Victoria pov:
Desperté, ya es de día, tengo que ir al Instituto, me levanto y voy al baño a asearme, luego me visto con mi uniforme, voy al Instituto Santa Marta, un instituto de monjas, el uniforme consiste en una polera blanca y un tipo de vestido negro con tirantes, los zapatos son negros al igual que las medias.
Camino hacia el Instituto, salí un poco temprano, así que llegaré a tiempo. Estoy pasando por el paso nivel de Freire y veo como una esfera de luz pasar, no le tomó importancia.
Llegué al Instituto y me dirijo al salón, entró y dejo mi mochila, es mi último año en este instituto, el próximo me iré al colegio El Pilar, tengo buenas notas así que lograré entrar.
Llego la profesora de matemática, es una asignatura fácil para mí, empieza la clase y yo anotó todo.
Pasaron las horas y llegó la hora de irse a casa, está vez me iría por el camino viejo para ir a visitar a mis abuelos que viven en el sector de Colón. Llego a su casa y abro la reja, después saco la llave de mi mochila y abro la puerta, entre a la casa y no escucho nada, es raro, siempre mi abuelo está trabajando y mete mucho ruido. Voy a la cocina y no veo a mi abuela, sigo caminando hasta la puerta que lleva al patio trasero, la abro y no veo nada, cierro la puerta y voy a su habitación, tampoco están, no pudieron haber salido ya que la camioneta de mi abuelo está afuera, tal vez están arriba.
Subo las escaleras, reviso todas las habitaciones pero nada, ¿Que les habrá pasado? Bajo otra vez al primer piso y escucho una puerta abrirse, es la del patio, voy rápido y veo que entran mis abuelos, sin pensarlo corro hacia ellos.
—Vicky, ¿Qué haces aquí? —me pregunta mi abuela sorprendida.
—No los encontraba, los busque en toda la casa, hasta revise el patio pero ustedes no estaban, ¿Dónde estaban? —les digo muy preocupada.
—Estábamos detrás de la piscina, tal vez por eso no nos viste —me dice mi abuelo, algo ocultan, la piscina no es tan alta para tapar a los dos.
—Vamos a comer —les digo simulando una sonrisa.
Fuimos al comedor y comimos unas galletas, después de eso me despedí y me fui a mi casa. Otra vez, cuando pase por el paso nivel, vi una esfera de luz, pero le reste importancia por segunda vez.
Llegué a mi casa y vi a mi papá hablando con dos hombres que tenían una vestimenta extraña, nadie usa esa ropa desde que mataron a todas las brujas.
—Hija, llegaste, siéntate —obedecí a mi papá y me senté al lado de él, los dos hombres le decían cosas en otro idioma bastante desconocido para mí, pero mi papá lo entendía y le respondía en ese mismo idioma.
—Hija, irás a un nuevo colegio.
—¿Qué? Papá estamos a mitad de año, no me puedes cambiar a esta fecha —le digo totalmente en desacuerdo.
—Es por tu bien, anda a preparar tus maletas —¿Maletas? ¿Acaso me enviara a un internado?
—¿Por qué maletas? ¿Me mandaras a un internado? Yo no he hecho nada malo para que me mandes a uno —le digo enojada.
—Yo también iré, no estamos bien aquí —aquí hay gato encerrado, ¿Qué clase de internado acepta adultos? Esto se pone muy raro.
—¿Quiénes son ellos? ¿Por qué hablan un idioma que no existe? Yo sé todos los idiomas y el que ellos hablan no existe —digo refiriéndome a los dos hombres—. Además que esas ropas ya no las usa nadie, ¿Qué es lo que está pasando?
—Te lo explicaré cuando lleguemos a la Academia —me dice con su tono tranquilizador—. Ahí te diré todo.
—¿Y mamá? ¿Qué pasa con mamá y Eli? ¿Por qué no vienen con nosotros? —pregunto por mi hermana mayor y mi mamá.
—Ellas ya están allí, ahora vamos —nos dirigimos afuera y vi un auto que no había visto cuando llegue, ¿Qué es lo que está pasando?
Subimos al auto y vi el maletero, ya que se podía ver por dentro, ¿Qué tipo de auto es este? Este modelo está diseñado para salir en unos años más. En el maletero veo que no hay nada, pero de repente aparecen muchas maletas, ¿Qué ha pasado? No, debo estar alucinando, la magia no existe ¿O si? Esto cada vez es más rato.