Cuando las personas de los alrededores vieron entrar a la casa al joven Bennett se hacía preguntas, unas solo admiraban la gran belleza del hombre, pero otras le deseaban suerte, ya que; nada bueno ocurría cuando uno de esos hermanos pasaba Cerca.
Michael caminó a pasó lento hasta la mesa del comedor, tenía las manos en los bolsillos y las sacó poniendo algo sobre la mesa.
—En está casa hay dos detective supongo que uno de ellos me está investigando en mi propia casa —Comenzó a decir sin mirarlos.
Melvin le hecho una mirada a su hijo y pasó del lado de Michael.
—Lo siento joven Bennett, yo fui, no está bien que lo haya hecho, simplemente me deje llevar por los comentarios de la ciudad —dijo el hombre una vez estando frente a Michael.
—Y con mi propia hija, ¿Su abuelo lo sabe? No puedo creer que le haya permitido estar a mi lado para esto, además; no tengo nada que investigar.
—No, él no sabe nada, la encontré en el mercado y se lo coloqué —Contestó el detective mayor con seguridad, debía proteger a su hijo de esa fiera y eso no importaría que él estuviera en peligro.
Kevin no había dicho una sola palabra, la simple presencia de un Bennett le causaba molestias, asco, irá, sabía que si hablaba solo era para soltar todo el veneno que lo consumía por dentro, él le había contado todo el plan a su padre, el mismo no quería porque conocía el poder de la familia y que si fallaba en ese caso su puesto estaría en peligro.
—Que bueno, no quiero que se vuelva a repetir, si me entero que uno de ustedes dos me están sarandeando le diré al gobernador que le quite el puesto y; se van arrepentir —dicho aquello dobló sobre sus talones y salió de la casa, Kevin apretó su mano de tal forma que sus uñas se habían enterrado en las palmas de sus manos.
—¿No sé cómo puedes hablarle así de sencillo? —reprochó su hijo.
—Sabes que no fue él que mató a tu hermana —Contestó el mayor aún mirando a la puerta. La mujer pasó al lado de su esposo y lo rodeo con sus manos.
—Pero no debemos confiar en ellos, además; él no es una persona buena que digamos —Dijo la mujer.
—Vas a tener que ser más cuidadoso con tu investigación, ya no puedes hacer que él sospeche, nos irá mal a ambos si sucede —miró a su esposa—. A los tres de hecho.
Kevin suspiro sabiendo que su padre tenía razón —Voy a ver qué se me ocurre.
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Michael salió de su carro con las miradas de los pueblerinos encima, entró al establecimiento mirándo a todos lados, al dueño se le hizo extraño ver un Bennett en dicha tienda, no solo porque ellos nunca hacen compras ellos mismos, sino porque la tienda era dedicada solo para todo tipos de venenos, era la única tienda en el pueblo; así que siempre estaba llena de personas principalmente por el veneno para las ratas.
Michael caminó todo el pasillo buscando la pocion esa que había usado tiempo atrás, le llamaban poción, ya que el animal o ser que lo bebía moría al quedarse dormido. Vio el frasco, era en líquido, un líquido verde menta, este veneno se usaba para diferentes roedores y otros animales peligrosos. Lo tomo en sus manos, "solo uno" pensó ya que solo uno haría la función que él quería.

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Editado: 09.08.2022