Tres semanas después…
Nos hemos ido de luna de miel hace dos semanas a Francia, París. La ciudad de el amor.
Recuerdo cada suceso de la noche en que llegamos. Había comprado lencería nueva para Ares. Cada contacto de su piel contra la mía se ha quedado grabada, cada beso, cada caricia, y cada susurro.
Vamos a visitar el puente con los candados, siempre quise ir allí con la persona que me haría feliz y poner el nuestro. Y hoy mi sueño se está haciendo realidad. Ir con Ares me hace inmensamente felíz.
***
Ocho años después....
—¡Estoy embarazada!—grito a Ares mientras lo abrazo con euforia.
—Enserio.
—¡Si!, Amor vamos a ser padres.
—¡Te amo!
—Yo también—la emoción no cabe en mi cuerpo.
Llamando a mamá.
—Ma... Si... Bien y tú..... Es que tengo algo que decirte..... Si, es muy importante...... Ven lo más pronto posible..... Te quiero..... Yo más.
—Estoy....
—¿Estas?—pregunta sin entender la situación.
—Estoy embarazada.
—...... Voy.... Voy a ser abuela—está llorando—Vero, hija mía.
—Ma, no estás feliz.
—¿Que?, Como no estar feliz voy a ser abuela cariño, me haces muy feliz—nos abrazamos.