⚡ CAPITULO 28

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Así mismo como había escrito la muchacha, encontraron una habitación subterránea llena de cadáveres con muchísimas chicas que en algunos años consecutivos desaparecieron, chicas de casas de las cuales se guardaban para un futuro, aquí estaban todas apiladas como basura, el lugar olía a polvo y un olor a putrefacción puesto a qué solo los huesos de ellas se veían, y allí estaba esa chica huesuda con aquel vestido que una ves le había regalado antes de comenzar a trabajar con los Bennett, su corazón se entristeció, pero no lo dió a demostrar melvin era un hombre que casi no mostraba sus sentimientos.

—Avicen a la prensa, saquen todos esto cadáveres de aquí, reúnan los hermanos Bennett y a sus padres.

Salió de aquella habitación lleno de furia, quería echar lágrimas pero no podía, no quería demostrar lo herido que estaba en ese momento. Respiró profundo viendo a la señora Bennett cruzada de brazos en la sala él no sabía si ella tenía el conocimiento de esto aunque pronto lo averiguaria.

—¿Sabes quién es Rebecca Johnson? sé que sabes quién es, ella es la responsable de este descubrimiento, bueno participaron ambas, madre e hija; y mira después de muerta hizo justicia y no solo por ella —La mujer no contestó nada, solo sentía una ganas intensas de golpear aquel hombre. La prensa no dudó en llegar al lugar, y tratándose de esa familia claro que nadie se lo perdería. Por fin serían desenmascarados.

Se escuchó un disparo arriba, los guardias sacaron almas y corrieron a la zona del disparo, el guía del grupo revisaba para ver si la persona con el alma estaba a su vista, cuando no vio nada dió la orden de revisar, en el pasillo no había nada, pero cuando entraron a la habitación de los señores Bennett encontraron una escena horrible. El señor Bennett se había disparado en la cabeza con un rifle, su cabeza estaba abierta desde la boca hasta la frente sentado en la cama

—¡Tan bastardo no puede ser! —Gritó Malvin al ver aquello—. ¡Que no eras valiente! ¿¡Dónde quedó esa valentía!? No tenías que matarte, maldito! Debiste pasar tu vergüenza maldito! —Aquellas palabras la gritaba al cadáver que un momento más tarde estaba siendo recogido por los paramédicos forense, Melvin ese final para él, quería que sufriera la vergüenza en carne propia, quería que el señor Bennett viera como él triunfa después de largos años de humillaciones y dolor.

Los fotógrafos no dejaban cruzar a los paramédicos con el cadáver, esa noticia era nacional, en el pueblo de Georgia y fuera de Georgia solo se hablaba de eso. Los cinco Bennett fueron apresados en diferentes lugares, Melquisedec se encontraba en su habitación, no hizo nada, simplemente le entregó un collar el cuál llevaba una perla de rubí.

—Es de Lorena —Dijo después de pasárselo, se lo llevaron a la comisaría.

Encontraron a los dos gemelos en el lago de la mansión, a Michael en el pueblo, el mismo no sabía para que lo llevaban hacia la comisaría, no hasta que vio a sus hermanos allí, a Malkier lo encontraron en el hospital infantil de niños del pueblo, se lo llevaron mientras le contaba un cuento a una pequeña que se recuperaba de una operación del corazón. Los cincos hermanos se miraron a los ojos cada uno y se prometieron no mentir aquella vez o dentro de lo que cabe para salvar su pellejo decir parte de la verdad.