Capítulo 36. Maldición. 3.

* * *
Al día siguiente, cuando salimos del lago ubicado debajo de la mansión de Polotsk, nos secamos con la ayuda de la magia, nos ordenamos y subimos las escaleras (por cierto, el pasaje a la mazmorra estaba abierto, como si estuviera esperando nosotros), incluso puedo describir los rostros de los hombres lobo que nos vieron, no me atrevo.
Logramos llegar a desayunar cuando todos, como de costumbre, estaban reunidos en el comedor.
Tamila entró primero, con paso amplio, con botas ligeras de tacón alto, con un elegante traje color burdeos, negro y mechones de cabello ligeramente rizados esparcidos sobre sus hombros.
Los hombres lobo se levantaron de un salto, sin saber qué esperar. Pero fui el siguiente en entrar al comedor y se calmaron.
- ¡¿Gorrión?!
Todos corrieron a abrazarme. Rad, Iskra, Vseslav y un hombre desconocido para mí. Y Vlad simplemente se quedó allí, apoyando las palmas de sus manos sobre la mesa, y no apartó sus asombrados ojos de mí.
- ¿No lo reconoces? – Un hombre fuerte, de mediana edad, de rostro severo y un poco agotado, pero hay un brillo en sus ojos y una sonrisa en las comisuras de sus labios.
- ¿Yarovid?
- ¡Lo descubrí! – el hombre lobo se volvió alegremente hacia sus hijos. - ¡Nuestro Salvador! ¡Ni siquiera puedes imaginar de qué destino nos salvaste! ¡Estar en forma de lobo durante tantos años, en una cadena que impide la conversión y sin tener siquiera esperanza de salvación! Eres una chica increíblemente valiente. ¡Ahora nuestra casa es tu casa!
¿Soy el valiente? Me pareció que era al revés...
- ¿Dónde está Mstislava? – Miré a mi alrededor desconcertado, pero solo vi a Flora y Lucía entrar detrás de mí.
- Regresó a su casa con Tikhomir, donde vivían antes... de ese incidente. Iskra también acudirá a ellos, pero un poco más tarde.No recuerda a su padre y primero debería hacerse a la idea de que ahora vivirán en otro lugar... Y ahora Mstislava y Tihomir necesitan estar solos, ¿entiendes? Podemos ir a visitarlos. Mañana. Tú, después de todo”, lanzó una mirada interesada a mis compañeros, “¿te quedarás para quedarte?”
Bien hecho, Yarovid. A pesar de que fueron las brujas las que lo mantuvieron encadenado durante tantos años, ahora está intentando con todas sus fuerzas mejorar las relaciones. Pero nunca respondí porque no tuve tiempo de responder.
"Al menos preséntanos a tus amigos", Tamila me empujó hacia el costado con el codo.
- Sí, claro… Es que estaba tan feliz que estaba un poco confundida. Estas son mis hermanas, Tamila, Flora, Lucía, también son descendientes de Elizabeth Beiler, por lo que todas somos parientes. Distante”, aclaré. – Y estos son Vseslav, Radobor, Vsevolod y... Ya conoces a Yarovid.
Después de intercambiar bromas, todos comenzaron a tomar asiento en la mesa. Los hermanos hombres lobo agregaron las sillas y los cubiertos que faltaban.
Al principio, los hombres lobo parecían un poco cohibidos, pero las brujas se comportaban con calma, eran conversadoras y amigables, y pronto todos se sentían como parientes lejanos que se habían reunido para alguna celebración. Sólo Vlad, sentado enfrente, estaba tenso, lúgubremente silencioso, pero de vez en cuando me lanzaba miradas cautelosas.
- ¿Entonces te quedarás hasta mañana? - volvió a preguntar Yarovid, abriendo una botella de su famoso Ershinsky blanco. – Me gustaría mostrarte el pueblo y podrás ir a pescar. La pesca es buena ahora...
"Regresé a Vsevolod para siempre", mis palabras sonaron en el repentino silencio, como un trueno en un cielo despejado.Los labios de Vlad se movieron como si estuviera buscando palabras. Sí, sé lo que quiere decir. Eso nunca me permitirá quedarme, no sea que caiga bajo la maldición. Pero no tuvo tiempo de pronunciar una palabra.
Se escuchó un zumbido y polvo de bronce cayó de todas partes, depositándose en una capa uniforme sobre el suelo, los muebles y las cosas.
- ¿Qué es esto? “No estaba asustado, sino asombrado.
“Esta maldición cayó de la familia Polotsk”, proclamó solemnemente Tamila.

¡Mis queridos lectores! La maldición de la familia Polotsk ha caído y ahora tienen la oportunidad de tener una vida feliz. La historia ha terminado. Casi. Queda un breve prólogo que nos permitirá adentrarnos en la mansión de Polotsk tres años después.
Si llegaste hasta el final con Stella Sparrow, espero que hayas disfrutado el libro. Así que te pido que te asegures de darle me gusta y suscribirte a la página del autor para no perderte nuevas historias.
Siempre tuya, Galina Kurdyumova.