Secretos & Venganza

Capítulo 13

Kaleb Campbell 

 

El celular vibra sobre el escritorio y trato de no poner atención en el, pero al ver la insistencia de la persona que  llama lo cojo y contestó. 

Señor Campbell — la voz del investigador se oye más ronca de lo usual.

¿Has encontrado algo? — inquiri ansioso.

Si, de hecho varias cosas que serán de su interés, pero debo entregárselas en sus manos. No puede enviar a nadie a recogerlo, solo usted debe hacerlo — habla con prisa y basándome por el sonido de su voz,debe estar algo asustado. 

Bien esta tarde pasaré por su despacho.

No me encontrará allí, por motivos de seguridad me he mudado, luego le mandaré la ubicación exacta de donde puede recoger la información — alega y sin dejarme replicar cuelga el llamado. 
Me habían dicho que el tipo es muy raro, pero que es muy eficaz para encontrar a quien sea y por eso decidí contratarlo a él y no mandar a unos de mis empleados.

No confío plenamente en ellos y no quiero que Xander se enteré de que estoy buscando a Scarlett.

La rutina del día a día me resulta estresante y por más años que lleve en este negocio, aún no me acostumbro a sobre llevarlo.

— Kaleb, tenemos un nuevo cliente — como siempre Xander entrando sin pedir permiso previó — Yo no puedo ir tengo una reunión con Genaro, pero supongo que tú si, así que hazte cargo de él y luego hablamos — dice y se da vuelta para salir de mi oficina.

— No, yo no puedo. Tengo algo importante que hacer — me escuso e intento armar una mentira, pero nada se me ocurre — Manda a uno de los muchachos, ellos sabrán que hacer — digo ignorando la expresión de su rostro por completo.

— ¿Tienes algo que hacer y no lo sabía? — frunce su ceño y coloca las manos sobre mi escritorio en un estúpido intento por causar miedo — ¿Qué es eso tan importante? — inquiere agudizando su voz.

— No es de tú incumbencia — respondo mirándolo fijamente — No iré, así que envía a uno de los muchachos — finalizó, ya he tomado la decisión de no ir y no lo haré por mas que insista.

— Ahora resulta que tienes algo importante que hacer — ríe en mi cara — Tú vida es tan patética y ahora me sales con esto — vuelve a reír — No me interesa lo que tengas que hacer, tú iras — dictamina mirándome de manera desafiante.

— No, no lo haré. Te recuerdo que el jefe de esta asquerosa organización soy yo y por lo tanto hago y deshago cuanto se pegue la maldita gana — hablo furioso sin dejar de mirarlo.

Por mas que él sea el mayor de los tres no le temo y eso ya lo tendría que tener  claro. Su mirada furiosa o su tono demandante no me causan nada.

— Pues me importa un carajo que seas el puto jefe — grita con enojo — ¿Desde cuando tu vida es más importante que el negocio? — su pregunta es estúpida.

— Siempre lo fue y siempre lo será. Dije que no iré y no lo haré. Ve tú, si quieres — digo sin la mas mínima preocupación — Ahora largate por donde has venido y deja de estorbarme — farfullo señalando la puerta. 

— Púdrete Kaleb — masculla — Ni creas que esto se quedará así — advierte señalándome con su dedo índice, se da la vuelta y camina en dirección a la salida.

— Si yo me pudro, tú lo haces conmigo — digo y él voltea a verme — ah una cosa mas. Tus amenazas causan tanto miedo como los unicornios — menciono serio, él sale de mi oficina dando un portazo lleno de enojo.

Me siento y me relajo en el respaldo de la silla. Mirando hacía nada en especifico, pero pensando en que será lo que me entregará el investigador y si será cierto que me va ayudar a poder encontrarla.

Un golpeteo en la puerta me saca de mis oscuros pensamientos y tras dar la autorización para que pueda pasar veo a Demon atravesar el umbral junto a uno de los hombres que trabajan en nuestra organización.

— Kaleb — el chico junto a mi hermano menciona mi nombre en forma de saludo — No sé por donde comenzar — murmura cabizbajo, jugueteando con sus dedos y parpadeando sin cesar.

— Desde el inicio, como me lo has contado a mí — expresa mi hermano, dándole apoyo al chico.

— ¿Qué pasa? — inquiero intercambiando miradas con ambos — Hablen — exijo de manera rápida y  sutil para no causar mas temor en el muchacho, que de por si ya se lo ve bastante asustado.

— Vamos cuéntale, él es compresivo —  habla Demon mirando al chico y coloca una mano en su hombro — Si se lo dices sabrá entenderlo — alega y luego me mira.

El chico suelta un suspiro y luego posa sus ojos café en mí.

— Bien, hace aproximadamente una semana le pedí permiso para ver a mi familia ¿lo recuerda? — asiento — He ido y descubrí que mi padre ha tenido un accidente que lo ha dejado postrado en una silla de ruedas, mi familia es de bajos recursos y no cuenta con el dinero suficiente para que le puedan hacer un tratamiento a mi padre. Los médicos aseguran que él puede volver a caminar con el tratamiento — palabras que salen de sus labios con mucha sinceridad y firmeza — Yo sé que no soy tan eficaz como el resto de los hombres que trabajan aquí y que aún no he hecho nada, pero es mi familia y en estos momentos me necesitan. No sé como ayudarlos puesto que todo lo que he ganado lo derroche en tonterías — menciona un tanto apenado. — Yo quería saber si usted me podría...

Levantó mi mano para que se detenga, no es necesario escuchar otra palabra de su boca, pues ya se ha que se refiere.

— Conozco a tu padre y si tú estas aquí es por ello. Recuerdo que él me pidió que te de el empleo, es cierto tú no eres como los demás y no tienes por que ser como ellos — explicó — Tu trabajo consiste en ser mi chófer y solo eso — alegó con firmeza — No sabia que tu padre había tenido un accidente, pero puedes contar conmigo para todos los gastos de su tratamiento — afirmo y en el rostro del chico se plasma una sonrisa de agradecimiento.

— Gracias señor Campbell, no sé como voy a pagar por su ayuda. En serio muchas gracias — menciona rápidamente.



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En el texto hay: mafia, romance, amor y venganza

Editado: 01.03.2023

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