Abril 2012
Sol María Zavala, Ecuador
Soy una chica promedio de 14 años; nací y crecí en una de las ciudades principales del país, en un pintoresco barrio urbano con un lindo nombre "Paraiso".
Mi vida fácilmente se resume en monótonos días en el instituto, disfrutar de la compañía de mamá (Gema) que siempre pasa en casa, aprovechar los días libres de papá, discutir con mi hermano mayor (Julio Junior) todo el tiempo, molestar y consentir a mis pequeños hermanos (Noelia) de 7 años y Sebas, mi hermano menor por un año de diferencia.
Para cuando no estaba en casa habían muchos planes sencillos que ejecutar con mis pocos amigos; para ser exacta mis dos únicos amigos... José Daniel y Steven Rivas (no son hermanos, son primos por ello tienen el mismo apellido)
En teoría mi circulo social empezaba con mi familia y terminaba con la Familia Rivas (mejores amigos de mis padres desde que llegaron a la ciudad)
Tan solo me bastaba estar con ellos para ser feliz.
Amaba las vacaciones porque tenia todo el tiempo del mundo para compartir con mi gran circulo social en la casa del campo de los abuelos, noches de películas, recorridos en bicicleta por el parque, montón de salidas al cine o a la piscina; sin embargo, estos meses de vacaciones no tenían nada de lo que imaginé.
Por el contrario, papá se quedó sin trabajo y recién hace una semana encontró uno nuevo con un salario básico por ende no hubo ningún viaje.
Mamá se volvió sobreprotectora (no me dejaba salir mas que a la tienda y eso porque esta justo frente a la casa); y de todas formas no tenia a donde ni con quien salir porque Steven y José Daniel me habían cambiado por sus novias del típico estereotipo al que llamo "narzorristicas" (es la combinación de tres palabras: narcisistas, zorras, plásticas)
...
Este sábado a las 7 de la mañana sentada junto a mis hermanos frente a mis padres sabia que algo más cambiaría.
Papá soltó un profundo suspiro y nos miró uno a uno
- Antes de hablar me gustaría saber...
¿Alguno de ustedes quiere comentar algo?, es decir, ¿Todo está bien?
Fueron unos largos minutos de silencio en el que pensé que nadie diría nada, pero repentinamente hizo eco en la habitación una temblorosa voz - Yo dejaré la universidad - Junior agachó la cabeza mientras se removía incomodo en su asiento... luego de unos segundos continuó - Me despidieron del trabajo hace un par de semanas y no tengo dinero para seguir; al menos no en esa universidad.
-¿Y qué piensas hacer ahora hijo? - cuestionó mamá en un susurro
- Desde mañana empezaré a buscar trabajo y trataré de tomar cursos afines a mi carrera... Solo quería que lo supieran y sé que contaré con su apoyo. - Concluyó con timidez y vergüenza.
Se formó un silencio incomodo en la sala... La mayor parte del tiempo pasaba discutiendo con Junior, pero después de todo es parte de mi familia y se me encoge el corazón de verlo tan frustrado, sobre todo porque tan solo le faltaban un par de semestres para acabar su carrera.
Papá se rascó la cabeza como lo hace siempre que no sabe qué decir - Junior, realmente quisiera... - miró a mamá - quisiéramos ayudarte; pero con Gema sin trabajo y yo estirando lo más que se puede la liquidación se nos hace realmente imposible; y eso será hasta que pase el periodo de prueba en mi nuevo empleo; es más, está reunión es para contarles de los ajustes que hemos considerado necesarios.
Papá agarró una caja del suelo - Por lo pronto... tú - me miró fijamente con tristeza, lo cual me pareció sumamente extraño y me puso de inmediato en alerta - Sol... hija este año asistirás a un nuevo instituto público que está más cerca de casa para ahorrarnos el expreso y las colegiaturas.
Suspiré con fuerza... No sabia si de alivio, de la confusión o enojo
- Miren, comprendo que estamos un poco mal
Pero ¿Por qué esperaron recién a que estemos a dos semanas de iniciar clases?
Mamá se inclino hasta tomar mi mano entre sus manos para intentar calmarme - Eso no es algo importante cariño, sólo comprende por favor
Solté su mano abruptamente - Pero es que no pensaron... - cerré los ojos y respiré profundamente para tranquilizarme - Esta bien, esta bien - susurré
No me inquietaba mucho cambiarme de instituto porque a fin de cuentas lo único que me molesta es tener que soportar la curiosidad de quienes serán mis nuevos compañeras, porque en el anterior instituto al menos ya sabian que aprecio mucho mi espacio personal - mi soledad.
Aunque no me emocionaba la idea quise no hacer un drama y aliviar a mis padres - Esta bien, ¿Cuál será el nuevo instituto? Uno también solo de chicas me imagino...
Mamá tomó mis dos manos con cariño - De hecho, es un instituto fiscal mixto que está a unos veinte minutos de aquí... Tendrás compañeros varones
Me quedé inmóvil mirando hacia la nada y al notar que no respondería continuaron calculando cada palabra que decían...Pusieron una caja frente a mi - Estos son tus nuevos uniformes y también hay información sobre el instituto para que revises un poco.
No tenía intención de discutir, así que preferí tan solo asentir con un movimiento de cabeza para que papá pudiera continuar con la reunión.
El siguiente tema no fue tan agradable...
Resulta que mi hermano además de haberse convertido en una clase de playboy, había cambiado mucho más.
El rendimiento académico de Sebas estaba empeorando y cada vez su irresponsabilidad era incomprensible; y está vez ni yo sabia lo que estaba pasando en su vida.
#34338 en Novela romántica
#9262 en Thriller
#3668 en Suspenso
amor, tragedia romantica, novela juvenil que contiene romance
Editado: 17.06.2020