - rodé los ojos, no era complicado, pesado tal vez pero complicado no
- Ese es tu problema, solo haz lo que te pedí - me retire al elevador antes de que dijera una palabra más, no soporto a estas mujeres, la despidire pronto, dejaré a mi abuelo y padre encargado de contratar a otra secretaria, no puedo soportar estar entrevistando a personas ineficientes, para cuando llegó a casa el dolor de cabeza a aumentado, todo gracias a la gran presa que se forma en el centro, no se si mezclar alcohol con las pastillas para el dolor de cabeza sea malo pero necesito un trago en este momento, tomó un largo trago de whisky sin pensarlo sintiendo el líquido caliente bajar por mi garganta
- Eso es nuevo, mi pequeño saltamontes bebiendo de esa manera, ¿acaso de vería de preocuparme? -
- Hola Nono -
- Sabes me gusta ese apodo que me has colocado, pero no puedo dejar de preguntarme ¿a qué se debe el hecho de que me lo colocaras en primer lugar? -
- Sigue intentándolo Nono pero no vas a conseguir que te cuente nada - mi abuelo entrecerró sus ojos
- Mi querido saltamontes ya lo averiguaré aún no me rindo - tomé otro trago largo para volver a rellenar el vaso
- Ya han pasado cuatro meses desde que regrese, a estas alturas aún crees que tienes la posibilidad de averiguar algo -
- Saltamontes, la esperanza es lo último que se pierde - de inmediato recordé a Taína diciéndome exactamente lo mismo, sonreí como un idiota sin poder controlarlo
- Esa sonrisa tuya me aterra, pareces el maldito guasón, si vas a sonreír intenta por lo menos no parecer un desquiciado asesino -
- Tu no necesitas ni esforzarte para amargarme verdad? -
- Es un don - sonrió de manera inocente según él, pero la maldad de mi abuelo se nota en su mirada, los gritos de mi hermano menor se escuchan por toda la casa
- Espero que lo estén matando para que grite de ese modo - mi hermano tiene diecisiete años pero se comporta como un niño de cinco, tanto mi abuelo como yo caminamos a buscarlo lo encontramos en la entrada un poco alterado hablado con mi madre con demasiada rapidez
- A ver ya callate, controlate y explica de manera clara que te paso, y con el dolor de cabeza que tengo espero que de verdad amerite tus gritos - si antes mi hermano parecía alterado ahora parecía que estaba a punto de sufrir en paro cardíaco
- ¿Que mierda estas haciendo tú aquí? -
- Aquí vivo idiota -
- Pero porque estás a esta hora, no deberías estar en tu oficina -
- Me duele la cabeza, yo no te debo ninguna explicación yo soy un adulto que hace lo que le plazca - lo observó con detenimiento hasta que noto como aprieta su mano con fuerza
- ¿Qué estás ocultado? ¿Por qué estás nervioso? ¿Qué fue lo que hiciste? -
- Yo no sé a qué te refieres hermanito -
- Madre lo voy a golpear -
- A ver nada de golpes, Tobias cariño qué pasó - mi hermano al notar que no tenía salida no le quedó más remedio que confesar
- Me equivoque de pendrive y me lleve el de Demián al instituto - Ahora yo soy el alterado
- ¡Cuál pendrive Tobias! -
- Ese que tiene muchas fotos tuyas con una chica rubia en el crucero - lo voy a matar, lo tomé del cuello de la camisa
- ¿Que fue lo que viste? -
- Nada, bueno solo unas cuantas fotos y un pequeño video - lo solté
- Dame el pendrive - este no tardó en entregármelo en cuanto lo tuve en mi poder lo observé molesto
- Corre Tobias, porque si te alcanzó terminas en el hospital - mi hermano no dudo en salir corriendo por su vida, pero cuando se encontraba a una distancia prudente se volteo risueño