Pasaron los días volando, y en un abrir y cerrar de ojos ya era viernes. Al llegar a casa, quise echar una siesta. Me pase la noche de ayer hablando con violeta. Sofía se enfermo de el estómago, y la visitaremos el domingo. Hice a un lado el montón de ropa que tenía que ordenar, y me apoyé en la pared. Desde pequeña tenía la mala costumbre de dormir apoyada en una pared. Cerré los ojos e intenté dormir.
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Pasaron las horas y sin darme cuenta, ya eran las cinco menos cuarto. Me desperté de un salto y recordé que le había dicho a Jude que nos íbamos a juntar en el cine. Me arreglé y salí corriendo hacia la parada de autobuses. Pasaron los minutos y después de diez minutos me subí en un autobús. El viaje fue tranquilo, pero en una parada se subió una persona vestida de payaso que dijo que iba a rapear. Se acercó a mí y lo miré confundida.
-Rapido chica, dime una palabra para rapear.-Me preguntó.
-Ornitológico torrinco.- Su cara fue épica. Pobre, los pasajeros no paraban de reír.
Al llegar a mi parada, fui corriendo hacia el lugar donde le había dicho a Jude que me esperara. Cuando llegué ahí estaba y se veía preocupada. Apenas me vió, su cara se iluminó con una sonrisa.
-¡Hola!-. Le dije
-Hola, llegué a pensar que me dejarías plantada. Han llegado a hacerlo.- Dijo con el semblante serio.
Fuimos a la sala de las entradas y elegimos una película de terror. Nos sentamos casi al final de las filas y compramos una bolsa grande de palomitas de maíz. Miré a Jude y estaba asustada. Su expresión era entre confusión y asco.
-Es la pelicula mas desagradable del mundo. Me encanta.- Vaya, eso no me lo esperaba. Si uno no la conoce, podría decir que sería de esas personas que se asustan con solo ver el título de una pelicula de terror. Ella no es así, es, diferente. A su modo.
En medio de la película, sentí que unos ojos me miraban. Me voltee a ver, y era Jude. Apenas la miré, se sonrojó y se dió la vuelta. No lo hice caso, y seguí viendo la película.
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-Me la pasé bien hoy, Lea.- Me dijo cuando terminamos de ver la película. Después de eso, fuimos por unos helados. Ella escogió de vainilla,y yo de menta con trozos de chocolate.
-Yo también. Bueno, nos vemos.- Le dije a modo de despedida. Llegando a mi casa, le conté lo ocurrido a Violeta por teléfono.
-¿Estas segura que te vio a ti? Pudo haber visto alguna otra cosa atrás tuyo.
-No lo se, Violeta. Bueno, solo eso te quería decir. Adios.- Le dije un poco molesta.
-Nos vemos el Domingo.
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El sábado salí al centro comercial a comprar alguna ropa que me hacía falta, pero mi compra se vió interrumpida cuando ví a Jude con otra chica. Me acerqué a ellas, y la chica desconocida era hermosa. Sin querer me sonroje. No... no puedo estar celosa ¿O si? No... seguro solo me sorprendió. Me fui de el lugar y seguí haciendo mis cosas. Pero la chica me seguía dando vueltas en la cabeza.
-Auch ¡Ten cuidado!... Espera... ¿Lea?-. Me preguntó una voz. Choque con una persona cuando estaba en camino a mi casa. Era Axel.
-Ehhh si... este... soy yo.- Me puse roja como el trasero de un babuino al instante. Se veía tan apuesto, con su sudadera y sus jeans rotos. Se ve lindo con cualquier cosa.
-Que bueno verte.- Dijo sonriendo. Su sonrisa me mata, su cara parece esculpida por los mismísimos dioses.- Y por fin estás peinada.- Arruino el casamiento entre el y yo que había en mi mente.
-S-si, bien, me tengo que ir.- Dije rápidamente.
-¡Espera, Lea!-. Me doy vuelta para luego mirarlo, y se veía nervioso.
-Yo, este... me preguntaba si quisieras ir al parque el próximo sábado, ya sabes, estoy libre.- ¿Estaba balbuceando? Se ve tan tierno que le apretaría esos cachetes.
-Si, claro.- ¡No lo puedo creer! ¡Voy a tener una cita con Axel! Ok Lea, no entres en pánico-. Bien... este... nos vemos a las seis, ¿Te parece?
-Bien. Estaré esperándote.- Me dijo antes de darse la vuelta e irse.
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Cuando llegue a casa, recibí una llamada de un número desconocido. Dudé, pero finalmente decidí contestar.
-¿Hola?
-¡Lea! Ya lo se todo.- Era la voz de Sofía chillando a mi pobre oído.- Axel me llamó preguntándome por ti, y me contó t-o-d-o.
-Este ¿de verdad?
-Sí, y más te vale que no le rompas el corazón a ese pobre chico.- Dijo en tono amenazador, pero en el fondo sabía que solo bromeaba. Nos pasamos la tarde hablando de Axel y Sofía dandome consejos que también le serviría a ella, pero no me hace caso cuando se lo digo.
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Por primera vez en millones de años, me desperté temprano. Este fenómeno se llama "operación baja de rollitos de michelin". Debería bajar uno o dos kilos antes de mi encuentro con Axel, por lo que esta semana no comeré ni un solo gramo de frituras o comida chatarra. Me levanté y vi a mis padres desayunar.
Editado: 22.07.2019