Cuando creí estar consiente, abrí los ojos y me encontraba en un lugar lleno de vagones, parecía un lote baldío a las afuera de la ciudad, muchas mujeres se podían escuchar gritar, pero no sabía de dónde provenían sus gritos de miedo y terror, también veía a varios hombres protegiendo a los vagones, entonces discretamente me acerqué a uno, y fue donde me di cuenta que estaban dentro de los vagones las mujeres, sorprendido miro por todas las parte del mismo y trato de ver si podía abrirla, cuando de repente, siento un calor de hombre, miré a mi derecha, ahí estaba un centinela, intente escapar, pero me detengo observando todo, pude percibir que no me veían, miré mis manos y traté de tocar algo, más sin embargo no pude. Estupefacto ante lo que me sucedía, me he quedado paralizado, mientras que a mi alrededor estaban preparando una bomba, que sin poder hacer nada, explotó, matando así a todas las mujeres.
Espantado me despierto dándome cuenta que todo era un sueño, lo más probable una pesadilla, dejando salir un gran suspiro, me tranquilizo, veo la hora, son las 8: 01 am, me preparo y me dirijo al trabajo, ya no pensaba en el sueño, mi mente me ha presentado aquél suceso que presencié con la mujer de aquella noche.
Voy dispuesto a resolver los casos de las mujeres perdidas, talvez este sueño que tuve fue un indicio. Cuando me encontraba en la oficina, encontré una nota en mi escritorio que decía: "Reunión en la gran Oficina". Bueno, no me queda de otra que dirigirme hacía ya. Una vez que llego, me siento entre todos aquellos que también se encontraban allí, pero noté que todos tenían un rostro de terror como si lo fueran a regañar, entonces, inició la reunión y el moderador era Willy Toribio, me lo encontré extraño porque éste no solía hablar con casi nadie, solo era un simple supervisor, mientras pensaba, dijo al grupo que estábamos reunido:
― "¡Están despedidos!".
Oh Dios, fue lo que dije, en mi mente desorientada; quién es este que puede votarnos. Mientras que, mis compañeros de mi entorno se iban con su cabeza cabizbaja, no entendía que era lo que pasaba, hasta que tomo de la mano a uno y le pregunto, y me dijo que él era el nuevo jefe... abrí bien los ojos, más de lo que los tenía.
Hice la excepción, me dirigí a Willy y le pregunté:
― ¿Por qué nos ha despedido, qué cosa mal hemos hecho?
Entonces, me dijo:
― Ustedes son el equipo que más tardanzas tienen de llegada al trabajo, y como necesitaba hacer una limpieza, los elegí. No fue mi intención, pero trabajo es trabajo.
Sentía como mi sangre hervía por dentro, están sucediendo caos informe con el caso de las mujeres y este viene hacer que el equipo disminuya, en vez de hacer que crezca. Salí de aquella oficina lo más rápido posible para no golpearlo. Me dirigí directo a mi carro no busque nada de lo que tenía en mi oficina, solo corría y corría, hasta que llegué a un lote baldío.
Editado: 21.02.2020