XIII CONVENCIÓN (la reunión 2)

• Camino

Fernanda: “Cómo se te ocurra salir de la casa, despídete de tu familia, para nosotros estarás muerta.”

Me fui de mi casa dando un fuerte portazo, supongo que mamá se sorprendería cuando hice caso aomiso a su amenaza, mientras me dirigía hacia mi coche me deshice de las llaves de un lugar que, alguna vez , fue mi hogar. Las llaves las oculté en un sitio que sólo sabíamos Mariela y yo. Mi suerte es que ya no tenía nada allí que pudiesen utilizar para unirme a semejante cabronazo. Arranqué con rabia y me largué, mientras me alejaba vi como mis hermanos se asomaban y miraban sorprendidos por mi reacción. Sólo sabía que quería estar entre los brazos de Carmeli, es curioso, me gusta llamarla Carmeli en plan cariñoso, y dejar el Eloísa para cuando tratemos de asuntos más serios.

• Mariela

Camino y yo somos muy parecidas, lo único que nos diferencia es que ella es muy visceral. Las cosas son blancas o negras no hay grises que puedan suavizar la situación. Vaya con la novia de mi hermanita, primero un “pedrusco” de varios kilates, luego un deportivo de alta gama, que valdrá otro potosí, y sin más otro “pedrusco” con más kilates que el anterior.

Camino: “Espero que tengas para esta tarde algo mejor que el “porque soy tu padre y ya está…” para justificar tus dieciocho meses de retrasos continuados en el trabajo…”

Fernanda: “¿Qué forma de hablarle a tu padre es esa?”

Camino: “La mía, y si no te gusta no escuches…”

Sabía que cuando intentaran usar a Camino para que se case con el desgraciado, iba a arder Troya. Inesperadamente mi hermanita se dirigió hacia la puerta de la calle seguida por mi madre, seguidamente sentimos un fuerte portazo y regresó mi madre aún más indignada.

Fernanda: “Lo que pasa es que eres demasiado blando, lo que tenías que haber hecho es darle una buena galleta, para que se entere que en nuestra casa no toleramos a los maricones…”

Celestino: “Pasa que aparte de ser mi hija es mi jefa…”, dijo en un susurro.

Carlos: “Papá ¿qué has dicho? Porque no nos hemos enterado de nada…”

Mariela: “¿Cómo lo sabes?”

Fernanda: “¿Podéis hablar más alto? No me entero de nada…”

Celestino: “No sólo es mi Jefa, sino que resulta que mi antiguo compañero del Instituto, Victorín, es “el ogro” y está apoyando a Camino en todo…”

Fernanda: “No me entero de nada, como no hableis en cristiano yo estoy más perdida… que vais a tener que llamar a Paco Lobatón para que me encuentre.”

Mariela: “Papá no hay nada más que tenga que saber yo…”

Papá negó con la cabeza

Mariela: “Vamos a ver porque la situación para TODOS es extraña. Resulta que tu hija Camino, por méritos propios, ha sido nombrada coordinadora de todos los proyectos de la empresa en la que trabaja papá...” vi que mi madre me seguía con la mirada de no saber a dónde quería llegar yo. “…por lo que ahora mismo Camino de Villegas (hija) es la Jefa de Celestino de Villegas (padre), si a eso le sumamos que papá ha estado haciendo trampas en los proyectos que han estado bajo su control…”

Carlos: “No creo que Camino sea capaz de despedir a papá…”

Fernanda: “¿Cómo despedir a su padre?”

Celestino: “Mi grupo de trabajo es con ella, y con Victorín…”

Mariela: “Pues creeme, papá que lo tienes crudo con ella. Y por otro lado, a ella no le importa perder a la familia por estar con esa chica, y el idi… Alejo no sirve para eso.”

Fernanda: “Haré lo que tenga que hacer para impedir que mi hija sea una desviada. Hablaré con el marqués para que me asesore para declarar incapaz a mi Camino…”