⚡ CAPÍTULOS 1



Narrador omnisciente desde ahora hasta el final.



Observó el diario en sus manos al caminar hacia el centro de la ciudad, tantos años esperando para ser justicia por su hija, y no solo por su hija sino por cada persona que había sido asesinada por esos hermanos. La casa a dónde iba quedaba algo lejos, pero él sabía que eran las únicas personas que le harían caso, el único detective que aún no estaba sobornado por la familia Bennett para callar cualquier cosa que lo lleve a la cárcel, este detective en particular ya había tenido una perdida por esa misma familia, pero que en ese tiempo tampoco se hizo justicia. Respiró profundo antes de tocar el timbre y luego guardó el diario debajo de su ropa antes de entrar a la casa de aquella familia, al escuchar un "Pasé" por la bocina giró la perilla y entró.

—Señor Eladio usted por aquí —el joven estaba sorprendido por aquella visita—. De seguro viene por su hija. No quise decirle eso, pero no sabía que nunca le dijo. ¿Quién es su madre? Lorena no.

—Esperate Kevin, espera, n vine por ella. Si se llama Lorena, No te puedo responder esa pregunta ahora -Le pasó el diario y el joven lo tomó sin entender. Al abrir la primera página abrió los ojos.

-Señor no tengo pensado en leer el diario de una niña, se que ya es una mujer, pero esto es muy privado.

—Ella no está para impedirtelo —Eladio se sentó en la silla—. Oh, siento no haberte dado la silla, estoy algo confundido ¿qué tiene este diario? Dígame una cosa ¿La desaparición de Rebecca tiene algo que ver con los Bennett? ¿Fue el mismo día que desapareció mi hermana?

—Son demasiadas preguntas Kevin, y ese diario tiene la mayoría de las respuestas. Solo léelo —el joven pasó de la primera página a la segunda.

—Solo son pensamientos de una joven adolescente, no le veo na...

—No le veías.

—¿Qué? Aah —El chico abría los ojos en cada página, cada vez más al pasar de las horas. —. Eladio, aquí está; estas son las acusaciones. Y es obvio, porque fueron escritas por una persona que está desaparecida, aquí está.

—Kevin sigue leyendo, ahí también está la respuesta de que le pasó en realidad a tu hermana —El joven miró a Eladio con una notable expresión de enojo y preocupación en su rostro.

Comenzó a recordar el momento el cual le dijeron aquello, fue tan duro tanto para él como para sus padres, sobre todo suadre la cuál no lo pudo soportar y por la terrible enfermedad que padecía la complicó aún más quitándole la vida.

En su mente comenzó a recordar aquel día.

—Lo siento tanto querido Kevin.

—Señora Bennett estoy seguro que mi hermana no sufría de ninguna enfermedad, lo sé, viví con ella por mucho tiempo —dijo con varias lágrimas en sus ojos—. ¿Dónde está su cuerpo?

—Ya está siendo preparado para sepultarla, es una enfermedad contagiosa y no se podía entregar el cuerpo — El chico no podía creer que su jóven hermana había muerto de una pulmonía, la última vez que la había visto estaba bien sana, y ni siquiera había pasado un mes, quizás sea verdad y le había guardado aquella enfermedad, pero por más que quería aceptar esa noticia no podía, su mente no se lo permitía.

final del recuerdo, Kevin sacudió su cabeza tratando de salirse de ese día tan doloroso, Eladio se quedó mirándolo tan triste, sentía su sufrimiento en carne propia, pasó por una perdida similar y podría decir que si perdida fue doble y aún más dolorosa.

—Fui un estúpido al creerle señor Eladio, no sé como mi padre va a reaccionar a esto.